Positivismo En Francia

LA FRANCIA POSITIVISTA

Si es cierto que el hombre de 1870 estaba todavía muy cerca de sus antepasados de los siglos XVll o XVlll –sobre todo si era hombre de campo-, los años de la década de 1880 nos parece por cierto decisivos: allí se encuentra el gran viraje (giro o cambio). En este gran viraje la vida de millones de hombres comenzó a transformarse y el movimiento no hizo más que acelerarse después: condiciones materiales e intelectuales, nivel de cultura y alimentación fueron profundamente modificados.

En ese tiempo en el que la máquina de vapor, fija o móvil, comenzó a proporcionar a los hombres una energía cuyos rendimientos, tenidos por desdeñables (mínimos) a mediados del siglo XX, no por ello dejaron de ser muy superiores a los del agua corriente, el hombre o el caballo, en el momento en el que el hierro, la findición y el acero pasaron a ocupar un lugar cada vez más grande, tanto en la arquitectura como en la vida doméstica, desde la torre Eiffel de inagotable popularidad hasta el Godin de nuestros abuelos; la primera Revolución Industrial transtornó ciudades y campos, la vida financiera de la Bolsa febril, y la economía multisecular de la aldea de Languedoc, con una fuerza, un poderío que impuso adaptaciones inmediatas, a pesar del proteccionismo, esa ayuda Estado que entonces parecía ser la única salvaguardia.

El triunfo del cientificismo, en un país renovado en sus estructuras sociales y económicas, fue acompañado de una vida pública nueva en la que los sentimientos democráticos ocuparon el más grande lugar, y suplantaron, un siglo depués de la Revolución de 1789, a la fe monárquica que sobrevivió, a duras penas, en algunos bationes que hicieron desigual resistencia: el Barrio latino, sin duda, y algunos rincones provinciales, cantones de Bretaña, o la Maillanne de Mistral.., en tanto que la vida de las clases obreras se transformó, favorecida por la enorme demanda de la mano de obra de la industrialización, por el alza de los salarios, los progresos del urbanismo y porque el pensamiento obrero siguió su carrera ligado y separado a la vez, al movimiento contemporáneo de la ideas, animado siempre por los cuadros parisienses que, desde hacía mucho tiempo, daban nombre de accion y escritores, estimulado por el ejemplo que fue la Comuna de 1870 y sus audaces iniciativas.

CIENCIA Y CIENTIFICISMO

Este progreso económico no nació de una transformación social: la sociedad capitalista y liberal heredada de la monarquía de Julio, la fuente de este provecho fue la adquisición de un nuevo dominio sobre la naturaleza, diminio debido al progreso científico. Fue como el comienzo de una segunda creación: el hombre crea un mundo nuevo. Las ciencias de las naturalezas se divercificaron, se hizo irrealizable inclusive en una sola disciplina, como la física o la química. Explicar cómo y por qué tantos siglos de investigación empírica o metódica habría que seguir paso a paso a los naturalistas desde Paré hasta Buffon y desde Cuvier hasta Lamarck que a mediados de siglo pareció ser una investigación de la razón pura y que 100 años más tarde cobró tan enorme importancia.

El método científico, diálogo de la hipótesis y de la experimentación, fue magistralmente expuesto años más tarde por Claude Bernard. Las reflexiones de Augusto Comte acerca de las 3 edades de la humanidad parecieron realizarse plenamente: ingresaba en la edad positiva, científica en la que toda metafísica perdía su razón de ser, por que perdía su realidad.

Los numerosos descubrimientos efectuados en el campo de las ciencias naturales sucitaron, pues, un entusiasmo que fue el fondo del cientificismo que explicaría el universo y las galaxias, el hombre pensante, sin duda, y a un Dios por añadidura; a fines del siglo XVII, Durkheim tomando una palabra de Augusto Comte, fundo la sociología, el estudio científico de las colectividades humanas. Las ciencias humanas abrían de ser el coronamiento del edificio científico por Augusto Comte para la edad positiva en 1863.

El clero se apoyaba sobre todo en las mujeres que no leían, que no salían, salvo para ir a la misa dominical, que no iban a la escuela; el catolicismo frances se debilitó cuando se convirtió en “cosa de mujeres” de la que se desinteresaba el jefe de familia. Se fundó la liga de la enseñanza en 1866 por Jean Macé con la misma convicción de quitarle al clero la formación exclusiva de la juventud se promulgarón las leyes escolares en 1880-1886, la enseñanza primaria se organizó desde los 6 hasta los 13 años, fué obligatoria para todos los jóvenes franceses, fue gratuita también mediante la supresión de las retribuciones establecidas por la ley de 1833 y por último laica, se dejaron los jueves a disposición de los padres para que, fuera de la escuela, les dieran a sus hijos la enseñanza religiosa que quisieran. El clero perdió todo poder sobre el personal docente, además en 1880, se orgaanizó la enseñanza secundaria femenina lo cual afectó considerablemente al monopolio absoluto de que disfrutaba el clero en este dominio en virtud de los conventos femeninos en los que se educaban la jóvenes de la burguesía urbana.

VIDA PÚLBICA Y SENTIMIENTOS DEMOCRÁTICOS

En 1871 Francia comienza a votar a favor de los republicanos, y después de ahí, lo hace de manera continua.

En las elecciones de 1871 a 1875 se expresa una evolución no sólo dada por la simpatía política sino por una transformación de la mentalidad colectiva.

Antecedentes de la mentalidad democrática: La institución del parlamentarismo (Sistema político en el que el parlamento controla la actuación del gobierno y elabora, aprueba y reforma las leyes) durante la monarquía institucional (Es aquella en que el monarca, como jefe de Estado, tiene poderes limitados y reglados por la ley constitucional).

En 1815 se realizan las primeras elecciones de sufragio universal. Establecido por el sobrino de Napoleón I.

En la época de 1852 a 1857 la papeleta de voto se convirtió, para el campesino, en la oportunidad de dar prueba a su libertad política.

En la década de 1880 la escuela primaria pública y las escuelas normales estaban bajo la supervisión del clero. Dicha supervisión fue suprimida por Jules Ferry; a partir de esta supresión el maestro enseñaba moral “natural” y civismo. Para el clero de 1880 a 1890 la escuela laica era la escuela sin dios de un demoniaco movimiento de descristianización.

A partir del impulso de la escuela los franceses se dividen en dos grupos: Los de la derecha o conservadurismo social, apoyada en el clero con valores

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