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Politica exterior colombiana 1946-1970


Enviado por   •  25 de Agosto de 2019  •  Ensayos  •  1.503 Palabras (7 Páginas)  •  115 Visitas

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Los más altos intereses del país deberían primar al momento de realizar los nombramientos en cargos tan delicados como el servicio exterior.

profesionalizar la política exterior y acabar con la ideologización.

explora vínculos más profundos con aliados naturales como Chile y Perú. La apertura a la región y al mundo es auspiciosa. Sin embargo, para poder llevarla a cabo, Colombia debe avanzar en las respuestas a los problemas internos que enfrenta, sin las cuales las buenas intenciones podrían quedar en la nada

la ideologización  configuración de sus relaciones exteriores. Impactos en las condiciones de pol exterior.

La política exterior colombiana se ha caracterizado por el gran apego a Estados Unidos como aliado político, militar y comercial; comportamiento que ha marcado las relaciones del país desde la primera mitad del siglo XX. Esta faceta de la política exterior de Colombia recibe el nombre de Respice Polum y ha constituido la columna vertebral del comportamiento del país en el escenario internacional, aunque también la participación en organizaciones internacionales es parte de la tradición exterior colombiana.

Por un lado, el realismo periférico puede explicar este comportamiento del Estado colombiano. Esta teoría nace en los ochenta, sin embargo, es útil para entender la fidelidad de Colombia al Respice Pollum desde sus inicios en la década del veinte. Adecuado en nuestro contexto debido a que nace desde un punto de vista latinoamericano, el realismo periférico establece que el “orden internacional estratifica los Estados en un orden jerárquico (…) [donde] cuanto más débil es un país, más bajo es el umbral de [su] autonomía externa (...)” (Escudé, 2012, p.19).

Esta relación de subordinación con Estados Unidos se mantuvo en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, solo que ahora incorporaba un nuevo elemento: el apoyo al anticomunismo liderado por el país norteamericano en el contexto de la Guerra Fría a cambio de inversión para el desarrollo económico .

l mayor ejemplo de esta “nueva faceta” del Respice Polum fue la Alianza para el Progreso (APP); programa estadounidense de cooperación financiera promovido por el entonces presidente John F. Kennedy y que se desarrolló en varios países latinoamericanos durante la década de los sesenta. La APP en el discurso fue promocionada como parte de la voluntad de Estados Unidos para luchar contra el subdesarrollo en la región, apelando a valores panamericanos, pero lo cierto es que la APP, fue otra herramienta estadounidense para buscar frenar el avance comunista en la región, en especial tras la Revolución cubana y la influencia que esta podría tener en el resto de países latinoamericanos.

En esta época, momento en el que se vive el Frente Nacional, además se urgían reformas que estabilizaran el país tanto en lo económico, ya con tintes de la influencia cepalina (ISI3 ) --que se analizará más adelante-- como en lo securitario-social, al tratar de calmar la violencia intensa de la que se venía tras la muerte del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán en 1948. “Colombia se convirtió entonces en la “vitrina” de la APP en virtud de tres factores: la condición de aliado incondicional de Estados Unidos, la voluntad política de llevar a cabo las reformas y la necesidad en Washington de mostrar resultados.

Colombia parece estar de acuerdo con dicho supuesto y ha buscado una gran participación en los organismos internacionales, a la vez que históricamente ha respetado muchos de los principios del Derecho Internacional.

Aunque de relativa corta duración, este “espacio teórico” en la política exterior colombiana le permitió al presidente Alfonso López Michelsen establecer un Respice Similia en su gobierno, es decir, un acercamiento con los vecinos de la región más que con la potencia

Guerra fría: 1947-1991.

Frente Nacional: 1958-1974.

1946 trajo consigo, a través del triunfo del conservador Mariano Ospina Pérez, la salida del liberalismo del poder en Colombia tras dieciséis años de mandato. Esto no implicó alteración alguna en la política exterior colombiana, pues en ese entonces su accionar se encontraba influenciado por los fenómenos que tomaban lugar en la política internacional: el mundo estaba dividido en dos bloques que, aunque no llegaron a enfrentamiento alguno, incidieron tanto en la toma de decisiones de los demás Estados que limitó entonces la realización de política exterior en países militarmente débiles, que debían -aunque según Truman dicha elección no fuese siempre libre- escoger entre alguno de ellos, bien sea capitalismo o comunismo.

Colombia se convirtió así en zona de influencia norteamericana en su batalla anticomunista. No es novedad que este país se ha caracterizado a lo largo de la historia por una estrecha relación con Estados Unidos en su política exterior, haciendo de la doctrina Respice Polum la columna vertebral de su comportamiento, la cuestión a destacar es que dentro de este nuevo contexto se incluía ahora un novedoso elemento: el apoyo al país norteamericano en la lucha anticomunista en el período de la Guerra Fría a cambio de inversión para el desarrollo económico.  El apego y subordinación de nuestro país a los intereses estadounidenses puede ser explicado por la teoría del realismo periférico, que entiende que el orden internacional es jerárquico y que cuanto más débil es un país, más bajo es el umbral de su autonomía externa, de este modo, podemos entonces percibir una clasificación entre los Estados: los que dan las órdenes, los que las obedecen, y los que se rebelan.

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