Por Que Perdonar Si No Quiero?

¿Por qué perdonar si no quiero?

Caminando por las calles, luego de mucho tiempo de tener sentimientos de rencor cada vez que recordaba las circunstancias en las que tiempo atrás me habían lastimado, humillado, rechazado, me había echo sentir que no valía nada y a mi parecer no había hecho nada para merecer que alguien tramara tanto daño en mi contra (queriendo o sin querer). Iba pensando en que me piden que perdone, en que me enseñaron las virtudes del perdón y las consecuencias de no hacerlo y pensaba dentro de mi ¿Cómo perdonar todo el daño que me han hecho? Cuando no hay forma de justificarlo, cuando todo parece haber sido premeditado, o cuando son situaciones que quizás nunca dejen de lastimarme, porque puede que el que me daño no se arrepienta de haberlo hecho, y algo me decía dentro de mi “es que el perdón no es un sentimiento, hay que perdonar por amor, por amor a mi y a mis semejantes”, pero cómo voy a amar a las personas que me encajaron el cuchillo hasta verme sangrar y desangrarme, cómo amar a alguien cuando mato parte de mi, de mis sueños, alguien que no tuvo piedad al hacer añicos mis sentimientos, para qué amar y perdonar si no va a cambiar nada con eso…

Meditaba en esto con una gran turbulencia en mi corazón de sentimientos encontrados y Dios me dio la respuesta, el mundo que Dios formó, perfecto y sin tacha se había pervertido, la persona que Dios hizo de mi antes de nacer se había pervertido, he cometido tantos errores, he dañado a tanta gente, soy responsable de tantos pecados y en la mayoría de los casos me empeño en ser imperfecto y justifico mis faltas al cielo con pretextos y aun así Dios perdono mis pecados a pesar de que no había forma de justificarme, cuando la mayoría de mis fallas sino todas fueron premeditadas, cuando de corazón he hecho muchas cosas malas de las que de verdad no me arrepiento, con todo Dios me perdono ¿Por qué lo hizo? Por amor, pero cómo puede amarme Dios a mi si a causa de mis pecados y fallas su hijo, su único hijo, tuvo que morir, fue torturado, lacerado, escupido, vituperado, sufrió sed, hambre, enfermedad, mis enfermedades, y fui yo, yo lo mate yo lo escupí, si yo no hubiera pecado, si no estuviera en mis venas El no tendría que haber vivido eso y lo peor es que muchas veces no me importa porque sigo siendo capaz de continuar mi vida e ignorar el sacrificio que Jesucristo hizo por mi aunque sabia que yo no lo merecía y que ni tratando de ser buena lo voy a merecer nunca en mi vida. Jesucristo con todo lo que significa ser un insignificante “yo” me amo más que a nada en el mundo y murió por mi perdón y salvación, El ya me había perdonado antes de yo nacer por todo lo que haría después y la única condición fue que reconociera su sacrificio y pidiera perdón.

Solemos rezar “padre perdónanos como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, que

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