Perspectiva del período latinoamericano

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Perspectiva del período

Este segundo periodo va de 1895 a 1960 y se caracteriza por la vigencia del proyecto nacional mestizo, en una sociedad en cambio, bajo el predominio de la burguesía comercial y bancaria, la conflictiva vigencia del Estado laico, la persistencia del poder terrateniente en el nivel regional, la presencia de nuevos actores sociales como los trabajadores y grupos medios, la persistencia de la regionalización y la inserción definitiva en un sistema mundial dominado por el capitalismo. El liberalismo trajo un avance democrático a la cultura nacional.

El Ejército, que experimentó un proceso de consolidación institucional, modernización e identificación nacional, fue el sostén del régimen liberal y su instrumento de control electoral. El proyecto nacional mestizo, enriquecido por la lucha social, veía a la patria como víctima de las oligarquías y el imperialismo.

La Revolución Liberal (1895-1912)

En este marco se dio un gran salto de modernización del Estado y la sociedad, acompañado de mayor integración nacional, centralización política y económica.

Con el telégrafo, la red de caminos y el ferrocarril trasandino se logró una mayor integración de las regiones y una inicial consolidación del mercado nacional.

Predominio plutocrático (1912-1925)

Una segunda etapa del período transcurre luego del fin del impulso renovador del liberalismo y en condiciones de control económico y político de la burguesía comercial y bancaria. Los bancos de Guayaquil, especialmente el Comercial y Agrícola, articularon el frente político de la burguesía y el latifundismo. Se turnaron en el poder representantes del liberalismo plutocrático, pero como los conservadores y el clero seguían controlando la mayoría del electorado, se mantuvieron, y hasta se profundizaron los mecanismos de control fraudulento de las elecciones.

Crisis, inestabilidad e irrupción de las masas (1925-1947)

Apenas las exportaciones experimentaron cierta mejoría a finales de los veinte, la crisis mundial retornó a deprimir los mercados de los productos del negocio exterior y causó el colapso de numerosas instituciones financieras y varios negocios. En el análisis de esta fase es fundamental resaltar los efectos de la crisis, que si bien fueron duras para la población, además trajeron otros efectos como una diversificación de la economía, la modernización y robustecimiento del Estado, y un enorme desarrollo cultural.

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