Presidentes

LOS EXCEDENTES FANTASMAS

Los políticos que rodeaban a López Portillo lo hicieron creerse un prodigio de inteligencia y simpatía, vivía rodeado de mujeres como su madre, hermanas, hijas, esposa y amante, con la que se gana la fama de “mandilón”. El poseía inteligencia suficiente para no dejarse dominar con facilidad, lo que probablemente lo trastorno fue el sistema priista, que lo faculto para hacer del país lo que le viniera en gana.

En 1980 Aun no se materializaban los “excedentes del petróleo”. Pero con el auge obtenido causo que 80 bancos extranjeros establecieran oficinas propias en México.

En 1977 obtuvo un empréstito de emergencia para que el aparato gubernamental pudiera seguir funcionando y el Fondo Monetario Internacional le facilito el dinero con lo que rindió notables cuentas, en 19+78 se confirma la importancia del petróleo en México con lo que López Portillo pudo conseguir fondos de bancos extranjeros con lo que liquido su adeudo, el número de planta del gobierno aumenta hasta superar el millón y medio, las empresas paraestatales arrojan fuertes déficit, así el presupuesto de egresos de la federación supero el billón de pesos y siguió creciendo.

En 1981, la exportación de petróleo produjo millones de dólares y la producción seguía creciendo frenéticamente, para lograrlo el gobierno contrajo préstamos en el exterior endeudándose. En 1977, expertos independientes calcularon que el desarrollo del petróleo mexicano reflejaba una ineficiencia y corrupción, ya que los mexicanos tenían hasta 30% del importe de los contratos petroleros.

La producción agrícola estaba muy baja hubo que importar alimentos. La inflación aumento, el turismo se desplomo, temerosos de una devaluación la gente empezó a cambiar sus pesos por dólares.

Cuando lo entrevistó López Portillo dijo:

-Luchare como un perro por mantener un peso estable… ya está bien de los países débiles, como el nuestro, sean víctimas de los manejos exteriores.

LA ECONOMIA FICCION

Como recurso para la crisis el gobierno importo de Inglaterra a un economista, el personaje aseguraba que el gasto público, lejos de causar inflación, podía convertirse en el más eficaz motor de desarrollo, con tal de establecer un férreo control de cambios, precios, salarios, importaciones y utilidades.

El 17 de febrero de 1982 el peso se devaluó de 27 a 38 por dólar y al cabo de un par de semanas a 48. López Portillo ordeno aumentar los salarios a razón de 30% para los bajos, 20% para los medios y 10% para los altos.

En 1982, López Portillo compro la empresa Mexicana de Aviación, dio a la burocracia el monopolio del transporte aéreo. El gobierno estableció un control de cambios dual, o sea con un tipo de cambio controlado, los bancos tenían depósitos en “mexidolares” que habían sido hechos en pesos bajo la promesa de que se les pagaría en moneda norteamericana o su equivalente el día que fueron retirados. Estos depósitos no tenían divisas para el pago y López Portillo ordeno redimirlos forzosamente. Otro robo descarado del gobierno fue negarse a devolver los depósitos hechos en el infonavit a favor de trabajadores.

Los bancos privados habían venido adquiriendo préstamos en dólares a menos de 10% anual y los convertían en moneda mexicana para prestarlos en 40%, lo que a corto plazo les produjo ganancias astronómicas, algunos cayeron en la quiebra. La expropiación los salvo.

LA ORGIA FUTURISTA

Por entonces actuaban en el partido tres camarillas empeñadas en imponer sus propios candidatos, Gómez Villanueva promovió su candidatura a gobernador de Aguascalientes, pero rápidamente fue descartado y fue sustituido por Rodolfo Landeros.

Una segunda facción futurista promovió la candidatura de regente del Distrito Federal, Carlos Hank González, como primer paso trato de hacer que se derogara la prohibición de que llegaran a la presidencia de la república; pero al toparse con la negativa oficial empezaron promover otros candidatos. López Portillo los neutralizo.

Hasta 1982, con todo y sus vicios, el PRI había dado al país una estabilidad política que permitió llevar a cabo los cambios de gobierno sin lis convulsionantes trastornos habituales en las nuevas naciones, pero en 1982 cundió la opinión de que el sistema ya no daba más de sí: parecía un cántaro roto en mil añicos que, aun cuando se pudieran pegar, ya nunca volvería a ser lo mismo.

CINISMO INVENCIBLE

Antes de entregar la residencia de Los Pinos, López Portillo mandó a saquearla para llevarse en varios camiones todos los muebles, cuadros, candiles y alfombras. Los miembros del club deportivo al que acudía a hacer ejercicio presentaron a la dirección del establecimiento una carta firmada por casi todos en petición de que el ex presidente fuera expulsado.

Enterado de que “la colina del perro”- como se fue llamada- y demás excesos estaban provocando una tormenta de indignación, López Portillo comenzó por decir que los mexicanos eran unos malagradecidos. Al cabo no pudo resistir las críticas y se marchó a Europa. Creyó que en España recibiría mejor trato y alquilo la suite más costosa del hotel Ritz de Madrid. Allí le fue peor, pues hasta los taxistas sabían quién era el y contaban horrores sobre sus latrocinios.

En 1991 el expresidente sufrió un infarto cerebral cuya secuela fue la parálisis de los miembros del lado izquierdo. En mayo de 2001 el mal se recrudeció y el enfermo debió trasladarse a Houston para que le hicieran una delicada operación.

OCTAVA PARTE

FORJA Y DESPLOME DEL PRI: LOS TECNOCRATAS (1982-2000)

XLIX. DE LA MADRID EL RENOVADOR MORAL

Durante los días en que Miguel de la Madrid realizaba su campaña electoral, en las columnas periodísticas se repetía hasta el cansancio el estribillo de que bajo la superficie del país parecían escucharse ruidos extraños, como los que suelen presagiar el estallido de las grandes crisis históricas. En su gira electoral por la Republica, De la Madrid era acosado por individuos que le exigían erradicar la corrupción y para apaciguarlos prometió poner en marcha un programa de “renovación moral”.

El 1de diciembre de 1982 De la Madrid recibió la banda presidencial. Nada describía mejor su estado de ánimo que la frase inicial de su discurso: -Vivimos una situación de emergencia. No es tiempo de titubeos ni de querellas; es hora de definiciones y responsabilidades. No nos abandonaremos a la inercia…

Hombre diestro para sobrevivir a las intrigas

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