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Movimiento Estudiantil


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2014  •  1.847 Palabras (8 Páginas)  •  164 Visitas

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Una ventaja de estudiar el movimiento de 1968 es la oportunida de analizar un evento que a más de 40 años de sucedido está por completo documentado, como lo menciona Rodríguez Munguía en su libro “1968: Todos los culpables”, queda muy poco por saber, o casi nada. Ya que existen muchos papales y registros de los culpables, a esto se suma la memoria y también muchos archivos que lo prueban.

Al principio lo que detonó el conflicto fue un enfrentamiento entre estudiantes el 22 de julio de 1968, en la plaza de la Ciudadela, en el Distrito Federal, dos grupos de estudiantes se vuelven a encontrar, los estudiantes adolescentes son de las vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional y de una preparatorio de la Universidad Nacional Autónoma de México, Isaac Ochoterena, al parecer las razones son meramente deportivas, entre jugadores de futbol americano.

Luego de las pedradas a estudiantes preparatorianos, las preparatorias 2 y 6 de la UNAM cobran venganza y apedrean a la vocacional 2 del Politécnico. Lo que parecía un evento intrascendente se convirtió en un polvorín con la intervención del cuerpo de granaderos del DF. Pero esta intervención de los policías en lugar de controlar atizó más los ánimos de los estudiantes. A todo esto hay que sumar la intromisión de porros de la UNAM y de los que en todo momento tuvo conocimiento la policía de granadores. Ahí comenzaría la historia de 1968, con un simple enfrentamiento entre estudiantes y luego entre policías de la ciudad de México.

Aquellos días no fueron de pasividad para los estudiantes preparatorianos y el gobierno que los confrontó, la ciudadanía que parecía inmóvil ante las decisiones en un extremo cerradas del gobierno del presidente Díaz Ordaz, de alguna forma como lo señala el investigador Sergio Aguayo, salió a combatir al autoritarismo y se plateó si la lucha tenía que ser con los votos o con las balas. Y esto dividió a los bandos en dos grandes visiones; por un lado estaban los que plateaban una lucha violenta para lograr derribar el autoritarismo intolerante que galopaba en el viejo régimen; aquí quiero mencionar que los movimientos armados que se gestaron en ese momento no sólo eran de izquierda, en un artículo publicado para la revista Ibero, de la Universidad Iberoamericana, Aguayo Quezada menciona que no fue el caso y arroja un dato interesante; los “grandes esfuerzos” que realizó el destacado panista Luis H. Álvarez, quien tuvo que contener al grupo de panistas minoritario que se manifestó por hacer uso de la violencia.

Ante todas estas voces que se inclinaban por la violencia como medida efectiva para retar al sistema prevalecieron siempre las voces de los pacíficos, que buscaban los cambios políticos y veían en el movimiento del 68 una oportunidad política para abrir los espacios de la libertad de expresión. Y así poder lograr la transformación democrática de México.

El 68 fue la explosión de las conciencias, hubo mentadas de madre para el presidente y éste a su vez llamó a los estudiantes “hijos de la chingada”. Una de las figuras más trascendentes de estos eventos fue el entonces rector de la UNAM, Javier Barrios Sierra, ícono a la postre, quien tuvo una importante participación en una marcha contra la violencia gubernamental denominada “marcha del silencio”, y que sentó las bases para una alianza entre profesores y estudiantes.

¿Cuál era el pliego petitorio que pedían los estudiantes que desató la ira gubernamental del presidente Díaz Ordaz? Hubo uno específicamente que alteró la sensibilidad política del régimen; había un punto transitorio que pedía el diálogo público con el gobierno y que se ´planteaba como fundamental para solucionar los seis puntos del pliego petitorio.

En el análisis del 68 queda de manifiesto la nula tolerancia que mostró Díaz Ordaz, pero también la falta de negociación política con los disidentes, quizá no calibró el peligro que representaban, y más seguidor de la represión que del diálogo usó con saña la fuerza del Estado a su disposición. Fue un mal cálculo.

Hay que señalar que antes cuando Díaz Ordaz fue secretario de Gobernación durante el sexenio de Adolfo López Mateos, ante la amenaza de huelga en Ferrocarriles Nacionales despidió sin más a 13 mil obreros. Ahí quedaría el dato de su dureza.

Señalar que la clase media era cada vez mayor y con más ganas de conocer otros panoramas y por lo tanto conocían nuevas formas de protestar. La mariguana no tenía que ser traída de otros lados, se podía conseguir por los adolescentes con abudancia por todo el territorio del país. El movimiento del 68 fue un movimiento de disicencia urbana y agitado por clases medias y medias bajas.

También jugó el papel internacional de México en 1968, seríamos sede de los Juegos Olímpicos y el presidente, fanático de la paz, tendría que preservarla. Después del bazucazo a la Prepa 1, que causó conmoción, desató la marcha del silencio a la que acudieron más de 50 mil estudiantes y maestros, un verdadero ejército de incoformes. Pero no sería la única, hubo muchas marchas de repudio al gobierno priista.

Después de aquello estalló la huelga en el Politécnico, la UNAM, y prepas y universidades de todo el país, y se formaría el brazo radical y dialogante Consejo Nacional de Huelga CNH), que fue integrado por doscientos representantes de escuelas.

Ya con el CNH se organizó un marcha al zócalo donde marcharon 200 mil personas, ahí llenaron la plaza, y generalizaron su repudio al régimen priista. Pero ya no solo eran estudiantes sino algunos trabajadores y enfermeras. Fue esta la gestación de un movimiento reinvindicativo de los derechos de la ciudadanía ante al calificativo que le dio Octavio Paz al régimen priista, el de “ogro filantrópico”.

Fueron diferentes contingentes solidarios entre sí, fue el movimiento y el adversario fue el gobierno. Aquí cabe una mención, los integrantes del movimiento eran de alguna parte beneficiarios del régimen. No eran iletrados y hombres muriendo de hambre los que alzaron su voz en las múltiples manifestaciones, fue la clase media en cierto sentido la que habló en todas ellas. Fue su frustración ante las políticas

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