Patrimonio Cultural

Introducción

El patrimonio cultural entendido como la herencia que se dan en los procesos sociales de los diversos grupos que conforman puntos de encuentro en la historia, en un espacio determinado. El acervo que permite darles identidad a sus habitantes, que los hace ser de una forma particular a diferencia de otros.

El patrimonio cultural como muestra de cultura material que se manifiesta en la arquitectura, urbanismo, objetos tecnológicos, en los objetos sagrados, instrumentos en general, que en ellos se dan prácticas determinadas, formas de relación y convivencia social. Pero también como una cultura simbólica, porque cada cosa representa, en algunos casos es conocimiento, sensaciones, sabores, fragancias, recuerdos, presencias y es valorada de una manera, significa en el acto o en el objeto “algo” para alguien en momentos históricos.

Se incorpora (en la piel, en la forma de ser) ya sea como etnos, también como hábitos colectivo, para ser parte de nosotros. Los parisinos sin la torre Eiffel, los egipcios sin las pirámides, los mexicanos sin las tortillas, los panameños sin sombrero blanco, etcétera.

Cuando la herencia es dada por varios grupos, se empieza por reconocer sus contribuciones particulares como ingredientes de un componente que se trasmuta (según el caso), en la riqueza de herencias, de saberes, aglutinados en atmosferas culturales que se transforman en cambios y tradiciones.

Patrimonios culturales

Es el conjunto de bienes culturales y naturales, sin límite de tiempo o región, que constituyen la cultura de un pueblo. Son bienes heredados por una sociedad, nación o individuo que pasan de generación en generación. Comprende tradiciones, hábitos, costumbres, la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la literatura, las obras de artes, los archivos y bibliotecas. Son el producto de la interacción del hombre con el hombre.

Cuando hablamos de bienes nos referimos a todo aquello que se hace objeto de una obligación. Estamos obligados, tenemos el deber de proteger nuestra cultura, la que nos identifica como nación, la que nos distingue de otras civilizaciones.

Patrimonio natural

Es el conjunto de bienes productos de la naturaleza. Todas aquellas formaciones físicas, biológicas y zonas que constituyen el hábitat de especies animales y vegetales de un país , que tienen un valor universal excepcional y único desde el punto de vista científico y/o estético , son considerados patrimonio natural de cada nación.

En nuestro país son parte del patrimonio natural: la cueva del Guácharo, en Monagas; los tepuyes, en Amazonas; el salto Ángel (Churún Meru), en Bolívar; el pico Codazzi, en Aragua; el Delta del Orinoco , en el Delta Amacuro; los Médanos, en Falcón ; los Morros de San Juan, en Guárico; la Cueva Alfredo Jahn, en Miranda (Barlovento); las Tetas de María Guevara, en Nueva Esparta; el Parque Nacional Mochima, en Sucre; la Montaña de María Lionza, en Yaracuy; el lago de Maracaibo, en Zulia…

Al igual que en Venezuela, en todo el mundo existen patrimonios naturales que identifican a su país de localización, como el volcán Popocatepetl en México.

Bienes culturales

Son las obras, lugares y monumentos de carácter arquitectónico, arqueológico o histórico, así como también los vestigios del pasado con importancia artística o histórica.

Son el testimonio de la evolución del ser humano, documentan la cultura material y espiritual, su significado científico, artístico o histórico, o están relacionados con hechos históricos y revolucionarios, con las distintas fases del quehacer humano, tanto científico como artístico y espiritual.

Los bienes culturales pueden ser muebles e inmuebles, tangibles e intangibles.

Bienes culturales muebles

Se pueden trasladar de un sitio a otro. Son de interés artísticos, como el producto de las bellas artes: esculturas, pinturas así como manuscritos, fósiles, piezas de cerámica, vitrales… son protegidos legalmente mediante la ley de protección y conservación de antigüedades y obras artísticas de la nación, así como también por organismos, fundaciones y asociaciones públicas y privadas interesadas en el acervo cultural de la nación.

Bienes culturales inmuebles

Estos bienes no se pueden trasladar, y se consideran patrimonio cultural o artístico, debido a su belleza o interés científico. Algunos de ellos son: parques, plazas, edificaciones, monumentos históricos religiosos y/o arqueológicos; hallazgos, excavaciones, yacimientos, entre otros.

Bienes culturales tangibles

Son todos aquellos bienes muebles o inmuebles que tenían presencia física, como libros y documentos históricos, obras de arquitectura, escultura, pinturas, dibujos, grabados, expresión plástica indígena y objetos de procedencia popular y/o folklórica.

Bien cultural intangible

Estos bienes carecen de presencia física y están relacionados con la evolución cultural de las civilizaciones, entre ellos tenemos: el lenguaje, la religión, la danza, la música, los mitos, las leyendas, las creencias y supersticiones, los dichos y refranes; es decir, todas las tradiciones que identifican a un pueblo, su folklore.

