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Monografía Sarmiento


Enviado por   •  25 de Marzo de 2014  •  20.406 Palabras (82 Páginas)  •  293 Visitas

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Introducción

Domingo Faustino Sarmiento es, a mi parecer, uno de los personajes de la historia argentina más ricos para analizar.

A la hora de la elección del tema para la presente monografía no dude en elegir el ex presidente cuyano como tema de la misma.

Como todos sabemos, Sarmiento tuvo muchas facetas en su vida. Además de cumplir cargos en la función publica tanto como Presidente de la República como gobernador de la provincia de San Juan, el prócer fue un excelente escritor, quizá la mejor pluma del siglo XIX.

Fue pasional y enérgico en todo lo que hizo, creyendo siempre en que el cambio era posible, ya que era un eterno inconformista.

Una característica de Domingo Faustino fue que a la hora de escribir o decir ciertas cosas nunca fue político, es decir, sus escritos, sus opiniones, no tenían la intención de quedar bien con ninguna persona, institución o sector social. Tanto en sus libros, como en su correspondencia o en sus discursos, él siempre dijo sin ningún tipo de tapujos, lo que pensaba.

Esta característica de Sarmiento no siempre fue aplaudida por la opinión, y es que, en realidad, su pluma era demasiada precipitada, demasiada comprometida con él mismo pero sin pensar en el lector, él autor mismo reconocerá esta característica en él, diciendo, en su vejez, que no era un gran seguidor de sus propios escritos y reconociendo que las palabras transitaban demasiado rápido del pensamiento a la hoja.

Sin embargo, el sanjuanino es bien conocido por su inmenso ego. Su estima de si mismo era tan grande que cuando ya cumplía funciones gubernamentales lo llamaban “don yo”, apodo del que él, incansable polemista, no renegaba, y es más, afirmaba.

Todas estas características de la personalidad de Domingo Faustino Sarmiento son excelentemente descriptas por Alejandro Korn, que así lo retrataba:

“Sarmiento era una naturaleza impulsiva e intemperante. Carece de la expresión reposada, no se complace en anfibologías de oráculo; a su actitud siempre polémica poco le importan los intereses o prejuicios que hiere, aún a riesgo de desdecirse o corregirse luego. Le faltaba a su cráneo, como él mismo decía, la joroba frenológica de la veneración y en ocasiones guardaba poco respeto aún a lo respetable. Asimismo, su palabra apasionada y excesiva nunca degenera en frase. Desconoce la especulación abstracta, pero jamás cae en el lugar común o en el verbalismo retórico. No tuvo, ni le intereso tener, el solaz para la obra literaria o filosófica. Para escribir había de tener un tema concreto o un adversario tangible. […] Su inteligencia, no inferior a su voluntad, pero al servicio de esta, no podía ser sino un instrumento de acción positiva”

Hoy, Sarmiento es más conocido por sus escritos que por su actividad en cargos públicos para la mayoría de las personas

Cuando se habla del cuyano es mucho más factible que la discusión, o el dialogo, gire en torno a su bibliografía, que en torno a su presidencia; es mucho más posible que la charla gire en torno a su famoso libro, Facundo o civilización y barbarie, que en torno a la gestión de los fondos públicos en su presidencia, por ejemplo.

Y muchas veces es este libro, Facundo, el que hace que Sarmiento sea un prócer detestado por algunos e idolatrado por otros.

En mi opinión lo que un hombre hace es más importante que lo que un hombre dice, es decir, a la hora de juzgar a una persona sea un personaje histórico o un contemporáneo me parece mas importante su accionar, lo concreto, que lo que diga o escriba.

Lo que quiero tratar de hacer en esta monografía es descifrar si Domingo Faustino Sarmiento fue un hombre coherente entre lo que escribió, esto es, sus opiniones, proposiciones e ideas y lo que realizó en la función publica en la gobernación de San Juan y, por sobre todo en la Presidencia de la Nación.

Es decir, una persona puede escribir propuestas y opiniones maravillosas y después, a la hora de la acción, hacer todo lo contrario, cayendo en el desastre, el fracaso y la corrupción.

Por otro lado una persona puede escribir cosas desagradables, tener opiniones que son enteramente negativas en lo que respecta a la ética y a la moral y, sin embargo, en su accionar ser distinto a lo que se espera y obrar de una forma positiva.

Lo anterior son casos de incoherencia entre la palabra y la acción. Pero también una persona puede ser coherente en estos dos estados. Para bien o para mal, según cada persona opine, obviamente, ya que la opinión es obviamente subjetiva.

Pero creo que en la realidad no todo es tan negro ni todo tan blanco. Es decir, la historia, y las personalidades que en ella se destacan, son siempre complejas, y para analizar estos fenómenos nuestro análisis tiene que ser complejo también.

A lo que intento aludir es que Domingo Faustino Sarmiento no fue un prócer perfecto, cometió, para mi punto de vista, muchos errores desde el ponto de vista ético, estratégico, patriótico, etc. Pero tampoco era una persona despreciable y falta de talento. Es un hombre, y como tal, tiene sus defectos y sus virtudes.

En mi humilde opinión, las virtudes son más numerosas que los defectos en el Sanjuanino. Pero, como dije antes, este tipo de personalidades merecen un análisis más complejo para juzgarlos.

Muchas personas emiten su juicio sobre este personaje histórico a raíz de la lectura de su libro Facundo. Este libro, creo yo, es una gran obra, pero muchas de las opiniones allí vertidas por el autor son más fruto de la coyuntura de ese momento, esto es, el enfrentamiento con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, y esta circunstancia hace, en mi opinión, que el libro en mucho de sus pasaje sea más un folleto “contra Rosas” que un verdadero libro donde se vean reflejadas sus verdaderas intenciones.

Lo que voy a tratar de hacer en este trabajo es un análisis comparativo entre lo que Domingo Faustino Sarmiento escribió, en la primera parte de su vida, durante el gobierno de Rosas y lo que luego realizo en la gestión pública.

Se sacaran citas con sus opiniones, ideas y proyectos, sobre todo de su libro más reconocido, el Facundo, pero también de algunas otras obras del sanjuanino. Y se campará con lo que el cuyano realizó en la gobernación de San Juan y, sobre todo, en la presidencia.

Esta comparación no trata de emitir un juicio de valor sobre el cuyano, sino, de ver que correlato hay entre la palabra y la acción en un personaje histórico. No se analizara si esas palabras o esos hechos son buenos o malos, correctos

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