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Politica Exterior En La Guerra De Reforma


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2011  •  2.712 Palabras (11 Páginas)  •  1.386 Visitas

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La pugna entre conservadores y liberales

Los conservadores consideraban que el país vivía en el desorden y había perdido parte de su territorio porque su gobierno era débil. Algunos pensaban que México debía ser una monarquía, y que lo mejor sería traer un rey de Europa. Vivían con los ojos puestos en el antiguo orden del virreinato. Los liberales, en cambio, creían que el gobierno republicano era adecuado, aunque hacían falta reformas. Proponían que como sucedía en los países más adelantados, la iglesia no participara en los asuntos de gobierno. Consideraban que la educación, el registro de nacimientos, bodas muertes los hospitales y cementerios, deberían estar en manos del gobierno y no de la iglesia. Querían apartarse de la tradición española y que cada quien practicara la religión que quisiera; Su modelo de organización política eran los estados unidos. Los gobiernos de Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, Colima, Michoacán, Querétaro, Guerrero, Tamaulipas y Veracruz, brindaban su apoyo a Juárez y a su gobierno. Los liberales de entonces, con Juárez a la cabeza, son los representantes de la modernidad, del Federalismo, de la República, y de una burguesía en ascenso. Por otra parte, los conservadores son los representantes de la aristocracia, del clero y de un ejército profesional. Éstos son dueño de los Estados de México, Puebla y San Luis Potosí. Los liberales están al mando de jefes militares improvisados, entre ellos Santos Degollado, Jesús González Ortega, Ignacio Zaragoza, Porfirio Díaz, y el único militar de carrera, Leandro Valle. Los conservadores cuentan en sus filas con militares profesionales como Luis G. Osollos, Félix Zuloaga, Miguel Miramón, Leonardo Márquez, Tomás Mejía y otros.

Las leyes de reforma y sus implicaciones internacionales

Ley Juárez: De 1855, suprimía los fueros del clero y del ejército y declaraba a todos los ciudadanos iguales ante la ley, promulgada por Benito Juárez.

Ley Lerdo: De 1856, obligaba a las corporaciones civiles y eclesiásticas a vender casas y terrenos y fue creada por Miguel Lerdo de Tejada (hermano de Sebastián Lerdo de Tejada).

Ley Iglesias: De 1857, prohibió el cobro de derechos y obvenciones parroquiales, el diezmo, promulgada por José María Iglesias.

Ley de la nacionalización de los bienes eclesiásticos: Esta ley complementa la Ley Lerdo de desamortización de los bienes de la iglesia, con un cambio importante: los bienes ya no pasaban a manos de los rentistas (1859).

Ley del matrimonio civil: Establece que el matrimonio religioso no tiene validez oficial y establece el matrimonio como un contrato civil con el Estado (1859).

Ley orgánica del registro civil: Se declararon los nacimientos y defunciones como un contrato civil con el Estado (1859).

Ley de libertad de Cultos: Esta ley permitió que cada persona fuera libre de practicar y elegir el culto que desee. Esta ley también prohibió la realización de ceremonias fuera de las iglesias o templos.

Como puede advertirse, Juárez y su gobierno se habían propuesto eliminar a su adversario, por medio de la creación de un nuevo Estado y una relación entre la sociedad y el gobierno. La guerra se prolongaba y los conservadores requerían ayuda del exterior, así que tienden a recurrir a sus agentes, y uno de ellos era Juan Nepomuceno Almonte. Melchor Ocampo como representante del gobierno juarista, firma con el ministro Mc Lane un tratado en el que México concede a los Estado Unidos el derecho de tránsito, a perpetuidad, de sus tropas por el istmo de Tehuantepec y el Golfo de California, a cambio de que aquel gobierno brindara su ayuda al gobierno liberal. Este tratado fue firmado en diciembre de 1859.El tratado de referencia era peligroso para la soberanía de la Nación mexicana por la amplitud de las concesiones que se hacían al gobierno norteamericano. Pero, a pesar de estas ventajas, el Senado de Estados Unidos no lo aprobó y por tanto quedó sin efecto. Aun así, el gobierno de Estados Unidos en su oportunidad intervino a favor del gobierno juarista, como se dejará constancia en su oportunidad.

La guerra de reforma y el triunfo liberal

En los primeros hechos de armas los triunfos fueron para los conservadores. El jefe liberal Parrodi es derrotado en Salamanca, Juárez, de la ciudad de México se habían marchado a la capital de Guanajuato, y después a Guadalajara, en donde estableció su gobierno. En esta ciudad el presidente y sus ministros estuvieron en peligro de ser asesinados. El poeta Guillermo Prieto con su arenga, Señores, los valientes no asesinan, y un breve discurso, salvan sus vidas el 13 de marzo de 1858. Juárez llega a Manzanillo y de este puerto se traslada a Panamá, y de ahí, el 23 de abril de 1858, a la Habana, Cuba. Miguel Miramón es designado jefe de los conservadores, y nombra como su lugar teniente a Leonardo Márquez. Los liberales son expulsados de Guadalajara, pero el 14 de diciembre de 1858 Santos Degollado vuelve a ocupar esta ciudad. Entre los conservadores hay dificultades por el poder, en el Plan de Navidad se reconoce como presidente a Miramón, pero éste rechaza el cargo y Félix Zuloaga se encarga nuevamente del poder. En abril de 1859, Santos Degollado trata de ocupar la capital del país, pero es derrotado. Leonardo Márquez se apodera de la Ciudad de México y ordena el fusilamiento de militares y de jóvenes practicantes de medicina, entre los que se encuentra el poeta Juan Díaz Covarrubias. En julio de 1859, desde el puerto de Veracruz, Juárez expide las Leyes de Reforma

La convención de Londres y la intervención francesa: los problemas de la deuda y las reclamaciones internacionales.

Problema con el clero, así como con los diplomáticos de España en México, habían iniciado una cadena de intranquilidades entre México y varios países europeos. Además, las complicaciones económicas causadas por la Guerra de Reforma, a pesar de las medidas tomadas por el gobierno para reducir los costos de la guerra, forzaron al gobierno a suspender la liquidación de las deudas externas por un periodo de dos años. A raíz de la suspensión de pagos España, Francia e Inglaterra encontraron el pretexto idóneo para intervenir en el gobierno mexicano. El 31 de octubre de 1861, en Londres, las tres naciones suscribieron un convenio por el cual adoptaron las medidas necesarias, la intervención tenía el objetivo de cobrar deudas acumuladas desde tiempo atrás y, si bien las demandas no resultaban extrañas, su cumplimiento era difícil en las circunstancias de la República. En enero de 1862 ejércitos de las tres potencias

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