La guerra de los Muscle Cars

La guerra de los Muscle Cars americanos, más encarnizada que nunca. En medio de la bonanza que vive el sector del automóvil en Estados Unidos, los tres principales fabricantes del país están enfrascados en una incesante pelea por el control del segmento de vehículos de alto rendimiento con el Chevrolet Camaro, el Ford Mustang y el Dodge Challenger. Todo empieza con el nacimiento del Ford Mustang en 1964 con doscientos diez caballos de potencia que propulsaba al auto de cero a cien kilómetros por hora en ocho segundos. La razón fue darle al hombre el sueño de tener un auto deportivo/familiar a un precio económico. Luego de tres años, General Motors presenta al Chevrolet Camaro, con más potencia y mejor conducción. Y después de tres años, Dodge crea al Challenger, un auto más potente que los de su competición, aunque la gente no lo compraba, ya que era pesado y consumía mucho combustible.

En 1980, hubo una crisis petrolera que era casi imposible conseguir combustible, por lo tanto, era un problema para estas marcas de autos donde sus mejores ventas eran estos coches. Con esto, la gente dejó de comprarlos por esta crisis ya que estos coches que son de motores grandes con mucha potencia y consumían mucho combustible. Entonces, tuvo como consecuencia un déficit en sus ventas y fueron obligados a reducir drásticamente la potencia de estos autos y la gente ya no los compraban por no ser divertidos al conducirlo. Dodge dejo de producir por sus bajas ventas; sin embargo, Ford tenía mejores ventas entre ellos tres y seguía produciendo, al igual que el Camaro, aunque no igual como lo solía hacer antes de esta crisis.

Ford y Chevrolet estaban compitiendo en el mercado para ver cuál de los dos vende más. Hasta que llegaron los autos deportivos japoneses o también llamados JDM Cars (estas siglas significan Japan Domestic Market y como su nombre lo dice se refiere a los modelos que fueron fabricados y comercializados en el mercado de Japón). Los coches deportivos de Japón tenían una gran ventaja y es que estos autos a pesar de tener un motor pequeño con poca potencia, estos contenían una inducción forzada que es un turbocargador. El turbocargador es un sistema rotatorio de sobrealimentación de aire a presión para aumentar la potencia de motores de combustión interna diseñado para utilizar la energía de los gases de escape y la gente le llamaba la atención estos autos por estos motores y utilizarlos para hacer proyectos ya sea tuneándolos o aumentar su potencia. La empresa Chevrolet estaba a punto de retirar el Camaro, ya que Ford con su Mustang vendía más y además de que también tenía a los autos deportivos asiáticos en la competencia que tenía grandes ventas.

Después de que la crisis petrolera pasara, Ford estaba vendiendo su Mustang como lo solía hacer y teniendo asombrosas ventas y ser catalogado como el auto deportivo mas comprado de la historia y los autos japoneses ya no era un problema, pero Chevrolet a comienzos del siglo XXI decide retirar al Camaro por sus bajas ventas ya que la empresa pasaba por un mal momento económico.

Y Ford para celebrar la retirada del mercado del Chevrolet Camaro, saca una nueva generación de su auto con un nuevo motor más potente de trescientos caballos de potencia y es apodado como “El Coyote”, tenían ventas increíbles, la gente los compraba como pan caliente; Pero no todo era color rosa cuando Hollywood presenta una nueva película llamada “Transformers” y que unos de sus protagonistas de esta cinta era un auto amarillo con franjas negras y eso era el Chevrolet Camaro SS, con unos increíbles cuatrocientos caballos de potencia, era más atractivo que el Mustang y con mejor manejo. Gracias a esta película, Chevrolet arrasaba en ventas muchísimos mas altas que las del Mustang y Camaro se ponía en la cima.

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