Las cruzadas vistas por los árabes
Giovanni Sáez MorenoEnsayo9 de Junio de 2020
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Las cruzadas vistas por los árabes
Facultad de Ciencias Sociales
Escuela de Historia
Licenciatura en Historia mención Tiempo Presente
Construcción de Occidente
Profesor Leonardo Mellado
Giovanni Sáez Moreno
Resumen
El siguiente texto tiene como finalidad analizar los sucesos en el contexto conocido como “Las Cruzadas”, es decir, las invasiones cristianas en territorio musulmán, las problemáticas que presentaron los árabes al enfrentarse a los invasores foráneos y cómo finalmente logran imponerse, al menos, ,militarmente. La particularidad que se presenta en este trabajo en específico es que se presentará desde la perspectiva de los árabes y no de los occidentales, como se hace comúnmente. El fin principal de las siguientes líneas es el de averiguar si las invasiones francas son exclusivamente producto de ambiciones religiosas y señalar si efectivamente fueron los árabes los triunfadores de estos enfrentamientos, relatando a su vez las conexiones que estas acciones tienen con la actualidad y como estos sucesos pasados se entretejen con la realidad presente en la actualidad.
A fines del Siglo XI de nuestra era acontece un fenómeno en el Asia Menor actualmente conocido como “Las Cruzadas”, donde tras una serie de transformaciones y procesos de desarrollo de los pueblos que aquí aparecen (es decir, bajo riesgo de generalizar, el mundo árabe y el mundo occidental) se encuentran finalmente (y no de las formas más diplomáticas), sucediendo una serie de hechos relatados a continuación. El tema a tratar a continuación se enmarca en los procesos conocidos en el mundo occidental como “Las Cruzadas”, donde luego de una orden del mandamás de la Iglesia Católica comienzan una serie de movimientos militares que buscan “recuperar” para el mundo cristiano la tierra que les pertenecería por derecho sagrado, ya que allí se encontraría la tumba del mesías de esta religión, es decir, Jesús de Nazareth (Cristo). Bajo tal argumento es que se lanza una ofensiva “santa” que busca hacerse con el territorio en cuestión, ocupado por grupos árabes que habitaban y gobernaban estas tierras, lugar de sus cotidianeidades, de sus ritos y también de sus dificultades, sobre todo las que aparecen en la interna, con pugnas de poder entre hermanos musulmanes y una serie de sucesos que conforman el contexto con el que se encuentran los Frany (es decir los Francos, llamados así por los autóctonos de tierras árabes) al momento de arribar al lugar donde comenzaría la expedición para recuperar la Tierra Santa de la religión occidental que estos representaban. Dicho lo anterior, es necesario explicitar que el siguiente trabajo tratará de analizar tales acontecimientos desde “la otra perspectiva”, desde cómo vivían estos sucesos los invadidos, las dificultades y las diferentes acciones que estos presentaron al momento de enfrentarse a los foráneos que buscan tomar bajo su control tierras que les pertenecían a los árabes desde hace medio milenio, para terminar “triunfando” frente al invasor, al lanzar la contraofensiva nombrada como Yihad para así hacerle frente al enemigo que se trata de imponer en las propias tierras de Muhammad, el Islam y el Corán. Relatado lo anterior cabe preguntar ¿Por qué los europeos deciden lanzar esta ofensiva hacia el mundo árabe? ¿Es realmente la intención de los francos recuperar Jerusalén solo por motivos religiosos? ¿Realmente los árabes resultaron victoriosos de estos sucesos? Tales preguntas se responderán utilizando únicamente el texto “Las cruzadas vistas por los Árabes” del autor líbano-francés Amin Maalouf será el eje fundamental del siguiente texto, donde se utilizarán muchos de los pasajes relatados en él con la finalidad de explicar desde la perspectiva originaria de las regiones de Asia Menor y el norte de África los acontecimientos de las invasiones francas.
