La globalización como una cultura.

La globalización como cultura

Parece una actividad natural del ser humano de hoy en día, vivir en una constante modernización y búsqueda de nuevas tecnologías, pero ¿Cómo llegamos hasta este punto en la sociedad? ¿Qué riesgos trae a la sociedad como conjunto esta forma de actuar? ¿Es esto normal, o nos induce algún ente externo a actuar así? La búsqueda de respuestas entre una sociedad dirigida a la indiferencia frente a la globalización me ha movido a cuestionar la situación mundial actual, y analizar las posibles razones que nos han llevado a donde estamos ahora y como se refleja esto en las estructuras mentales de la sociedad.

Desde que se dio la ruptura del hombre con la naturaleza hace 3 600 millones de años, es decir, cuando el hombre inició su camino evolutivo, por aparte del de los simios, los humanos hemos buscado formas de separarnos del resto de formas vivas, buscando una diferenciación estructural y organizativa con respecto a los otros animales, e incluso con nosotros mismos. Al comienzo el principal factor que aportó a que iniciara esta diferenciación fue la distancia que había entre las tribus. Básicamente es la distancia entre los centros organizativos de cualquier pueblo, ciudad o civilización, la que ha generado diferentes formas de cultura en todo el globo.

Definir la palabra cultura ha sido una tarea complicada incluso para los más grandes pensadores de la historia, pues la cantidad de ámbitos que cubre este concepto y el conjunto de todas las cosas que implica la cultura, hacen muy difícil poder dar una definición concreta de la misma. Usualmente, a la hora de comunicarnos coloquialmente la concepción que le damos se relaciona más la suma de las costumbres, tradiciones, gastronomía, arte, arquitectura, entre otras cosas; que caracterizan y están intrínsecos en los habitantes de una región determinada. Por esto mismo es que nunca existe una cultura idéntica a otra, inclusive pueden existir diferentes culturas a lo interno de un país.

Surgen primero las civilizaciones antiguas, donde podemos ver que a pesar de que todos somos humanos, en las diferentes regiones surgen culturas diferentes, no es lo mismo lo que sucede en China con lo que sucede en Mesopotamia o en Grecia. En este punto comienzan a crecer las economías y se desarrolla el conocimiento escrito. Existe diversidad desde el mundo antiguo.

Avanzamos ahora hasta el siglo XIX cuando se empezó a introducir a las diversas economías en un solo predominante sistema de integración económica, lo cual trajo un impacto en las sociedades por el nuevo sistema capitalista que vino a destruir las antiguas formas de vida y lanzó a las sociedades, casi de inmediato, al enjambre de competencia e intercambio, destruyendo sus formas de vida, trabajo y producción anteriores. Con esto introduzco el concepto de globalización.

Se puede definir globalización de muchas formas diferentes, prefiero creer que el fin inmediato de esta es destruir fronteras en lo comercial, pero construir barreras en lo económico, pues se sabe que a lo largo de la historia siempre hubo ganadores y perdedores en este tipo de procesos, como la industrialización en Inglaterra o los Estados Unidos con las formas más recientes de globalización.

La globalización implica la universalización de las relaciones económicas y financieras e integra de manera inmediata conocimientos, culturas, países y economías, en un único proceso global y totalizador.

Uno de los hechos más relevantes del inicio de este fenómeno, la globalización moderna, es el fin de la guerra fría y disolución de la Unión Soviética, y con ella, la disolución también de la ideología socialista. Esto combinado con los cambios de la segunda mitad del siglo veinte, provoca que las ideas que antes explicaban prácticamente todo como lo escrito por Marx, empezaron a verse cada vez más obsoletas, y así se empezó a dar una idea general de que había que modernizar el sistema.

La crisis del socialismo, ayudó a la construcción del capital sobre la sociedad, la naturaleza, e inclusive sobre los Estados Unidos, el cual se convierte en poder hegemónico del planeta, donde hay crecimiento de inversiones y aumento en las ganancias. Básicamente desde los Estados Unidos se toman las grandes decisiones que afectan al globo debido al poder económico e influyente que tiene a lo largo del globo.

