NEOCLASISMO
roro022512 de Septiembre de 2012
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ENFOQUE NEOCLÁSICO (Proceso Administrativo).
Aun con la gran influencia de las ciencias del comportamiento en la teoría
administrativa, los puntos de vista de los autores clásicos siempre han subsistido. A
pesar de la crítica a los postulados clásicos y a los nuevos enfoques de la
organización, se comprueba que el enfoque clásico, nunca fue sustituido del todo
por otro enfoque. Todas las teorías administrativas se sustentan en la teoría clásica,
ya sea como punto de partida o como crítica para intentar una posición diferente, y
siempre están íntimamente relacionadas con ella.
El enfoque neoclásico es, otros términos, la teoría clásica adaptada al modelo de las
empresas actuales, dentro de un apartamiento que aprovecha la contribución de
todas las demás teorías administrativas.
Peter Drucker destaca que:
Hoy en día se menosprecia a Taylor y se desacredita su anticuada psicología,
pero fue el primero que no aceptó el trabajo como un hecho dado, sino que lo
examinó y estudió a fondo. La manera como enfocó el trabajo sigue siendo el
elemento básico. Y aunque Taylor fue un hombre del siglo XIX, partió de los
objetivos sociales y no de la ingeniería ni del lucro en su análisis del trabajo. Lo
que motivó a Taylor en su enfoque y en su existencia fue, en primer lugar, el
deseo de liberar al trabajador de la carga excesiva de trabajo, que destruye no
sólo el organismo sino también el alma. En segundo lugar, la esperanza de
romper la ley de hierro de los salarios, combatida por los economistas clásicos
(incluido Marx), la cual condenaba al trabajador a la inseguridad económica y a
resignarse a la miseria. La esperanza de Taylor –y eso se consiguió en gran parte
en los países desarrollados- era lograr una vida digna para el trabajador
mediante una mayor productividad de su trabajo.
Por otro lado, en Francia, Fayol intentó dar una estructura de la organización y
desarrolló el primer enfoque racional de organización de la empresa.
Con el trabajo de esos dos ingenieros se inició "la moda de la administración",
ocurrido después de la Primera Guerra Mundial. El enfoque clásico nunca fue
totalmente sustituido de ello resurge ampliado, revisado y mejorado en las teorías
neoclásicas, ampliamente conocidas en las instituciones universitarias.
El enfoque neoclásico se basa en los siguientes aspectos:
1. La administración es un proceso operacional compuesto de funciones:
planeación, organización, dirección y control.
2. Dado que la administración abarca una variedad de situaciones
empresariales, requiere fundamentarse en principios de valor explicativo y
predictivo.
3. Estos principios pueden convertirse en puntos focales para la
investigación útil, tanto para verificar su validez como para mejorar su
aplicabilidad.
4. Estos principios pueden proporcionar elementos, en cuanto no sean
invalidados y en la medida en que sean exactos, para formular una teoría útil
a la administración.
5. La administración es un arte que, como la medicina o la ingeniería, debe
apoyarse en principios universales.
6. Los principios de administración, al igual que los correspondientes a las
ciencias lógicas y físicas, son verdaderos, aunque un practicante los ignore
en una situación dada, ocasionando pérdidas por tal ignorancia.
7. A pesar de que la cultura global y el universo físico y biológico afecten de
diversas formas el medio ambiente del administrador, del mismo modo que
todo campo de la ciencia o del arte, la teoría de la administración no necesita abarcar todo el conocimiento para servir como fundamentación
científica de los principios de administración.
El enfoque neoclásico "consiste en identificar las funciones de los administradores
y, en seguida, deducir de ellas los principios fundamentales de la complicada
práctica de la administración". Se trata de un enfoque ampliamente utilizado en la
actualidad.
El enfoque neoclásico se analizará más adelante...
