La victoria electoral del Comandante Chávez

En las elecciones presidenciales de 1998, se cerró el nefasto ciclo abierto con las elecciones de 1958. En ese momento al pueblo le robaron la victoria de la insurrección del 23 de enero que derrocó al dictador Pérez Jiménez y su siniestra Seguridad Nacional. La promesa de un futuro democrático se convirtió en la gigantesca frustración que significó el régimen colonial-criminal corrupto “puntofijista” con sus figuras paradigmáticas: Betancourt, Leoni, Caldera, Carlos Andrés, Pedro Tinoco, Cisneros y otros renegados. Durante 40 años el pueblo venezolano luchó por acabar con tal régimen antinacional mediante todo tipo de luchas.

La victoria electoral del Comandante Chávez, precedida de su insurrección patriótica de 1992, significó el triunfo de la voluntad popular por reconquistar la independencia y la dignidad mancilladas por una burguesía compradora y el imperialismo. El Comandante Chávez y sus compañeros más allegados supieron catalizar y movilizar toda la reserva patriótica y de pundonor del pueblo venezolano para poner fin a un estado de cosas insoportable.

Hay que remontarse a la oprobiosa dictadura gomecista para descubrir los niveles de degeneración, corrupción, destrucción del Estado, opresión, entrega de la Patria y crueldad a los que llegó el régimen puntofijista marioneta del imperialismo. Tal vez este régimen fue aun peor que la mencionada dictadura. La gran mayoría del pueblo se hundía en la miseria mientras los oligarcas vivían una permanente fiesta de saqueo y pillaje de nuestras riquezas nacionales. Un país inmensamente rico condenaba a su pueblo a vivir sin trabajo, educación, alimentación, salud, vivienda, seguridad ni cultura. Todas las estructuras nacionales –empezando por la más básica de todas, la familia–, se deterioraron a niveles inauditos.

Chávez es el digno continuador de los mejores hijos patriotas de este Pueblo, en particular militares como el Generalísimo Miranda, el Libertador Bolívar, el Mariscal Sucre, Zamora, Gabaldón, coronel Hugo Trejo, Capitán de Navío Manuel Ponte, Capitán de Fragata Pedro Medina Silva, Teniente Luis Barrios, y un largo etcétera.

Las fuerzas de la clase obrera habíamos sembrado el terreno con nuestras luchas y programas. Pero habíamos sido debilitadas profundamente y le correspondió a la oficialidad patriótica el rol fundamental de comando del cambio histórico abierto por la victoria electoral de Hugo Chávez, que el PCV apoyó políticamente con toda la fuerza disponible, en ese momento y a lo largo de más de trece años.

La regeneración de nuestra Patria, su emancipación nacional y el proceso de cambios profundos abierto en ese momento no puede dejar de ser complejo y contradictorio habida cuenta del nivel de destrucción nacional al que llegamos y la correlación mundial desfavorable tras la caída en 1989-1991 del campo socialista.

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