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POBLAMIENTO INDÍGENA DEL TERRITORIO VENEZOLANO


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2013  •  5.101 Palabras (21 Páginas)  •  545 Visitas

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POBLAMIENTO INDÍGENA DEL TERRITORIO VENEZOLANO

Los primeros habitantes de América procedieron de Asia, según demuestran evidencias genéticas, lingüísticas, osteológicas y odontológicas. Este poblamiento inicial se dio en varias oleadas; la primera de ella se difundió desde el estrecho de Behring hasta el extremo meridional de Suramérica, en un largo proceso migratorio y de adaptaciones a nuevos ambientes naturales.

La antigüedad del hombre en Venezuela se estima de unos 20.000 años, aunque las fechas radiocarbónicas asociadas a los primeros habitantes conocidos como Paleo-Indios datan de 16.000 años A.C. Los yacimientos que dan testimonio de estos primeros pobladores de Venezuela son El Jobo, Muaco y Taima-Taima en Falcón, Manzanillo en Zulia, El Vano en Lara y Tukupén en Bolívar

La gran mayoría de los investigadores que ha estudiado el pasado indígena venezolano han coincidido en que el poblamiento de nuestro territorio se produjo a .través de oleadas humanas provenientes del sur del continente hace aproximadamente 15 000 años.

La primera oleada de poblamiento estuvo integrada por pequeñas hordas de cazadores y recolectores de raíces y frutas silvestres, que se movilizaban de un lugar a otro en búsqueda de alimento. Por esta razón, no construyeron viviendas estables y sólo dejaron algunos rastros de su paso, como instrumentos de hueso y piedra.

Posteriormente, se produjo una segunda oleada de pescadores, cazadores y recolectores de conchas marinas, que se localizaron en pequeñas aldeas en la cuenca del `lago de Maracaibo, donde construyeron palafitos. Estos grupos aprovecharon la palma de moriche Para la fabricación de sus viviendas e instrumentos de trabajo.

Esta segunda oleada poblacional se produjo hace 10 000 años aproximadamente y, a diferencia de los primeros grupos, dejó numeroso. Vestigios arqueológicos constituidos por restos de conchas marinas instrumentos de huesos y espinas así como objetos de piedra.

Luego, hace unos 4 000 años, ingresó una tercera oleada proveniente de comunidades Arawaca que se desplazaron desde el sur del continente americano, y se extendieron por todo el territorio venezolano, organizadas en pequeñas aldeas.

Una cuarta oleada estuvo integrada por comunidades de origen chibcha que se desplazaron desde el territorio que hoy forma parte de Colombia hacia los Andes venezolanos. Estas comunidades representadas por los timotes y las cuicas, se organizaron en pequeñas aldeas agrícolas, y llegaron a constituir el grupo más avanzado desde el punto de vista cultural.

Una quinta oleada de comunidades de lengua Caribe, procedente de Centroamérica y el mar de las Antillas, llegó a las costas venezolanas.

En esta perspectiva, existen diferentes teorías sobre el Poblamiento Americano las cuales surgieron desde el momento del descubrimiento por la interrogante de donde eran originarios los seres que Colón llamó indios, por lo que los propios conquistadores, sacerdotes, teólogos, y viajeros, más tarde los arqueólogos, antropólogos y etnólogos buscaron responder a este interrogante, dando origen a infinidad de teorías explicativas, la mayoría producto más de la fantasía de sus autores que el resultado de estudios concienzudos.

Pero en los dos últimos siglos, gracias a la paciente labor de investigadores de diversas disciplinas, vieron la luz varias teorías científicas que trataron de resolver, con dispar resultado, el enigma del primer poblamiento de América.

En cuanto a las Primeras Teorías, para la Cristiandad europea de los siglos XV y XVI, la Biblia era la única fuente válida para explicar los orígenes del mundo y a ella recurrieron al interrogarse sobre la población americana, buscando en los textos sagrados alguna mención al respecto; pronto se definieron dos argumentos opuestos y excluyentes: o los indios eran descendientes de Adán y Eva -y por lo tanto dignos de considerárselos parte de la familia humana-, o su origen era independiente, con la consiguiente exclusión de su condición de seres humanos, pudiéndoseles, por añadidura, someter a la esclavitud.

Tanto una como otra hipótesis -origen común o independiente- hallaron pronto acérrimos enemigos y defensores. Pero en el mes de junio de 1597, el papa Paulo III declaraba en una bula que los indios americanos eran hombres verdaderos. Consecuentes con el dictamen pontificio, los Reyes Católicos decretaron prohibida la esclavitud indígena y renovaron a sus súbditos la recomendación de procurar su cristianización.

De esta manera la bula papal zanjó una parte de la discusión: los indios eran seres humanos descendientes de Adán y Eva como todos los demás. Pero ahora se abría un nuevo planteo en la polémica: ¿cuándo aparecieron estos hombres en el continente americano?

Para responder a esta pregunta nuevamente se echó mano de las fuentes bíblicas, aduciendo que los indios eran descendientes de Noé o de los cananeos expulsados de sus tierras por las huestes de Josué; que habían llegado a las costas americanas siendo parte de la expedición que el rey Salomón había enviado a las exóticas tierras de Ophir o que constituían las Diez Tribus perdidas de Israel. Esta última creencia fue sostenida, en especial, por los colonos puritanos de América del Norte, quienes afirmaban que los indios no habían emigrado al Nuevo Mundo, sino que habían sido traídos por el diablo (una buena justificación, por demás, para exterminarlos).

Un religioso español escribía, en el siglo XVI, que América había sido poblada por los hijos de un tal Jeothan, nieto de Sem y biznieto de Noé: Ophis pobló el Perú y América del Norte, en tanto que su hermano Jubal hizo lo propio en Brasil.

En 1607, Gregorio García publicó en su libro "Orígenes de los indios del Nuevo Mundo" que un tal Heber, padre de los hebreos, había poblado el oeste de América hasta el Perú, al tiempo que un pariente suyo se expandía en Brasil.

Nótese que estas teorías afirmaban que los indios descendían de antepasados semitas (prejuicios raciales aparte), haciéndolos hermanos de raza de árabes y judíos. Estas afirmaciones se basaban en segmentos bíblicos que contaban cómo los descendientes de Noé se habían asentado en un país llamado "Ophir", topónimo que muchos encontraron semejante al vocablo "Perú", aunque también se postuló la ubicación de este legendario lugar en Haití o en la Amazonia.

Tan atractivas resultaron estas teorías, que todavía en el siglo XIX había quien aseguraba que las selvas brasileñas eran el sitio de donde Salomón extraía sus maderas, oro y piedras preciosas.

Paralelamente se razonaba el origen americano como resultado de colonizaciones egipcias,

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