Obra de teatro 25 de mayo

25 de mayo de 1810

Obra de teatro

“El secreto del tanque de agua”

Narrador: Lucas está en la casa de su abuela, y su lugar favorito es el techo de la casa. Mientras su abuela duerme la siesta, Lucas juega y se divierte muchísimo en ese lugar secreto.

Rocío: -¿Lucas dónde estás? ¡No te escondas! ¡Quiero jugar con vos! ¡Dale Lucas, no te escondas!

Lucas: -¿Qué hacés acá Rocío? ¡Dejame solo!

Rocío: -¡No! me quedo con vos, quiero jugar, no seas aburrido…

Lucas: -¡Este es mi lugar, este es mi mundo!

Rocío: -Y bueno… mostrame tu mundo, dale Lucas.

Lucas: -Ya lo conocés…, ahora ¡bajate!

Rocío: -¡No quiero bajar! … mmm ¿qué es ese tanque?

Lucas: -Un tanque de agua nena, ¡no va a ser una nave espacial!

Rocío: -No tiene tapa…

Lucas: -¡Vení Ro, te podes caer!

Narrador: Rocío trepó hacia el borde superior del tanque, y Lucas, por las dudas la agarró de una pierna.

La respuesta fue una patada de Rocío que le hizo perder el equilibrio. Cuando lo recobró, Rocío ya estaba agarrada con sus dos manos del borde del tanque mirando para adentro.

A Rocío le había gustado el sonido de su voz rebotando adentro del tanque, fuerte, profundo, casi terrorífico.

Rocío: -¡Hola! ¡Holaa! ¡Holaaaa!

Narrador: A Rocío  le había gustado demasiado. Trató de asomarse más para que sonara mejor, pero, al hacerlo, su cuerpo perdió el equilibrio y se fue de cabeza adentro del tanque. Lucas pudo escuchar el ruido que hizo al caer al agua.

Lucas: -¡¡¡¡ROOOO!!!!!

Rocío: - ¡¡¡Lucas ayudame!!!

Lucas: -¿Hacés pie?

Rocío: - ¡¡¡Noooo!!! … ¡Estoy flotando! ¡Apurate!

Lucas: -Pará que busco una soga. Aguantá Ro, enseguida te saco…

Rocío: - ¡Tengo frío!

Lucas: -Rocío… escuchá con mucha atención, voy a tirarte una soga, agarrate fuerte que yo tiro desde arriba y te ayudo a subir… ¿entendiste?

Rocío: -¡Claro que entendí, no es tan difícil!

Narrador: Como la soga no llegaba hasta donde estaba Rocío, Lucas decidió bajar para sacarla. Se ató la soga a la cintura, probó que estuviera bien firme y con cuidado se deslizó adentro.

A medida que bajaba, todo se iba poniendo más oscuro. La boca del tanque se iba haciendo más chiquita y lejana.

Finalmente, los pies de Lucas tocaron el agua y pudo sentir los brazos de su hermana agarrándole las piernas.

De repente algo salió del fondo del agua con mucha fuerza y los pasó rozando.

Rocío: -¡Un tiburón!

Lucas: -¿Un balde? ¿Había un balde de agua dentro del tanque y no nos dimos cuenta?

Rocío: -El problema no es si había un balde, sino quién lo está subiendo…

Lucas: -¡Abuelaaa! ¡¡¡Abuela estamos acá, en el tanque!!!

Ambos: -¡¡¡Abuelaaaaa!!!

Narrador: El grito dio resultado… allá lejos, en el círculo perfecto de la luz por sobre sus cabezas, alguien se asomó. No podían verle la cara, y tampoco importaba mucho que fuera la abuela o los bomberos. Lo importante es que los habían visto. Estaban salvados.

Lucas: -¡Acá abu! ¡Andá a buscar ayuda! ¡Nos caímos en el tanque!

Francisca: - Agárrese´l balde, m´hijo, que ya lo subo.

Rocío: -¡Esa no es la abuela!

Lucas: -No importa. Dale, agarrate fuerte. Vos subís primero.

(sacan a Rocío)

Rocío: -¡Mi hermano, mi hermano! Está en el tanque. Lo tiene que ayudar…

Francisca: -¡No le entiendo, m´hija! ¿Qué me dice? ¿tanque? ¿dice tanque?

Rocío: Hermano. Ahí. Agua. glu-glu. Sacarlo.

Nazareno:-¡Hay otro mamá! ¡Hay otro ahí abajo! ¡Estamos de pesca!

(Sacan a Lucas)

Lucas: -¡Muchas gracias por sacarnos!        

Narrador: Lucas agarró a su hermana del brazo para salir corriendo y bajar de la terraza. Entonces se dio cuenta… el piso de la terraza no era de baldosas coloradas, calientes y rotas. Era de tierra. No era el techo de su abuela. Estaban en un jardín rodeado por… una casa… con muchas habitaciones y… el tanque no era el tanque… y esa gente era… ¿quiénes eran?

Lucas: -¿Dónde está mi abuela?

Francisca: - Como lo vua a sabé, m´hijo. ¿Usté tiene abuela?

Rocío: -Sí, se llama Angelita.

Francisca: -Yo no conozco a ninguna Angelita por acá. ¿Qué hacían ai adentro? ¿se han caido?

Lucas: -Sí… nos caímos adentro del … ¿Puedo llamar por teléfono a mi mamá?

Francisca: -¿el qué?

Lucas: -Teléfono o celular….lo que sea.

Francisca: -la mojadura les ha hecho mal… A ve, a ve… lo primero ha de se lo primero. Vamos a secalos y le damos una ropita limpia y un buen chocolate porque se calienten y dispués vemos que hacé. Mire m´hija, como tiembla… vamos dentro. Corré Nazareno, y que la Martina caliente el chocolate.

(Salen)

Narrador: Por muy cansados que estuvieran, Lucas y Rocío no tenían ninguna intención de dormir. Querían saber que estaba pasando y, sobre todo, necesitaban pensar cómo salir de ahí.

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