Ley De Instrucción Publica

Ley de instrucción publica

En enero de 1861 el presidente Juárez, con su entrada a la ciudad de México, sello el triunfo del partido liberal sobre el conservador y el fin de la Guerra de Reforma.

Una nueva etapa se abría para la vida política, económica, social y cultural del país, pues la administración liberal debía reorganizarse. Juárez nombró a Ignacio Ramírez Ministro de Justicia e Instrucción Pública.

En ese contexto, el 15 de abril de 1861 se emitió la Ley de Instrucción Pública, la cual reformaba la educación impartida en los niveles elemental, secundario, medio y superior. La instrucción primaria tanto en el Distrito Federal como en los Territorios quedaba bajo la inspección del gobierno federal; se abrirían escuelas para niños de ambos sexos. La Ley establecía un plantel de estudios preparatorios para la instrucción secundaria y escuelas especiales. En suma, refrendaba el compromiso del estado por impartir una educación laica, libre de dogmatismos y de enseñanzas religiosas.

La educación del pueblo sería la otra preicupacion que habría de ocupar. En la labor de reorganización de la administración pública, el presidente Juárez tenia que demostrar, por el gran avance educativo del país, que fuese una se sus mayores preocupaciones.

El grupo liberal se dio cuenta, que su triunfo político le hacía afrontar la carga y la responsabilidad que se habían ganado, que antes de ellos ser triunfadores, habían asumido en buena parte la iglesia y demás organizaciones religiosas.

Una verdadera reforma educativa, sin embargo, fue la que se emprendió a partir de la restauración republicana. Ya desde el año de 1861, el presidente Juárez ansioso por reformar radicalmente una institución pública que hasta entonces, había sido evidentemente eclesiástica ya que siempre se impartía por religiosos, hubo de promover una avanzada legislación que tendría como fin primordial eliminar la religión de la educacion. Comienza por integrar el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, a cuyo frente quedaría Ignacio Ramírez, El Nigromante, quien como muy pocos, había podido superar prejuicios religiosos, significando la más sólida para mantener una educación alejada de toda ofuscación dogmática.

Así, el 15 de abril de 1861 se decretaba:

La instrucción primaria en el Distrito y Territorios queda bajo la inspección del gobierno federal, el que abriría escuelas para niños de ambos sexos y auxiliarían con sus fondos las que se sostengan por sociedades de beneficencia y por los ingresos municipalidades. El mismo gobierno federal sostendrá en los estudios de profesores para niños y niñas, que se destinarán a la enseñanza elemental en los pueblos cortos que carezcan de escuela.

Es decir, con esta Ley trató de rescatarse la educación para el Estado. Se

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