La llegada del neolítico a la montaña alavesa

LA LLEGADA DEL NEOLÍTICO A LA MONTAÑA ALAVESA

Julio Salvatierra

Neolitización

En un área de 120 km2, entre Álava y Burgos, en el cierre norte de la cuenca medio-alta del Ebro, 5 yacimientos arqueológicos documentan una página fascinante de nuestra Historia (García-Martínez, 2014), porque la Prehistoria es Historia. El paso de recolector-cazador nómada a productor agro-ganadero sedentario, del Paleolítico al Neolítico: la Revolución Neolítica, según Childe, que lleva a las primeras civilizaciones (Kunst, 2009)

Este crucial cambio cultural es aún fuente de debate. Sabemos que el Homo Sapiens aparece en África (250.000/200.000 años BC) y, saliendo de nuestra cuna africana, coloniza Asia (80.000 años BC), Europa (50.000 años BC), Australia (40.000 años BC) y América (a través del estrecho de Bering, 20.000 años BC) (Serrallonga, 2016). Se admite que, en distintos lugares y momentos, a partir de 9.000 años BC, las sociedades recolectoras-cazadoras allí implantadas dan pasos similares hacia el control de (diferentes) plantas y animales, poco a poco domesticándolos y provocando cambios genéticos en ellas, por selección humana (Kunst, 2009).

Se aceptan hoy varios focos difusores de neolitización: creciente fértil (Mesopotamia-Egipto, 9.000 BC); cuencas del Yangtsé y río Amarillo (7.000 BC); Nueva Guinea (5.000 BC); Méjico y norte de Sudamérica (3.000 BC); África subsahariana (3.000 BC); este de Norteamérica (2.000 BC) (Diamond, 2003). El por qué se produjeron evoluciones productivas similares es una cuestión fascinante, explicable por presiones demográficas o ecológicas (Serrallonga, 2016), aunque no es el tema de este artículo.

Pero sí lo es el cómo se fue extendiendo el neolítico, desde cada uno de esos focos, a territorios vecinos. Desde el creciente fértil se neolitizó Asia y Europa, incluyendo la península ibérica. ¿Pero qué fue una colonización de espacios deshabitados? ¿O estaban ya habitados? ¿Fue violenta? ¿Comercial? ¿Una difusión de saberes y prácticas, sobre un sustrato indígena previo (aculturación)? ¿Un desplazamiento de personas (colonización), de comercio, de ideas? ¿Cómo fue? (Diamond, 2003. Jiménez, 2008)

En Europa se constata una doble gradación cronológica y espacial de yacimientos neolíticos desde el creciente fértil (Jericó) hasta Europa del Norte y las costas atlánticas. (Kunst, 2009). En la península ibérica se admite una primera colonización neolítica del levante (neolítico cardial, por un tipo de cerámica) y, desde ahí, una expansión  al resto de la península en la que coexisten (modelo dual), durante cientos de años, grupos neolíticos con grupos mesolíticos^[1], dándose procesos de aculturación, colonización, migración, comercio, lucha... Un auténtico mosaico cultural (Jiménez, 2008, p. 42-49).

Los yacimientos de la Montaña Alavesa

Engloban tres momentos significativos de esta evolución. 1) Yacimientos en sustratos previos mesolíticos, en los que empieza, sin rupturas, a haber elementos neolíticos (cerámica, piedra pulida): son asentamientos indígenas mesolíticos que empiezan a relacionarse (intercambio) con las nuevas culturas neolíticas. 2) Yacimientos neolíticos pioneros: sin evidencia de ocupación anterior del territorio, y con dataciones antiguas, sólo hay elementos neolíticos: asentamientos colonizadores neolíticos que ocupan terrenos vacíos. 3) Yacimientos neolíticos consolidados: yacimientos sin evidencias paleolíticas (mesolíticas) anteriores, pero en dataciones más tardías, cuando ya se supone que la inmensa mayoría de la cultura peninsular era neolítica (García-Martínez, 2014)

• 1-A -Mendándia (42°43' 55.52"N, 2°35' 51.14"O). Se trata de un abrigo de medianas dimensiones, 15 x 5 metros bajo techo de roca, en una terraza herbácea. Su estratigrafía muestra 3 estratos mesolíticos (≈6500, 5800 y 5600 BC) ricos en piedra (facies laminar, microlitismo, raspadores, punzones, etc.), tallados en sílex de canteras vecinas (Treviño, a 15 km). Ricos en caza (caballo, uro, cabra, ciervo, corzo, jabalí, sarrio, lobo, zorro, marta), fue un centro estacional de caza y trabajo en piel, madera y hueso. Los tres estratos neolíticos (5200, 4540 y 4440 BC) acusan el cambio de tecnología (laminitas de dorso, doble bisel) y sobre todo muestran la llegada de la cerámica, lisa, nada cardial y muy temprana, dato que pone en causa el discurso cronológico habitual (¿un horizonte de cerámica lisa autóctono anterior al cardial?). Tras el Neolítico antiguo deja de utilizarse (Alday, 2005, 2006)

• 1-B -Atxoste (42°45'38.59"N, 2°28'16.51"O). Con una estratigrafía que abarca desde el mesolítico laminar (7.560 BC) hasta un uso funerario ya en la edad del bronce (1.470 BC), es un refugio sin apenas techo, de uso estacional, pero que documenta evidencias de una posible construcción aneja, que aumentara su protección, posibilidad interesante y novedosa para otros abrigos mesolíticos. Ofrece estratos de mesolítico laminar, de muescas y geométrico (los tres tipos de industria lítica del período), con incorporaciones posteriores de cerámicas impresas del neolítico antiguo y avanzado, ya casi sin actividad lítica. El abrigo es abandonado sobre el 2.500 BC y reutilizado funerariamente ya en la edad del bronce (Alday et al., 2003)

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