Misión Política Exterior Colombiana

Misión de política exterior de Colombia

A raíz de la multiplicidad de problemas a nivel de política exterior, la cancillería colombiana conformó una comisión para reflexionar y hacer un diagnóstico acerca de lo que Colombia puede y debe hacer para desarrollar una política exterior eficaz. Esta comisión estuvo integrada por siete expertos en la materia y contó con asesoría de dos invitados internacionales.

El trabajo de la mencionada comisión se circunscribe, a grandes rasgos, a los siguientes tópicos:

1. TRANSFORMACIONES EN EL ÁMBITO GLOBAL, RGIONAL Y NACIONAL.

Las tendencias cambiantes del ámbito internacional y regional hacen que Colombia cuente con opciones para formular y ejecutar su política exterior.

Es así como en el contexto global se han producido notorios cambios, tales como el colapso de la Unión Soviética y la consolidación de Estados Unidos como poder dominante; la estrategia estadunidense de la lucha contra el terrorismo, después del ataque del 11 de septiembre; la percepción mundial de que la intervención militar en Irak fue un fracaso.

Posteriormente se da un relativo debilitamiento del poder gringo, dándose una redistribución del poder internacional de Occidente a Oriente con procesos políticos y económicos que fortalecen la posición global de Asia, La posición privilegiada de Estados Unidos se esta erosionando por múltiples factores, pudiendo dar paso a un nuevo poder hegemónico, que puede ser China.

La noción de seguridad ha evolucionado, cambiando el concepto de seguridad física hacia la garantía de las condiciones de supremacía digna de las personas.

El terrorismo por razones ideológicas y libertarias ha sido reemplazado por el terrorismo fundado en razones teológicas y de odio. A esto responde Estados Unidos privilegiado la represión sobre la prevención de las causas de este fenómeno.

En cuanto al cambio climático ha surgido un gran debate internacional en torno al compromiso de cuidar el ambiente. La conferencia de Rio de Janeiro en 1992 da pie para otras conferencias y protocolos que buscan el comportamiento de reducir las emisiones de gases a la atmosfera; sin embargo, Estados unidos siempre se ha mostrado renuente a la crisis económica internacional mostró los desaciertos de la política económica de los países desarrollados, los cuales transmitieron al resto del mundo por medio de los mercados financieros y del comercio internacional. Además, puso en evidencia el vigor económico de Oriente y la fragilidad de Occidente, ya que las economías asiáticas han demostrado mayor solidez y capacidad de recuperación que las occidentales. Y es que el modelo de desarrollo de los países asiáticos depende de la preservación de una economía abierta al comercio y a los flujos financieros.

Por su parte, la globalización ha traído beneficios económicos y capacidad para generar riqueza; sin embargo, ha traído también un deterioro de la distribución del ingreso. En Asia más de 500 millones de personas salieron de la pobreza y hubo significativos progresos en cuanto a la participación ciudadana y a la democracia; entretanto, en América Latina y África loa pobreza cunde y la democracia ha sido remplazada por dictaduras directas y disfrazadas, otras. Hay tensiones entre los sectores urbano y rural en los países de rápido crecimiento económico.

En este aspecto, la ONU planteó las “metas del milenio” con miras a reducir los niveles de pobreza, inseguridad social y de género para el año 2015.

La guerra contra las drogas ha gastado cuantiosos recursos económicos y humanos con pocos resultados positivos, puesto que se ha utilizado una política represiva que no ha logrado acabar con la producción, procesamiento y rutas de distribución. Estas las desplazan de un lugar a otro, mientras el crimen organizado, la corrupción y la violencia continúan intactas.

El fracaso de la guerra contra las drogas ha hecho que varios sectores hayan empezado a plantear la necesidad de modificar la estrategia de la represión actual hacia políticas de salud públicas, educación y desarrollo.

En cuanto a los derechos humanos, estos se promueven en 1948 con la creación de la ONU como mecanismo para promover la paz internacional, Tras la declaración Universal de los Derechos Humanos, varias convenciones, tratados y declaraciones fortalecieron a estos.

Para una eventual solución del conflicto armado colombiano, el país enfrenta dos aspectos relevantes en cuanto a derechos humanos y el derecho internacional humanitario, DIH:

Uno, es el concepto de justicia transicional, referido a los esfuerzos para enfrentar un pasado de violaciones de derechos humanos, con miras a alcanzar la reconciliación y la paz. . Así la justicia transicional enfrenta un dilema que se origina en la necesidad de lograr simultáneamente la paz y la justicia. La manera como Colombia aplique la justicia transicional, en casos como la Ley de Justicia y Paz determinará la potencial participación de la Corte Penal Internacional para el caso de Colombia.

Otro, es el papel de la corte Penal Internacional, como instancia que coloca límites de posibilidad de los Estados de renunciar a enjuiciamientos por motivos políticos.

En lo relacionado con la inserción de la economía de Colombia en el mercado mundial ha sido precaria, ya que se ha basado en productos básicos como el café, el banano y las flores. A partir de la última década los productos mineros-energéticos pasan a la canasta exportadora del país.

Así la estructura del comercio exterior colombiano es vulnerable. La oscilación de los precios internacionales de los productos mineros-energéticos que el país exporta hace que los términos de intercambio, y por ende la tasa de cambio, sean muy variables. Esta situación plantea nuevos retos a la política macroeconómica, que debe impedir que los sectores transables de la economía sufran serios daños.

En lo relacionado con el tema medioambiental, Colombia es potencia mundial en biodiversidad y tiene enormes posibilidades en recursos estratégicos para el mundo, los cuales están llamados a convertirse en uno de los ejes de una nueva política internacional del país.

En cuanto a la cooperación internacional, Colombia tiene la oportunidad de fortalecerla, como un instrumento efectivo de su política exterior, pasando de ser receptor de cooperación, especialmente en materia de lucha contra la subversión y el narcotráfico, a ser un oferente internacional en esta y otras áreas.

En el marco de estas transformaciones ha surgido un nuevo escenario para los países en desarrollo. Estos

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