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Movimiento Estudiantil De 1968 En México


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2012  •  1.720 Palabras (7 Páginas)  •  715 Visitas

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por Michael Morales

El Movimiento estudiantil de 1968. En primer lugar, comenzó por la violación de la autonomía, entre el 26 al 29 de julio de 1968, varias escuelas entran en un paro de labores, los granaderos y el ejército entran a varias de las escuelas, entre ellas, la Prepa 1. El 26 de agosto de 1968, una marcha se dirige al zócalo capitalino y ésta es la primera vez que se insulta públicamente al presidente mexicano, Gustavo Díaz Ordaz Anteriormente no era evidente que se le insultara al presidente, por el término “Jefe Máximo”.

La madrugada del 28 de agosto de 1968, se abren las puertas del Palacio Nacional, de donde salieron tanques del ejército para dispersar a los manifestantes. El 18 de septiembre de 1968, el ejército invade la Ciudad Universitaria de la UNAM. El 24 de septiembre de 1968, el ejército invade el Casco de Santo Tomás, sede del IPN.

El 1 de octubre de 1968, el ejército se retira de la UNAM y el IPN.

La tarde del 2 de octubre de 1968, un día después de la salida del ejército de los campus de la UNAM y del IPN, miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.

El movimiento estudiantil de 1968 es muy importante porque entre otras características permite exponer el compromiso de la UNAM con la acción social y con las instituciones de nuestro país. La imagen más poderosa de este movimiento fue que abrió la puerta para la democratización política del país. Esto fue así porque de este movimiento emanaron personajes de la vida política nacional que posteriormente van a contribuir decididamente a la construcción de instituciones y procesos democratizadores del país. Encontramos por ejemplo a José Woldenberg, que impulsa una institución con la cual las elecciones lograron una mejor calidad. Otros triunfos del movimiento son la reforma política, la legalización del partido comunista, la apertura de todo el sistema institucional político, de las cámaras, los partidos, de los sistemas electorales, etcétera. Por ello el corazón del movimiento fue poner en jaque a la estructura autoritaria y excluyente en la que se vivía antes de este movimiento. Destacó también la participación del rector de la Universidad, Javier Barros Sierra, quien con su valiente protesta ante hechos como el bazucazo que destruyó la puerta de la escuela preparatoria número 1, contribuyó a legitimar al movimiento y a reblandecer el autoritarismo del gobierno mexicano. Este papel democratizador del movimiento fue posible por la riqueza de expresiones y alianzas con que se conformó. Desde antes del movimiento, las Facultades habían cultivado un poderoso ambiente de protesta que se alimentó de la “revuelta cultural mundial”, del mayo francés, del movimiento situacionista, de los cineclubs de las luchas anticolonialistas, de la guerra de Vietnam, del poder negro de Martin Luther King, entre tantos otros. En el movimiento hegemoniza la acción la corriente politizada de la izquierda universitaria, que constituye el Consejo Nacional de Huelga (CNH). También destacan las alianzas de los profesionista, profesores y alumnos universitarios con jóvenes radicales, con las clases populares, con los obreros, la izquierda mexicana y sus partidos políticos, las clases medias. Es el sector de profesionista que va a golpear por más de 10 años y va a reblandecer el autoritarismo y el verticalismo del país. Por otra parte, aunque el movimiento alimentó con los años la construcción democrática del país y comenzó de alguna manera como un acto festivo, se fue convirtiendo en un movimiento político vertical, que terminó en drama y sangre. Una pregunta clave para entender esto es: ¿fuimos capaces en algún momento los estudiantes del 68 de establecer un espacio realista y de dialogo, y aceptar llegar a acuerdos? La respuesta es, no. En este sentido el movimiento también expreso una lógica “del suicida y del asesino”, pues sin voluntad de dialogar se trató de enfrentar la estructura piramidal del Estado, cuyo sentido era "o los aplasto o me tumban".

El contexto internacional

El año del 68 a nivel internacional estuvo marcado por uno de los picos más altos del boom capitalista de la posguerra, este boom vino acompañado por un desarrollo de las fuerzas productivas. En específico en Europa la reconstrucción trajo consigo la inversión de fuertes sumas de dinero en medios de producción. La correlación de fuerzas había fortalecido enormemente a la clase obrera, esto era totalmente desapercibido para la gran mayoría de los dirigentes de “izquierda”.

En America Latina existía una naciente generación de jóvenes que estaban inspirados por los acontecimientos de la revolución cubana del 59 y en el ejemplo del Che; ambos eran baluarte del activismo en las universidades. Los movimientos de liberación nacional y contra las intervenciones imperialistas también jugaron un papel muy activo en la agitación política, uno de los movimientos más emblemáticos por la resonancia que tuvo a nivel internacional fue la que provocó la intervención imperialista en Vietnam. Estas movilizaciones no sólo arrastraron nuevas capas a la lucha política sino que en muchas ocasiones fungieron como accidentes que aprovechó la necesidad para materializar verdaderas movilizaciones de masas que, como en el caso de Francia, terminarían en procesos revolucionarios.

Gracias a este Boom la burguesía se daba el lujo de agitar sobre una nueva “gran sociedad” en la cual las

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