Mujer Lactancia

MUJERES Y LACTANCIA

A lo largo de los siglos XVII y XVIII, la maternidad y la crianza de los niños y niñas llegó a un grado en el cual las madres de clase media alta, así como las aristócratas, sobre todo en las zonas urbanas, se desentendían totalmente de sus hijos desde el nacimiento, dándoselos a nodrizas o «amas de pecho», quienes vivían casi siempre en zonas rurales. Muchas madres no volvían a ver a sus hijos e hijas hasta que las nodrizas los destetaban, a los tres años. Grandes cantidades de estos niños y niñas morían antes del destete.

Ya en los siglos XVIII y XIX, Rousseau planteaba “la educación de las mujeres, finalmente, debía dirigirse sobre todo a producir un ser que fuera «el complemento, el placer y la madre para el hombre [... ] Ella deberá aprender mucho, pero 'solamente aquello que le conviene saber' [... ] No se la obligará a aprender a leer ni escribir hasta que ella no sienta la necesidad, es decir, cuando ella piense en los medios para gobernar bien su casa». Por todo esto la mujer tiene que ser educada para la docilidad, y para poner siempre los intereses de los otros, sobre todo de los varones, por encima de los propios, hasta tal punto que vivirá tan recluida en su casa como la monja de clausura en su claustro. 14

Napoleón fue un fiel seguidor de Rousseau, e instituyó su Código Civil, cuyo artículo 212 sanciona la autoridad viril y la sumisión femenina en el matrimonio. En la reforma educativa napoleónica, la educación de las mujeres debe ser tal que produzca seres dedicados totalmente a las labores domésticas, que vivan felices en esta situación, y que sepan criar bien a sus hijos. La devoción y el sacrificio deben serles inculcados desde muy jóvenes.15

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