La gran Tenochtitlan

Comenzó cuando la gran Tenochtitlan, ciudad capital de los aztecas fue sitiada y vencida, en el comienzo del dominio español a mediados de siglo XVI. Don Antonio de Mendoza el primer virrey de la nueva España quiso que el emperador Carlos V, Conociera de primera mano algunas cosas de sus nuevos dominios, para lo cual le entrego un altero de hojas de papel europeo en limpio a los nobles indígenas derrotados.

Pasado algún tiempo, el virrey recibió las hojas con pinturas sobre el pueblo conquistado, estas pinturas obras de arte genuinas fueron hechas por tlajuilos, es decir, el que escribe pintando, estos eran hombres o mujeres hábiles en el dibujo a quienes se adiestraban en el conocimiento profundo de la lengua y de la cultura náhuatl. El tlajuilo transmite a su hijo por medio de la palabra y el hacer transmite a su hijo sus conocimientos y tradiciones, sabían de religión, costumbres, leyes, geografía, medida, historia, plantas y animales.

Maestros del conocimiento, sabios y artistas, eran al mismo tiempo pintores y escritores, lo que ellos escribieron en esas pinturas, es copia fiel de tres códices que han desaparecido. Las hojas estaban hechas de la corteza de un árbol llamado amate, cada uno de los tres códices contienen un relato diferente. En la primera tira, se narraban los hechos los hechos importantes de la historia tenochca comprendidos en un periodo de 194 años, que comienzan con la fundación de Tenochtitlan. La segunda tira contenía el registro de los 371 señoríos que pagaban tributo a la gran Tenochtitlan. En la tercera tira se narraba la formación de un tenochcan, desde su nacimiento.

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