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Los Bienes Terrenales Del Hombre


Enviado por   •  13 de Abril de 2015  •  795 Palabras (4 Páginas)  •  233 Visitas

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Capítulo I. — Clérigos, guerreros y trabajadores

Cap. 1: clérigos guerreros y trabajadores En este capítulo se nos hace una breve inducción hacia el feudalismo y su organización. Para empezar se nos habla sobre cómo se repartían las tierras el señor feudal y sus siervos(los campesinos).Senos muestra cómo se hacía un intercambio de favores entre señor y siervo, mientras que el señor feudal le daba vivienda y protección al siervo este debía cultivar sus tierras como las del señor feudal dándole cierta comisión por su bienestar.

Ahí se nos da una referencia de que diferencias tenia entre el siervo y el esclavo ya que el siervo tenía vivienda y protección mientras que el esclavo podía ser vendido pero no tenía ninguno de los bienestares explicados. Pero esto no significaba que el siervo tenía un mejor trato ya que este tenía que cultivar tanto sus tierras como las del señor...

Se hace aquí un análisis del sistema de posesión de la tierra en la época feudal, sustentando la tesis de que «la sociedad feudal consistía de estas tres clases, clérigos, guerreros y trabajadores, con estos últimos al servicio de las dos primeras, la eclesiástica y la militar. Así lo entendió por lo menos una persona que vivió en aquella época y que lo comentó en esta forma: ‘Para el caballero y el clérigo, ha de vivir quien hace el trabajo’» (pp. 13-14).

Durante todo el capítulo se insiste en la injusta situación a que se ve sometido el siervo: menos maltratado, es verdad, que el esclavo de otros siglos, pero, de todos modos, desposeído de todo derecho personal.

CAPÍTULO II. — Aparece el comerciante

Se narra, de una manera somera y sencilla, el cambio operado en la vida feudal con el incremento del comercio. Si, en un principio, el feudo era autosuficiente, poco a poco —con el crecimiento de la población— va haciéndose necesario buscar productos que no se tienen en él. Nace así el intercambio de cosas por cosas: el dinero aún se emplea poco. Va surgiendo entonces la actividad comercial, en lo cual influye mucho un hecho importante: las Cruzadas, que con sus grandes movimientos de personas de toda índole, van creando el interés por los objetos de otras regiones.

Nace así un género especial de personas, los comerciantes, que se encargan de poner las mercancías cerca de los lugares de consumo. Un núcleo importante en el Mediterráneo lo constituye Venecia, que fue —dice el autor del libro— una de las ciudades más beneficiadas por las Cruzadas. Al crecer el comercio se hace necesario efectuar las transacciones con mayor agilidad: el dinero adquiere un papel importante y nace entonces el cambista o «cambiador» de dinero.

CAPÍTULO III. — Vamos a la ciudad

Con el auge del comercio crece la población flotante, especialmente en puntos neurálgicos

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