Teoría neoclásica de la Administración
La expresión teórica neoclásica es un poco exagerada. Aunque los autores aquí
considerados (Peter F. Drucker, Ernest Dale, Harold Koontz, Cyril O’Donnell, Michael
Jucius, William Newman, Ralph C. Davis, George Terry, Morris Hurley, Louis Allen,
sin contar con los autores de la escuela de la administración por objetivos) no
presentan puntos de vista desiguales, tampoco se preocupan por alinearse en una
orientación general. Los autores neoclásicos no forman propiamente una escuela
definida, sino un movimiento relativamente heterogéneo, a pesar de que algunos
autores la denominan escuela operacional, escuela del proceso administrativo o,
incluso, enfoque universalista de la administración, preferimos la denominación
teoría neoclásica para facilitar el aspecto didáctico y la presentación.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LA TEORÍA NEOCLÁSICA
Las principales características de la teoría neoclásica son las siguientes:
1. Énfasis en la práctica de la administración.
2. Reafirmación relativa de los postulados clásicos.
3. Énfasis en los principios generales de administración.
4. Énfasis en los objetivos y en los resultados.
5. Eclecticismo.
NEOCLÁSICA (1954 Teoría Neoclásica Drucker, O` Donnel).
Sus principales aportes a la administración fueron:
• Caracterización de la organización formal
• Organización lineal
• Organización funcional
• Línea Staff
La Escuela Neoclásica está formada por los continuadores de los clásicos de la
administración: TAYLOR y FAYOL. Incluye a varios autores, los cuales aceptan
íntegramente las pautas filosóficas y metodológicas de los precursores, pudiendo
definir dos grandes ramas:
1. Neoclásica de Administración Industrial: Formada por ingenieros que
continuaron desarrollando los métodos y técnicas de Taylor, Gantt y Gilbreth,
centrando su atención sobre la fábrica y el estudio de los métodos y tiempos.
Autores como Barnes, Nadler y otros, modificaron y desarrollaron estos métodos
logrando adaptarse al nuevo entorno.
2. Neoclásica de Dirección y Administración General: Podemos citar a los
siguientes autores: Gulick, Urwick, Mooney, Koontz, etc. Trataron de dar respuesta
a las necesidades referidas a los problemas de dirección de las empresas (en
especial a principios, estructura y control). Cronológicamente se le encuadra entre
los años 1925 y 1946 junto con la escuela de Relaciones Humanas (Mayo), aunque
su verdadero momento de producción y actuación se dio entre 1930 y 1948. Se
centró en la dimensión formal, continuando con la búsqueda de eficiencia, a través
de técnicas complementarias o suplementarias de las legadas por los precursores,
dejando de lado aspectos informales como conducta y comportamiento. Precisamente en ésta dimensión ocurrió que los hechos sucedidos transformaron a
las organizaciones, obligando a los investigadores a estudiar formas de adaptación y
modernización de las técnicas tradicionales de eficiencia y racionalización. Estos
sucesos fueron la 2º Guerra Mundial, la expansión económica de los Estados
Unidos, el constante grado de concentración económica y la evolución del nivel
tecnológico, que generaron las siguientes características diferenciales:
1. Mayor automatización en sus procesos productivos.
2. Menor utilización de la mano de obra en trabajos de producción.
3. Mayor cantidad de miembros por el crecimiento de las organizaciones.
4. Mayor cantidad de fines a alcanzar en cada organización, por su crecimiento
horizontal.
Con éstas características hubo otras que no variaron desde el momento en que
Taylor y Fayol aportaron sus desarrollos, las cuales son: La búsqueda constante de
la máxima eficiencia fabril. 1. Una rígida estructura de dirección.
Los autores de ésta escuela buscaron satisfacer las siguientes necesidades:
1. Adecuación de las técnicas de eficiencia a los cambios tecnológicos.
2. Adecuación de las técnicas de eficiencia a los nuevos sistemas automáticos.
3. Adecuación de los procedimientos y principios de dirección a la mayor cantidad
de miembros y de fines de las organizaciones.
4. Formulación de principios de estructura y control que posibiliten la dirección de
las organizaciones.
5. Formulación de principios de departamentalización y de autoridad funcional para
atender los múltiples fines organizacionales.
Su finalidad era adaptar y ajustar los esquemas clásicos a las nuevas exigencias del
contexto sin modificar sustancialmente
...