Reinos Cristianos en la Edad Media

4.1 Los reinos cristianos en la Edad Media: los primeros núcleos de resistencia

Debido al poco control ejercido por los musulmanes en la zona norte de la Península, surgieron en ella una serie de reinos independientes:

Reino Asturiano (718-722): en Covadonga, don Pelayo realizó una pequeña refriega donde se enfrentó a los musulmanes con el fin de no pagar impuestos. Una de las consecuencias de esta batalla es la formación del Reino de Asturias, iniciador de la Reconquista y considerados por ellos mismos como herederos del reinado visigodo y, a posteriori, vasallos de Carlomagno. La capital, en un principio situada en Cangas de Onís, se establece en Oviedo, y se lleva a cabo una organización de la Iglesia (católica).

Reino Franco: defensores contra el Islam. Detienen a los musulmanes en Poitiers en el 732. Llevan a cabo una expedición en el Ebro que termina en fracaso al ser derrotados a su vuelta en Roncesvalles.

Reinos del Pirineo Occidental

Reino de Pamplona: a finales del siglo VIII, se sublevan contra los musulmanes y se crea el reino, que será gobernado por la familia Arista (Íñigo Arista), Más tarde, serán destronados por el clan Jimena, al mando de Sancho Garcés I, quien formará el Reino de Navarra.

Aragón, Sobrarbe y Ribagorza: a partir del s. IX, surgen núcleos de resistencia que intentarán la independencia (con la ayuda de otros reinos como el reino franco).

Condados Catalanes (marca Hispánica): espacio controlado por los francos (Barcelona, Gerona). Establecen una zona fronteriza. Wilfredo I intenta la unificación del territorio (878), pero no será hasta la caída del Imperio Carolingio cuando Borell II proclame la emancipación de los Condados Catalanes (988).

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