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Los Martires De Chicago


Enviado por   •  4 de Diciembre de 2013  •  3.049 Palabras (13 Páginas)  •  288 Visitas

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Los Mártires de Chicago

Chicago era la segunda ciudad de EE.UU. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergarían a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo XIX.

Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de ocho horas. El hacer valer la máxima ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa. La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (la principal organización de trabajadores en EE.UU.), con una importante influencia anarquista.

Ya en 1886 el entonces presidente de los Estados Unidos, Andrew Johnson, había promulgado la ley Ingersoll que establecía las 8 horas de trabajo como una medida para combatir la angustiante desocupación, pero aunque en varios estados la ley fue reglamentada, permitieron en la práctica jornadas de 14 a 18 horas de trabajo hasta que la American Federation of Labor (AFL) convocó a una huelga nacional para el primero de mayo de 1886 en defensa del cumplimiento de la" Ley Ingersoll de las 8 horas" a la que se sumaron otras organizaciones, pero no así la gremial mayoritaria Noble Orden de los Caballeros del Trabajo.

La American Federation of Labor (AFL), en su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. En caso de no obtener respuesta a este reclamo, se iría a una huelga:

• Recomendaba a todas las uniones sindicales a tratar de hacer promulgar leyes con ese contenido en todas sus jurisdicciones.

• Esta resolución despertó el interés de todas las organizaciones, que veían que la jornada de ocho horas posibilitaría obtener mayor cantidad de puestos de trabajo (menos desocupación).

• Esos dos años acentuaron el sentimiento de solidaridad y acrecentó la combatibilidad de los trabajadores en general.

En 1886, el presidente de Estados Unidos Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las ocho horas de trabajo diarias. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes que permitían trabajar jornadas máximas de ocho y diez horas (aunque siempre con cláusulas que permitían hacer trabajar a los obreros entre catorce y dieciocho horas). Las condiciones de trabajo eran similares, y las condiciones en que se vivía seguían siendo insoportables.

La prensa calificaba el movimiento en demanda de las ocho horas de trabajo como, Periódicos como el New York Times describieron a los huelguistas como violentos, subversivos, extranjeros, alborotadores, mientras que el premio al tratamiento ruin de la prensa sobre lo ocurrido, bien podría otorgársele al Chicago Tribune por su postura editorial en estos términos: "El plomo es el mejor alimento para los huelguistas. La prisión y los trabajos forzados son la única solución posible a la cuestión social. Es de esperar que su uso se extienda". Además de otras opiniones como:

• "indignante e irrespetuoso"

• "delirio de lunáticos poco patriotas"

• Y manifestando que era "lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo".

La Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (la principal organización de trabajadores en EE.UU.) remitió una circular a todas las organizaciones adheridas donde manifestaba: "Ningún trabajador adherido a esta central debe hacer huelga el 1° de mayo ya que no hemos dado ninguna orden al respecto". Este comunicado fue rechazado de plano por todos los trabajadores de EE.UU. y Canadá, quienes repudiaron a los dirigentes de la Noble Orden por traidores al movimiento obrero.

La única fábrica que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormick que estaba en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad para la construcción de una iglesia, tras algunas fricciones entre los obreros que se negaban a entrar a la fábrica a trabajar, la policía arremetió con armas de fuego contra los huelguistas provocando heridos y varios muertos. El mismo día, también en Chicago, los obreros realizaron un acto de protesta en la Plaza Haymarket donde estalló un artefacto explosivo que mató a siete oficiales de la policía y causó heridas en otros. La policía abrió fuego contra la gente, se declaró estado de sitio y el toque de queda y se detuvo durante los días siguientes a centenares de trabajadores hasta quedarse con ocho sin presentar prueba alguna sobre su presunta responsabilidad.

Todas las versiones no oficiales sobre lo ocurrido, han asegurado que el juicio contra los detenidos fue "una farsa de principio a fin", teniendo como resultado que los 8 fueran declarados culpables, tres condenados a prisión y los cinco restantes a la horca. Se les recuerda a todos ellos como "Los mártires de Chicago" y paradójicamente, habiendo ocurrido en Estados Unidos la causa de la celebración del primero de mayo, es junto a Canadá y el Reino Unido uno de los países donde la fecha es oficialmente ignorada en su calendario cívico.

El 21 de junio de 1886, se inició la causa contra 31 responsables, siendo luego reducido el número a 8. Pese a que el juicio fue en todo momento una farsa y se realizó sin respetar norma procesal alguna, la prensa amarilla sostenía la culpabilidad de todos los acusados, y la necesidad de ahorcar a los extranjeros.

El grupo dirigente del Sindicato Obrero Central estuvo inmediatamente sentado en el banquillo de los acusados. August Spies, Michael Schwab, Adolph Fischer, George Engel, Louis Lingg, Albert Parsons, Samuel Fielden y Oscar Neebe fueron sometidos a juicio.

El 11 de noviembre de 1887 Spies, Engel, Fischer y Parsons fueron ahorcados. Unos días antes Louis Lingg se había quitado la vida en su celda. A partir de ese momento fueron conocidos como los "mártires de Chicago" y reivindicados como héroes de la clase trabajadora internacional durante muchos años. En su funeral desfilaron más de 25.000 trabajadores.

Los otros compañeros (Fielden, Schwab y Neebe) pasaron largos años en prisión hasta que el peso de las mentiras acumuladas obligó a una revisión del proceso que concluyó con la libertad de los tres sobrevivientes.

A continuación presentamos algunos datos importantes de cada uno de los 8 capturados al final de los disturbios de Haymarket

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