RESURRECCION, LIBERALISMO Y NACIONALISMO. LAS REVOLUCIONES BURGUESAS
danyfokis1 de Octubre de 2013
465 Palabras (2 Páginas)652 Visitas
RESURRECCION, LIBERALISMO Y NACIONALISMO. LAS REVOLUCIONES BURGUESAS
Legitimidad real contra soberanía nacional, lo que implicaba, en la mayoría de los casos, la defensa del sistema absolutista.
Se intentaba evitar un nuevo caso como el de Napoleón, capaz de ocupar el trono borbónico apelando a la soberania nacional, o
cualquier intento revolucionario que cuestionase la legitimidad de las familias reinantes, consideradas como las únicas que
legitimamente podían ocupar los diferentes tronos europeos. La legitimidad se refería al derecho a gobernar de una familia real,
pero también al derecho a la soberanía divina y a gobernar sin las cortapisas impuestas por una constitución.
Responsabilidad internacional de las grandes potencias. Las grandes potencias se responsabilizaban de mantener el orden
impuesto, garantizando las fronteras y el régimen ideológico surgido del Congreso de Viena. Un sistema de Congresos se
encargaría de “vigilar” el cumplimiento de lo acordado, y el el futuro se reunirían en Aquisgrán (1818), Troppau
(1820), Laibach (1821), y Verona (1822), las 4 grandes potencias vencedoras de Napoleón y la nueva Francia
borbónica.
Equilibrio internacional entre las 5 potencias. Gran Bretaña consiguió imponer su idea del
equilibrio continental, con 4 grandes potencias (Francia, Austria, Rusia y Prusia) lo
suficientemente poderosas como para imponer sus criterios conjuntamente, pero insuficientes por
separado para imponerse sobre el resto. Gran Bretaña practicaría una política de no intervención
en Europa, centrándose en el dominio de los mares.
Política intervencionista y solidaridad contra las revoluciones. A través de la Santa Alianza, la Cuadruple Alianza y la Quintuple
Alianza, las grandes potencias absolutistas de Europa se comprometen a solidarizarse con aquellos soberanos que viesen peligrar su
trono por culpa de una revolución liberal, interviniendo militarmente si fuese necesario para mantener el orden de la Restauración
contra los revolucionarios liberales.
EL NUEVO ORDEN FRONTERIZO EUROPEO.
La revolución francesa y las guerras napoléonicas habían alterado el orden político y fronterizo de la Europa surgida del
Tratado de Westfalia (1649). El Congreso de Viena intentó restablecer, en lo posible, las fronteras prenapoleónicas,
aunque en realidad se procede a diseñar un nuevo mapa europeo en el que no se respetarán los derechos de los
pueblos ni los de algunos soberanos y aliados napoleónicos, por lo que se acordarán numerosos cambios fronterizos.
En el Congreso se acordará un nuevo orden y un nuevo mapa europeo, pero también se hallará
solución a las rivalidades postnapoleónicas, para intentar reconducirlas y evitar un conflicto
importante entre los grandes en el futuro próximo: Inglaterra luchará por la supremacía maritima y
para ello propondrá el equilibrio en el continente europeo; Rusia, por el contrario, deseaba la
hegemonía territorial y por eso propondrá un equilibrio entre las potencias maritimas. Austria y
Rusia compiten por el dominio balcánico y el reparto de Polonia, la gran perjudicada; y Austria y
Prusia se disputan el control de Alemania, con una Prusia ascendente y deseosa de ampliar su
hegemonía germánica sobre las bases de una futura unificación, mientras que Austria defenderá la
división alemana como instrumento para mantener su hegemonía histórica.
...