Señalar también que es necesario plantear nuevamente que cada suceso pasado se relaciona directamente a la composición presente de las sociedades involucradas, donde obviamente este caso no es la excepción, donde la historia logra entretejerse entre sucesos para poder explicar así consecuencias que no podrían observarse quizá a simple vista. Los acontecimientos relatados a continuación tuvieron sus coletazos en la composición social de su contexto, donde se produjo además de sangrientas disputas territoriales entre ambas partes, una relación de intercambio cultural y sobre todo comercial, inevitablemente al introducirse una cultura ajena a un contexto ya existente con sus propias normas y costumbres practicadas por quienes forman la comunidad, en este caso, musulmana. Indicar también que las cruzadas no sólo presentaron consecuencias inmediatas y sólo en el contexto donde se produjeron, así como tampoco exclusivamente afectaron solo a los pueblos en disputa, sino que también condujeron a la construcción del mundo tal y como lo conocemos y vivimos en la actualidad, es decir, estos sucesos terminan por condicionar tanto la realidad del momento como la realidad futura, es decir, nuestra propia realidad actual, cuestión que se desarrollará con mayor profundidad y análisis a continuación, lo que permitiría desarrollar una reflexión en torno a por qué, cuándo y cómo los árabes lograron imponerse frente al proceso de invasión Frany, al menos en lo que se presenta en los hechos plasmados explícitamente, basándome en sus propios relatos recopilados y relatados por Maalouf.
A partir de la bibliografía señalada anteriormente, es que se logra crear un relato de las invasiones francas en una perspectiva distinta a la que usualmente se nos presenta en el llamado “occidente”, donde los relatos de sucesos (y los juicios realizados a estos explícitamente o no) siempre fueron ofrecidos desde una perspectiva eurocéntrica y colonizadora. Al realizar una lectura planteada desde una perspectiva ajena a la racionalidad occidental, se pueden conocer y desprender opiniones disímiles a esto, lo que permitiría dar a conocer, por ejemplo, las dificultades que vivieron los árabes en el proceso de las invasiones europeas y cómo, finalmente, lograron responder de manera certera los embates de la invasión en nombre de Cristo. El primer fenómeno que puede apreciarse al momento de analizar tales situaciones son, precisamente, las principales dificultades que vivieron los árabes al momento de encontrarse con los foráneos que pretendían hacerse con sus tierras. La primera de estas es la dispersión que sufría el mundo árabe, donde cada soberano velaba solo por su bien individual, no teniendo en cuenta que satisfacer las necesidades de su hermano (recordar que para el mundo islámico, quien comparte su misma religión pasa a ser inmediatamente parte de la misma familia) podía salvaguardar sus interés propios y lo de la gente que se tenía a cargo, situación bien explicada por Maalouf cuando deja constancia de la división principal que presenta el mundo musulmán en su interpretación de las enseñanzas de Muhammad, lo que habría posibilitado la invasión frany en el seno del mundo árabe, según se dice, por incentivo de una parte de los musulmanes, indicando
“la división que reina en el seno del mundo islámico entre los sunníes, que dicen pertenecer al califato abasida de Bagdad, y los chiitas, que se identifican con el califato fatimita de El Cairo. El cisma, que data del siglo VII y de un conflicto en el seno de la familia del Profeta, no ha dejado nunca de provocar luchas encarnizadas entre los musulmanes” (Maalouf, 1989, p.147-148)
Pero no sólo en el macro del mundo árabe pueden observarse divisiones y conflictos importantes. Por ejemplo entre los selyúcidas, importante dinastía del periodo que se estudia, también existían importantes desconfianzas y distintas situaciones que ponían en peligro la continuidad del poder, donde se señala que “Entre primos selyúcidas no existe solidaridad alguna: hay que matar para sobrevivir” (Maalouf, 1989, p.43), donde se puede interpretar claramente las tensas relaciones que se daban también dentro de las propias familias notables del mundo musulmán, tomando en cuenta que los selyúcidas no pertenecían per se al mundo árabe ya que “Los turcos selyúcidas llegaron del Asia Central, con miles de jinetes nómadas de largos cabellos trenzados y se apoderaron en unos cuantos años de toda la región que se extiende desde el Afganistán hasta el Mediterráneo” (Maalouf, 1989, p.42), por lo que si bien se trataba de un linaje musulmán que buscaba unir al pueblo de Muhammad en torno al islam, originalmente no pertenecían al mundo árabe, como ya se señaló con anterioridad. Por otra parte, cabe señalar que no sólo fue tal motivo el que se presentó como una de las principales problemáticas del mundo árabe frente a la invasión frany. La que la secunda se puede resumir como la lentitud que se observa en la reacción del mundo árabe frente a la situación que se presentaba. Prueba de esto es lo señalado por el autor libanés naturalizado francés, Maalouf cuando señala que “los frany van a disponer, durante muchos años, de un arma aún más temible que sus fortalezas: el letargo del mundo árabe. Maalouf, 1989, p.209), lo que representaba cierta ventaja para los invasores, ya que los originarios al reaccionar con lentitud, permitían que las tácticas sorpresa de los extranjeros funcionaran de buena forma, impidiendo la defensa efectiva del territorio en cuestión.
