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Materialismo Historico


Enviado por   •  1 de Febrero de 2012  •  2.462 Palabras (10 Páginas)  •  344 Visitas

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Idealismo hegeliano

Hegel responde que uno debe investigarlo en la "noción" - en las peculiaridades del espíritu nacional. Y esto es totalmente lógico desde su punto de vista. Para Hegel, toda la historia es sólo "el desarrollo y la realización del espíritu universal." El movimiento del espíritu universal se lleva a cabo en etapas.

"Cada paso en el proceso, como diferente de cualquier otro, ha determinado su peculiar principio. En la historia, este principio es... el peculiar Genio Nacional. Es dentro de las limitaciones de esta idiosincrasia que el espíritu de la nación, se manifiesta concretamente, expresa todos los aspectos de su conciencia y voluntad -todo el ciclo de su realización. Su religión, su política, su ética, su legislación, e incluso su ciencia, arte y habilidad mecánica, todos llevarán su sello. Estas peculiaridades especiales encuentran su clave en esa común peculiaridad- el particular principio que caracteriza a un pueblo; como, de otro lado, en los hechos que la historia presenta en detalle, esa común característica principal puede ser detectada. "(Cf. Filosofía de la Historia, Pp.63-4.)

No hay nada más fácil que hacer el brillante descubrimiento de que la visión de Hegel de la historia del mundo por lo arriba indicado está permeado con el idealismo de la más pura agua. Como Hegel lo habría dicho, esto es obvio para todos, incluso para quienes nunca han estudiado en un seminario. Allí también, no hay nada más fácil que limitar la "crítica" de la filosofía hegeliana de la historia a un desdeñoso alzamiento de hombros debido a su extremo idealismo. Esto se hizo a menudo por personas que son en sí mismos incapaces de cualquier razonamiento consistente -gente que no está satisfecha con los materialistas porque ellos son materialistas; y que no está satisfecho con los idealistas porque ellos son idealistas, y están demasiado satisfechos con ellos mismos porque su propio del mundo desde su punto de vista está supuestamente libre de todos los extremos. En realidad, su propia perspectiva no es más que un guiso completamente indigesto de idealismo y el materialismo.

El estado de Hegel se revela así mismo nada más como el producto del desarrollo económico, aunque, según su explicación idealista, el estado "es la realidad de la Idea ética. La mente ética como sustancial se manifiesta y revela a sí misma, conociendo y pensando en si misma y logrando lo que sabe y en que medida lo sabe."[10]

"Un verdadero Estado", dice Hegel, "y un verdadero gobierno surgen sólo después de aparecer una distinción de las propiedades, cuando la riqueza y la pobreza llegan a ser extremas, y cuando tal condición de cosas se presenta a sí mismo una gran parte del pueblo no puede ya satisfacer sus necesidades en la forma en la cual estaba acostumbrado a hacerlo

Objetivos y Resultados

El hombre está dotado de conciencia; que establece objetivos definidos por sus acciones. Pero de esto, en absoluto se desprende que esta historia sigue la ruta que la gente desea. En el resultado de toda acción humana, siempre hay algo imprevisto y es este lado imprevisto que con frecuencia, o más correctamente casi siempre, comprende el logro más esencial de la historia, y es precisamente esto lo que conduce a la realización del "Espíritu del Mundo".

"En la historia del mundo un resultado adicional está comúnmente producido por las acciones humanas, más allá de lo que ellas apunten y obtengan" (Ibid., p.27)

Los hombres actúan como demanda sus intereses y como resultado de esto vino allí algo nuevo, algo que era, es verdadero, contenido en sus acciones pero no en su conciencia o en sus interacciones. (Ibíd., p. 27) Los Estados, las naciones y los individuos persiguen sus intereses privados y objetivos especiales. Por extensión, sus acciones son sin dudaconscientes y pensadas. Pero, mientras persigue concientemente sus objetivos privados (que son también como una regla perneada con seguros esfuerzos generales hacia el bien y el derecho), ellos inconscientemente logran los objetivos del "Espíritu del Mundo".

César luchó por la autocracia en Roma. Éste fue su objetivo personal. Pero la autocracia fue en ese tiempo una necesidad histórica. Por esta razón, realizando su objetivo personal, César prestó un servicio al "Espíritu del Mundo". En este sentido se puede decir que las figuras históricas, tanto como la totalidad de las naciones, son los instrumentos ciegos del "Espíritu." Los fuerza a trabajar en su propio nombre presentándose ante ellos como un cebo en forma de objetivos privados, urgiéndolos ir adelante con el acícate de la pasión, sin lo cual nada grande en la historia es logrado nunca.

En relación con los seres humanos no hay en este punto de vista Hegeliano nada de “desconocido" misticismo. La actividad de los seres humanos indefectiblemente se refleja en sus cabezas, pero el movimiento histórico no está condicionado por este reflejo mental. El curso de las cosas no está determinado por el curso de las ideas, sino por algo más, algo independiente de la voluntad humana, oculto a la conciencia humana.

La naturaleza accidental de los caprichos humanos y los cálculos ceden paso a la legalidad, y consiguientemente para la necesidad también. Esto hace "el idealismo absoluto" incuestionablemente superior al idealismo ingenuo de los iluministas franceses. El idealismo Absoluto suple a los iluministas tanto como el monoteísmo suple el fetichismo y la magia. La magia no deja ningún espacio para la legalidad en la naturaleza: esto presupone que "el curso de cosas" puede ser interrumpido en cualquier momento por la intervención del curandero. El monoteísmo atribuye al dios el establecimiento de las leyes de la naturaleza, pero reconoce (al menos en la etapa más alta de su desarrollo cuando deja de aceptar milagros) que el curso de las cosas está determinado de una vez por todas según estas leyes establecidas.

Por ello, el monoteísmo permite a la ciencia una gran cantidad de espacio. Exactamente, del mismo modo el idealismo absoluto, busca el arte de la explicación del movimiento histórico en algo independiente del capricho humano, plantea ante la ciencia el problema de la explicación de los fenómenos históricos de conformidad con la legalidad. Pero la solución de este problema elimina cualquier necesidad por la "hipótesis del Espíritu" - una hipótesis que demostró ser totalmente inútil a los efectos de tal explicación.

Si los puntos de vista de los materialistas franceses del siglo pasado en el curso de la historia fueron reducidos a la proposición de que el entendimiento humano rige

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