Maestros Durante La Revolucion

La Revolución mexicana fue movimiento social que dio origen a muchos cambios y uno de los más notorios fue en la educación. Anterior a esto se encontraba en manos del clero y con muchas prohibiciones como: la libertad de expresión, de manifestación y de creencias, el derecho de huelga y la educación gratuita.

El movimiento luchó por razones democráticas, donde se incluían libertades y derechos que eran pisoteados mientras estuvo Porfirio Díaz en el poder.

Iniciada la batalla por el derrocamiento del gobierno de Don Porfirio Díaz, la educación se vio modificada a los intereses del gobierno, ya que con la revolución se buscaba la liberación de ésta, y volverla como actualmente la conocemos: pública, laica y gratuita.

Al movimiento revolucionario se unieron algunos maestros de aquella época, pues la mayoría de ellos no quisieron mezclarse con la política, es así que continuaron desempeñando su labor sin importarles el gobierno para el cual estuvieran trabajando; aún así se vieron afectados, debido a que sus sueldos fueron retenidos de manera temporal o por tiempo indefinido. Los cambios comenzaron a suscitarse a partir de 1917 con la desaparición de la SIPBA (Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes), como consecuencia, las escuelas primarias son transferidas a manos de los ayuntamientos del distrito y de los territorios federales. La formación de docentes continuó siendo como en la época del General Porfirio Díaz, sólo con algunos cambios. El más notable fue la interrupción del proyecto de federalizar la educación primaria, que conducía a la uniformidad de la enseñanza, buscando centralizarla en todo el país. En este tiempo, se destaca la persistencia por parte del magisterio en busca de su identidad, lo cual se ligaba con el reclamo de su territorio institucional. Aún así se cuenta con que en cada estado o grupo revolucionario tenía en sus filas a decenas de maestros que buscaban un lugar dentro de esta causa. Después se viene la oposición de los universitarios al nuevo gobierno encabezado por Francisco I. Madero, por lo que lucharon a favor de Victoriano Huerta; mientras que fuese de Díaz, Madero o Huerta, los maestros que no eran críticos con el gobierno. Estos tuvieron la facilidad de incorporarse al movimiento revolucionario y pos-revolucionario, por lo que se destaca el papel del magisterio antes y durante la Revolución, más que el de los universitarios.

Los normalistas buscaban, por su parte, ser más como los universitarios, constituyendo un grupo de profesionistas diferente a los demás profesionales. Pedían tener campo de trabajo, tener sus propias funciones y sus propias formas de ingreso, permanencia y movilidad profesional, pero también pretendían gozar del status que tenían los universitarios.

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