Presentadas ya anteriormente las principales problemáticas enfrentadas por los árabes al momento de la llegada de los francos, cabría mencionar cómo es que estos lograron finalmente enfrentarse al nuevo enemigo y expulsarlos de los territorios que pretendían disputar. Esto sólo tiene una explicación que podría considerarse como útil para sintetizar el triunfo musulmán: la superación de las problemáticas anteriormente señaladas, principalmente, la que se relaciona con la división política que presentaba el mundo árabe a la llegada de los europeos. Y es que el mundo musulmán logra superar las diferencias internas para unirse así contra el enemigo en común, ejemplo de esto es que “la unión que se efectúa en 1125 entre Alepo y Mosul va a convertirse en el núcleo de un poderoso Estado, que pronto podrá replicar con éxito a la arrogancia de los frany”. (Maalouf, 1989,p.311-312), lo que demuestra que el primer paso para la definitiva victoria militar del mundo islámico frente al cristiano es precisamente la unidad de un dividido pueblo musulmán, donde El Cairo, Bagdad, Alepo y Mosul dejen sus diferencias de cierta manera y se organicen en una confabulación que les permita el triunfo, aun cuando se permita la presencia (quizá a regañadientes) de los invasores en sectores determinados de la geografía árabe. Es necesario también obviar la idea de que una vez logrando la victoria final, todo vuelva a ser como antes y el mundo musulmán vuelva a desperdigarse de manera similar a como lo estaba antes de la llegada de los europeos, lo que sería la punta de lanza para constituirse como vencedores de las cruzadas luego de casi cien años de encarnizada lucha y resistencia. No obstante lo anterior, se desprende a su vez una serie de consecuencias sufridas tanto por el mundo árabe como por occidente, lo que plasma el autor principalmente en el prólogo del texto estudiado. Maalouf señala que las invasiones francas cambiaron para siempre (o al menos hasta el mundo que nos toca habitar en el presente) la composición general de la hegemonía actual y el ejercicio de esta. En propias palabras del autor “en la época de las cruzadas, el mundo árabe, desde España hasta Irak, es aún, intelectual y materialmente, el depositario de la civilización más avanzada del planeta. Después, el centro del mundo se desplaza de forma decidida hacia el oeste”. (Maalouf, 1989, p.789), es decir, aun cuando se logra una esforzada victoria en los diferentes campos de batalla donde se desarrolla el conflicto del cual largamente se ha expuesto, esta no tiene un correlato en la consolidación de la influencia musulmana en el mundo conocido hasta entonces (ni en el que vendría a conocerse un par de siglos después). Y es que es tal vez el afán expansionista, la apertura a adoptar visiones y relatos propios de la cultura árabe habrían permitido a Europa afianzarse con el pasar del tiempo en el centro del mundo, en el lugar del globo donde se centrarían las miradas y donde en un futuro a mediano plazo serían capaces de repartirse los territorio del planeta a su antojo, siendo quienes dirigirán los destinos de los pueblos y estarán presentes en todo y cada uno de la historia de los continentes de la Tierra, independiente de si se trata de francos, bretones o hispanos; trazando el destino político, económico y social de cada tierra donde estos intervenían.
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