Mundos Distintos En Un Mismo Mundo

El Sistema Internacional cuenta con una colaboración participativa entre los países del mundo, en donde también existen organismos internacionales que facilitan la cooperación en asuntos como la paz y seguridad, el Derecho Internacional y los derechos humanos (ONU).

Pero, ¿Qué pasa con los países que se rigen por una cultura que pone en juego la libertad, la vida y los derechos humanos? ¿Puede el poder de los organismos internacionales luchar contra una corriente existente de siglos pasados?

Actualmente hay un choque de mentalidades: mentalidad antigua versus mentalidad moderna. Por ejemplo, en algunas partes del mundo hay países luchando por legalizar el matrimonio homosexual; y en otras, esta misma situación ya está puesta en marcha. Sin embargo, según ILGA (International Lesbian, Gay, Bisexual, Trans And Intersex Association) en el mismo siglo y planeta, pero en otra parte del globo, países seguidores del Islam tales como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irán, Mauritania, Somalia, Sudán del sur y Yemen, condenan a las parejas homosexuales a castigo de pena de muerte, ya que esto es un pecado ante los ojos de Dios (Alá).

Por otra parte, en dichos países, donde predomina la religión musulmana, las mujeres son vistas como un objeto. Simples esclavas que nacieron para ser esposas y servir al hombre.

Así lo demuestra el caso de las 200 jóvenes secuestradas en Nigeria el 14 de abril por el grupo terrorista Boko Haram, movimiento que ve la educación occidental como un pecado, y aparentemente se basa en la teoría realista, ya que utiliza el poder a cualquier costo sin importar ningún tipo de moral para conseguir sus objetivos. Utilizan el poder para pasar a llevar los derechos de las personas, no importa si tienen que secuestrar, violar o matar: “El fin justifica los medios”.

Desde el año 2010 Boko Haram ha atacado a distintos centros educativos, en donde han llegado a matar a centenares de escolares. En consecuencia, 10.000 niños son privados de ir a las escuelas, en especial las niñas, quienes son secuestradas y en muchas oportunidades terminan siendo esclavas sexuales.

Según un informe de la CNN, Abubakar Shekeau, miembro del grupo terrorista islámico, declaró: “Yo secuestré a sus niñas. Las voy a vender en el mercado, para hacer la voluntad de Allah. Hay un mercado para vender seres humanos. Allah me dijo que las debo vender. Voy a vender a estas niñas. Yo vendo niñas”.

Entonces… todo se rige bajo la voluntad de Dios; un dios sin mayúscula, porque no es real. Un dios injusto que permite la violación a los derechos humanos. Sin embargo, ésta religión antaña está inculcada desde hace miles de años en quienes la practican. Ellos creen que hacen lo correcto, la mujer no debe recibir educación. Así lo desea dios. Es por eso que probablemente nunca haya arrepentimiento, y no es tan descabellado pensar que la cultura musulmana denigre y maltrate a la mujer eternamente, como lo viene haciendo desde hace siglos pasados.

Por otra parte, se ha visto poca eficiencia del gobierno nigeriano, que ha recibido numerosas críticas por parte de otros gobiernos. ¿Será que no han actuado adecuadamente por miedo a poner en peligro la vida de las jóvenes? O malpensando: ¿Será que realmente en este país las mujeres no son tan importantes?

Varios países se han visto preocupados por la situación y han ofrecido su ayuda a Nigeria para encontrar a las niñas. Estados Unidos y Reino Unido ya han enviado a expertos. Mientras que el presidente Goodluck Jonathan ha asegurado sentirse optimista respecto a la liberación de las jóvenes, sin embargo, las noticias no son tan esperanzadoras según el ex presidente, Olusegun Obasanjo, quien considera prácticamente imposible que regresen las más de 200 niñas; y además estima que la mitad nunca será encontrada.

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