El valor de los bienes

Consideramos un monumento geográfico que pertenece a una región a y su gente; allí adquiere un “valor regional”. En un sentido más amplio puede tener un “ valor nacional”, cuando se convierte en referencia del país donde se encuentra. Y de acuerdo con su importancia estética, científica o histórica puede adquirir, un “valor universal”.

Por ejemplo, la cueva del Guachara se encuentra en el Estado Monagas y es orgullo de los habitantes de esa zona, pera la cueva tiene un enorme “valor científico” por sus cavernas, su extensión, las especies que allí habitan…Esto la convierte en un patrimonio natural de Venezuela y el mundo.

Así, a los bienes, en general, de acuerdo con sus características, importancia o transcendencia, se les otorga un valor intrínseco o un valor extrínseco.

• Valor intrínseco: es el valor que reside en el mismo bien, como la cueva del Guácharo.

• Valor extrínseco: es el valor que se le atribuye al bien, que lo asocia con intereses geográficos, étnicos, estéticos, artísticos, científicos…

Tal es el caso de los símbolos patrios naturales venezolanos como el turpial (ave nacional, decretada el 23-5-1958), la orquídea (flor nacional, decretada el 23-51951) y el araguaney (árbol nacional, decretado el 29 – 1948).

Ellos contienen un valor extrínseco, otorgado por ser elementos naturales que identifican a Venezuela en el exterior.

Los elementos y sus clasificaciones: se clasifican en dos grandes tipos: conmemorativos y arquitectónicos.

Monumentos conmemorativos: so las estatuas, obeliscos y arcos, entre otros, que se realizan para honrar la memoria de algún personaje o hecho histórico, artístico, científicos o literarios y se convierten en elementos decorativos en sitios públicos, como plazas, parques, redomas, bibliotecas y más.

Monumentos arquitectónicos: son construcciones realizadas con una fachada específica, que con el transcurrir del tiempo, son fieles representantes de las culturas y las épocas en que fueron edificadas. Según su uso se clasifican en arquitectura religiosas, publica, militar y civil.

• Arquitectura religiosa: se refiere a conventos, abadías, iglesias, seminarios y capillas.

• Arquitectura pública: plazas, bibliotecas, teatros, escuelas, hospitales y otras contracciones donde se realizan actividades públicas.

• Arquitectura militar: son los fuertes, castillos, cuarteles y todas aquellas construcciones al servicio de las milicias en los países del mundo. En Venezuela contamos con fuentes militares que fueron construidas en la época de la independencia en distintas regiones del país.

• Arquitectura civil: museos, centros comerciales, calles, puentes, autopistas, líneas férreas, puertos, aeropuertos…

Conclusión

Ratificando el concepto de patrimonio como un conjunto de relaciones jurídicas pertenecientes a una persona, que tiene una utilidad económica y que por ello son susceptibles de estimación pecuniaria, y cuya relaciones jurídicas se encuentran constituidas por deberes y derechos (activo y pasivo). De ahí la importancia que tiene la entrada y salida de bienes del patrimonio de una persona, y la posibilidad que otorga el derecho a los acreedores ejercer acciones para la conservación del activo del deudor y aún para dejar sin efecto operaciones realizadas en grave perjuicio de ellos.

El patrimonio si bien nace con la existencia de la persona, en cualquier ámbito, no es, menos cierto, que no destruye por la extinción vital de la persona, con su muerte, o de persona jurídica con la caducidad de su existencia o su declive violento por quiebra u otro elemento.

El patrimonio queda conformado como una universalidad existencial transmisible a herederos o causahabientes en el mundo de las personas naturales o en el mundo de las sociedades y entes colectivos.

Por último debemos entender que toda persona natural o jurídica situado dentro de un contexto social está subordinado a las leyes que la sociedad dicta en la cual, la persona es la medula primaria y trascendente de la sociedad, es protagonista de esas leyes activa o pasivamente, porque tiene derechos y obligaciones que se denominan derechos subjetivos, es decir un bien de la vida social que transita toda la existencia de cada ser humano y que otorga título suficiente de reconocimiento existencial y de respeto a esos derechos subjetivos, así como de su entorno.

Por tener derechos subjetivos surge la obligación de respeto a dichos derechos con límites infranqueables, que de traspasarlos se produce una lesión al derecho subjetivo. Por esta razón se ha hecho indispensable en las sociedades humanas la existencia de leyes particulares preestablecidas, emanadas de las autoridades, que garanticen con eficacia los derechos de cada quien.

Bibliografía

Alain: veinte lecciones sobre las bellas artes, Buenos Aires, Ed. Emece, 1965.

Berger, René: El conocimiento de la pintura, el arte de apreciarla, Madrid, Editorial Noguer, 1976.

El conocimiento de la pintura, el arte de comprenderla, Madrid, Editorial Noguer, 1997.

Calzadilla Juan: Cristóbal rojas, Caracas, Ediciones tecnocolor, 1978.

Anexos

Patrimonio cultural

Iglesias católica casa cultural

Patrimonio natural

Parque la llovizna Parque cachamay

La piedra de la virgen Salto angel

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