Los europeos cuando llegaron a américa no han prestado la atención a las maravillosas culturas como la de los aztecas, mixtecas toltecas y los mayas, entre muchos otros

“A principios del siglo XIX, los europeos que habían llegado a América, no podían ver a los nativos de otra forma que no fuera como unos salvajes, bárbaros, sin conocimientos e incapaces de crear una civilización.”[2] “Algunos los creían descendientes de los egipcios, los vikingos y hasta los chinos. Incluso los aventureros que se habían internado en la selva y visto con sus propios ojos las soberbias ruinas de templos y palacios no podían admitir que fueran obra de los indígenas.”[3] Esto demuestra muy bien el pensamiento y cultura tradicionales de la Europa moderna que creían que estaban en posesión de la verdad y todos los demás se equivocaban. También pretendían imponer su visión al mundo y esto no les permitía admitir que quizás el arte, arquitectura y conocimientos astrológicos de este “Nuevo mundo” eran tan buenos como los suyos y en algunos aspectos superiores. No les prestaron atención a las maravillosas culturas como aztecas, mixtecas toltecas y mayas entre muchas otras.

Antes de poder comenzar a explicar el redescubrimiento de éstos últimos, debo detenerme a aclarar quiénes eran. “Los mayas se distinguieron por ser una cultura altamente artística y científica”[4], se podría decir que una de las más intelectuales de la América Prehispánica. “Produjeron maravillosas construcciones, esculturas en piedra, frescos y bajorrelieves en madera.”[5] Formaron ciudades-estado y “desarrollaron el sistema de escritura más complejo de la América precolombina y su conocimiento de las matemáticas les permitió una asombrosa comprensión de la astronomía y el calendario”[6], sobresaliendo el hecho que junto con los sumerios han sido las únicas dos civilizaciones que han inventado una escritura sin hacerlo por imitación de otras culturas, como en el caso de los egipcios, babilonios, chinos, etc. Parece increíble pensar que estas culturas no contaban con ninguno de los avances tecnológicos que se usan hoy en día como por ejemplo el telescopio, e incluso les eran innecesarios, ya que a simple vista eran capaces de dominar los astros a tal grado que podían predecir eclipses y equinoccios. La más clara prueba de esto es la pirámide de Kukulkán en Chichen Itzá, en la que durante el atardecer de los equinoccios de otoño y primavera el Sol crea sombras que dan la impresión de que una serpiente está descendiendo por las escaleras del templo. También demuestra que usaban un calendario de 365 días, ya que la pirámide tiene éste mismo número de escalones, cada uno representando un día del año. De hecho contaban con un calendario con mecanismos de ajuste que lo hacían más preciso que los calendarios europeos. “Conocieron la esfericidad de la Tierra y predecían los eclipses”[7], a diferencia de los Europeos, que no fue hasta el descubrimiento de América que dejaron de creer en la teoría de que la Tierra era cuadrada.

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