No es casual que los cambios acelerados que caracterizan la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, hayan ido acompañados de múltiples modificaciones en varios ámbitos, pues concuerdan con el fin de la Guerra fría, Crisis del modelo soviético de desarrollo, caída de los modelos económicos tradicionales, entre otros, estos procesos han generado a su vez transformaciones aún más profundas en todos los órdenes de la vida.

El hecho de que el humano se acerque al capitalismo en niveles extremos se convierte en algo peligroso ya que con el fin de facilitar al extremo las cosas nos encontramos con situaciones que atentan contra la vida del hombre como la contaminación del agua, enfermedades pandémicas, inhabitabilidad de las grandes urbes, etc., esto transforma cualquier crecimiento ya no en un mecanismo de desarrollo social, sino, por el contrario, en un proceso perverso que resulta de ser tan autodestructivo para todos.

Todo este fenómeno se traduce en un cambio de mentalidad en la estructura a largo plazo de las personas. Al ver el capitalismo destruyendo lentamente los antiguos estándares de vida, perdemos sensibilidad y se puede decir que nos acostumbramos a ello.

El indicio más claro de que los tiempos cambian aceleradamente es el ingreso constante de nuevas tecnologías al mercado, ya no podemos considerar lo presente como una época de cambios, sino más bien que estamos en medio de un cambio de época, no sólo por lo de las tecnologías, sino también por los nuevos factores económicos, comerciales, sociales, culturales, financieros y políticos con los cuales se crea una nueva etapa de desarrollo. Fue la Revolución Industrial la encargada de sentar las bases a la globalización.

A medida que la globalización se convierte en parte de nosotros, las estructuras que antes caracterizaban a la humanidad se ven desplazadas. La globalización es un ente dañino que nos hace olvidarnos de nuestro sello histórico, no aleja de nuestra insignia característica, la cultura autóctona.

La vida como nación, crea intereses comunes, poco a poco se empiezan a comprar los mismos productos, a tener una concepción general de las diferentes naciones, nos gloriamos de las victorias como nación, pero el punto más importante es en el ámbito cultural.

Poco o nada puede hacer el Estado-nación respecto a la globalización, pues esta no respeta fronteras, el capital siempre está por encima de todo. Y los humanos, lejos de repeler este efecto destructor, se adaptan a él, e incluso llegan a formar parte de él. Sería un mentiroso el que dijera que no es parte de la globalización, más si sabemos que tiene un teléfono Samsung, una computadora Apple Mac, se cepilla con Colgate y mira su serie favorita de HBO.

El proceso de transnacionalización, trajo consigo muchísimas consecuencias imposibles de medir, nunca antes en la historia de la humanidad pasó algo similar, ciertamente las distancias se acortan a medida que avanza la tecnología, pero proporcionalmente con ello, destruimos nuestra identidad. La globalización se convierte en un arma de doble filo que nos ayuda a crecer en lo comercial, pero con muchísimas implicaciones negativas.

El ejemplo más significativo del cambio de época es la deformación en sí de la idea tradicional de lo que es “nacional”, la comercialización transfronteriza y la apertura de comunicaciones, eliminan la noción de territorialidad. Este cambio radical se centra en la forma de concebir el papel del estado en el mundo globalizado. El antiguo estado no tenía capacidad de enfrentar las nuevas tareas globalizadas. Con el paso del tiempo y la globalización el Estado se tuvo que ir internacionalizando.

El ámbito donde quizás más afectó la internacionalización estatal fueron los mercados, pues los productos locales se empezaron a ver desplazados por la gran oferta extranjera, y se vuelve insostenible para ellos buscar hacer competencia. Ahora, para nadie es un secreto que en los mercados si alguien no está en capacidad de igualar el precio de cualquier bien, simplemente se excluyen del mercado, es así como nuestros agricultores se quedan sin espacio en el mercado, y es al estado al que le corresponde buscar solución a la creciente tasa de desempleo, pues este no es un caso que se reduce al mercado agrícola, sino que se expande a cuanto producto invada el mercado local con capital extranjero. Así es como lentamente se ve desplazado el producto nacional, suceso que no puede pasar por menos, pues como analogía a esto, nos vemos desplazados en cuanto a capital cultural.

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