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Libro de O. Terán: En busca de la ideología Argentina


Enviado por   •  16 de Septiembre de 2014  •  9.021 Palabras (37 Páginas)  •  226 Visitas

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Libro de O. Terán: En busca de la ideología Argentina.

Capítulo “Rasgos de la cultura argentina en la década del ‘50”.

Entre 1950 y 1959 se describen una series de núcleos ideológicos de la cultura argentina que el autor supone de un significado considerable para la cultura política posterior. A partir de un análisis de testimonios escritos en publicaciones del mundo de la cultura, se va a centrar en analizar la franja “denuncialista” que surge en esos años.

Hay que tener atención a las siguientes publicaciones –donde escriben estos autores denuncialistas u otros que contribuyen a la formación de aquellos y con los cuales luego discutirán los denuncialistas– que son las que analiza básicamente:

– Centro y Contorno: revistas que edita el CEFYL (sí, el mismo, pero en otra época) que juega un rol esencial el grupo que lo integra ya que desarrolla una oposición a la “cultura oficial” del peronismo. En esas revistas van a escribir muchos intelectuales que van a integrar esa franja denuncialista y que luego van a ir renovando su postura ante el peronismo. Por ejemplo: Viñas, Solero, Correas.

– Sur: Ocampo, Martínez Estrada, Murena, Sebreli (que luego se pasa a Contorno) que, si bien representa a una intelectualidad liberal, tiene relaciones intelectuales con los miembros de otras revistas, y aparecen personajes debatiendo entre sí con algunos rasgos similares a pesar de desembocar luego en trayectorias diferentes en los finales del peronismo. Por ejemplo la cuestión americanista que va a plantear Murena (de Sur) es compartida por los denuncialistas de las otras publicaciones. Además, es de destacar la influencia en los miembros de Sur –aunque no es lo que a simple vista pareciera– del existencialismo sartreano. Sebreli es quien más adhiere a esta corriente filosófica que es de gran influencia en los denuncialistas. Además, en 1949 está el Congreso de Filosofía en Argentina y el existencialismo gana muchos adeptos. Sebreli con su artículo “Celestes y Colorados...”, es donde marca esta identificación son Sartre.

En primer lugar, introducida las características de las publicaciones, el autor hace hincapié en la influencia del existencialismo en el nacimiento de la corriente “denuncialista”. En el escrito mencionado de Sebreli se aprecia un entendimiento de la política en la clave de las “manos sucias” (escrito de Sartre) en donde se destaca el compromiso de los intelectuales. Cuestión que tendrá mucha influencia en la cultura de izquierda posteriormente. Esa doctrina del compromiso aparece como mediador entre la cuestión profesional y lo político. Obviamente era un tema que genera polémicas (a raíz de la conflictiva relación de Sartre con el PC) y de la no menos conflictiva relación de los intelectuales argentinos con la clase obrera, que era peronista. Los intelectuales claramente liberales (Sur) en lo único que podían llegar a adherir con intelectuales comunistas que profesen esa relación particular de la doctrina del compromiso, era el antiperonismo. Los denuncialistas recién se estaban pronunciando y no eran ni comunistas, algunos sí liberales, e intentaban practicar esa relación de compromiso e intelectualidad, pero todavía eran antiperonistas, o estaban empezando a entender el peronismo muy lentamente (o al menos a preguntarse qué era).

Desde Contorno también se marca una diferencia en este tema con los comunistas, por ejemplo, se levantan figuras como Arlt, quién no hubiese aceptado jamás el concepto colectivista que condiciona la acción y el pensamiento en el PC. Levantar esta figura tiene que ver con la concepción sartreana particular de lo “burgués” en la renuncia a la asunción de la propia e inevitable libertad. Luego, tiempo más tarde, sí un conjunto de intelectuales que vienen del existencialismo llegarán al marxismo.

Se empieza a diferenciar el grupo contestatario con Sur (no por el antiperonismo o la cuestión de la URSS) sino por la cuestión del compromiso político y el tratamiento de la “cuestión americana”, en donde emerge un objeto de estudio que es lo latinoamericano. La diferenciación se da al interior de Sur primero y luego en Contorno y Centro. Los cambios que se están empezando a dar tiene que ver con una herencia recibida de la década del ‘30 de disconformidad, de crisis, que va a dar surgimiento al sector “denuncialista”. Es un clima cultural con horizonte homogéneo luego de la segunda guerra y de la crisis del ’30.

Las primeras épocas de los “denuncialistas”, en Contorno, se ocupan de dedicarle gran análisis a Martínez Estrada (de Sur), en donde en un número entero de la revista dedicado a él y su obra, David Viñas escribe que Estrada es el representante de la generación del ’25, que asumió la democrática ocupación de ejercer la crítica, justamente en momentos tan difíciles como el contexto de la crisis del ’30, rompiendo con el ensayo complaciente, cristalizando una visión pesimista de la realidad ante tanta imagen previa de progreso. Ese criticismo realista tornaba alentadora “la viril compañía de Martínez Estrada, tan estimulante” (sic de Viñas) como depresiva era la de Lugones (sic de Terán). Luego algunos denuncialistas consideran como una rebelión inútil lo de M. Estrada.

Murena, con su obra Pecado original de América es quién venía tratando desde hace tiempo la cuestión americanista. Centro le dedica varios artículos a él y al tema también. D. Viñas invierte las consecuencias de ausencia de paternidad y de historia que padece A. Latina, y deduce en forma sartreana que esa falta permite actuar con absoluto libre albedrío. Advierte Viñas las consecuencias de la ausencia de paternidad en un espacio abierto para debatir que le dieron en Sur. Sebreli desde Sur mismo empieza a romper con la concepción murenista de América Latina. Murena decía que había que desechar las explicaciones económicas para explicar la expulsión y el sentimiento de pecado en América y, justamente, el predominio de la economía no es la causa de la situación pecaminosa de A. Latina sino una consecuencia [no queda claro o al menos yo no entendí bien la posición de Murena]. Correa critica desde Contorno a Murena y desde Centro Rozitchner también, básicamente a una obra teatral de Murena (“el juez”) que dice que tiene “caracteres regresivos”.

En 1955 Rozitchner realiza en Contorno una crítica a los intelectuales liberales. Luego en dos números posteriores (uno en 1956 y otro en 1959) se dedica a temas exclusivamente políticos. Esto ya va marcando un giro en la nueva expresión “denuncialista”. Además, se venía de un contexto de violencia política entre ‘53 y ‘55 (ataque a iglesias y a locales

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