Relacion Del Partido Liberal Con El Sindicalismo
melikita3 de Abril de 2013
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RELACION DEL PARTIDO LIBERAL CON EL SINDICALISMO:
2.1. DÉCADA DE LOS 20: EL DESPUNTAR DEL SINDICALISMO EN
COLOMBIA
2.1. DÉCADA DE LOS 20: EL DESPUNTAR DEL SINDICALISMO EN
COLOMBIA
El movimiento sindical surge en Colombia con el proceso de industrialización en
las primeras décadas del siglo XX. Durante la segunda mitad del siglo XIX,
Colombia es un país vinculado al mercado internacional, producto de la
exportación del tabaco, la quina, el algodón, el oro y el café. Como consecuencia
de la primera guerra mundial que dificulta el comercio internacional, se inicia el
proceso de industrialización que conlleva al país a la política de sustitución de
importaciones en los años 20, generándose producción de bienes de consumo
como alimentos, bebidas, tabacos, textiles, muebles y materiales para la
construcción.
Al despuntar el siglo XX, la sociedad colombiana, eminentemente rural, era
hegemonizada por los hacendados en el plano económico y social, controlada
políticamente por el partido conservador, e ideológica y culturalmente por el clero
católico. Este edificio pastoril y bucólico, construido desde la Constitución de 1886
se comenzó a agrietar en la década de 1920 con la irrupción del capitalismo y con
los vientos modernizadores que llegaron al país. Tal contexto constituye el telón
de fondo de todas las transformaciones culturales, ideológicas, políticas y
simbólicas que se producen en los “ruidosos años veinte” (Vega, 2002, Tomo I:
53).
Al comenzar el siglo XX, Colombia era un país con una población que tenía
pésimas condiciones de salud y asistencia social, la pobreza y una desastrosa
situación higiénica eran la nota dominante. La población era eminentemente
agraria y se da la lógica de migración – colonización – conflicto- migración, que
significaba el desplazamiento interno de la población campesina bajo la forma de 26
oleadas de colonización que se presentó no sólo en Antioquia y el occidente del
país sino que involucró a zonas de Cundinamarca, Boyacá, Santanderes y la
Costa (Vega, 2002, Tomo I: 59).
El café, se consolida como el principal producto exportador del país, y con él se
fortalece un “modelo de desarrollo hacia afuera” y al mismo tiempo “un desarrollo
hacia adentro” en virtud de la acumulación originaria de capital que generó en el
país y que implicó acumulación de capital – dinero por parte de una fracción de
comerciantes, la formación de las primeras industrias en el occidente del país, la
creación de un mercado interior unificado por ferrocarriles y carreteras construidos
después de 1915, lo que generó a su vez mayores ingresos fiscales para el
Estado.(Vega, 2002, Tomo I: 77)
La producción interna de bienes de consumo acelera el crecimiento de las
fábricas, sobretodo en ciudades como Bogotá y Medellín. Colombia inicia el
tránsito de una economía predominantemente agrícola a otra industrial y urbana,
en la que cobraban mayor importancia las relaciones salariales. Se consolida de
esta forma el capitalismo.
Medellín, Bogotá, Barranquilla y Cali se convirtieron en los ejes del desarrollo
capitalista. En Antioquia se fundaron 13 empresas manufactureras entre 1902 y
1920, destacándose el caso de la Compañía Colombiana de Tejidos y la Fábrica
de Hilados y Tejidos del Hato, que después se convirtieron en Coltejer y Fabricato
respectivamente. En Bogotá el principal desarrollo se produjo en la rama de la
alimentación y de las bebidas. Se destacó Bavaria fundada por el emigrante
alemán Leo S. Kopp en 1889 y luego ese mismo empresario creó la fábrica de
vidrios Fenecia. En Barranquilla la base de la acumulación de capital fue el
comercio nacional e internacional, desde donde luego se difundió a las finanzas y
a la industria. El azúcar fue el sector que se convirtió en el eje del desarrollo
capitalista en Cali y el Valle del Cauca, a partir de la expansión y consolidación de 27
La Manuelita, el primer ingenio capitalista del país en el que se desarrolló la
agroindustria a gran escala. (Vega, 2002, Tomo I: 98 y ss)
2.2. EL SINDICALISMO: BRAZO ELECTORAL DEL PARTIDO LIBERAL http://www.bdigital.unal.edu.co/7726/1/zullycabezasalvarado.2012.pdf
La clase obrera que llega a los años treinta está centrada fundamentalmente en
los servicios públicos, y más en particular en transportes. El peso del sector
manufacturero tiende a aumentar en la medida en que se consolida el proceso de
industrialización, generando un tipo de obrero y sindicalismo diferente. (Archila,
1989: 246).
El sindicalismo durante el período conocido como de la República Liberal (1930 –
1945) presenta varias características: primero, como consecuencia de los hechos
de represión sucedidos durante la Hegemonía Conservadora los trabajadores se
preparan creando una amplia red de sindicatos por toda la zona bananera,
incluyendo tanto los trabajadores de la United Fruit Company como los de los
productos criollos; segundo, los trabajadores estaban mejor preparados para el
conflicto a través de una red de sindicatos por fincas; tercero, como consecuencia
del aumento del sector industrial manufacturero se genera un tipo de sindicalismo
diferente.33
El primer gobierno de la República Liberal de Enrique Olaya Herrera, promulgó
dos actos jurídicos que cristalizarían la aproximación liberal a la “cuestión social”
que el Partido Liberal había levantado en los años veinte. La ley 83 de 1931 que
intentaba encauzar las luchas reivindicativas y daba legitimidad al sindicalismo
otorgándole personería jurídica a los sindicatos para que existieran legalmente, lo
que implicaba a la vez un control estatal sobre las organizaciones obreras;
regulaba nuevamente la huelga, estableciendo las condiciones para que fuera
considerada como “legal” por el Estado, no se pronunciaba sobre el esquirolaje y
prohibía la participación de los sindicatos en política. La ley 129 del mismo año,
adoptaba la jornada de trabajo de ocho horas. Ante esta situación la acción
autónoma de la clase obrera se hacía más difícil por ese rostro conciliador que
mostraba el Estado ante la clase obrera.
Durante el gobierno de Olaya Herrera la proliferación de huelgas no se hizo
esperar
7
, recibiendo los trabajadores apoyo por parte de dos organizaciones de
izquierda que nacieron en ésta época: el Partido Comunista de Colombia (PCC) y
la Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria (UNIR). El PCC nace en julio de
1930 como una organización política enmarcada más en los moldes de la
Internacional Comunista y como una estrategia de reestructuración del Partido
Socialista Revolucionario pero no logró superar el aislamiento en que había caído
el PSR en sus últimos días. A ello contribuyó la rigidez doctrinaria de sus
pronunciamientos; la lucha intestina que llevó a marginamientos y expulsiones de
prestigiosos líderes socialistas como Tomás Uribe M. o Raúl. E. Mahecha; y
finalmente, la actitud pacifista ante la guerra con el Perú (Archila, 1989: 250). Por
su parte, la UNIR nacida en 1933 y dirigida por Jorge Eliécer Gaitán, jugó el papel
de aglutinadora de sectores sociales inconformes con el régimen de
“concentración nacional” y que no querían militar en el comunismo. El fuerte de la
UNIR estuvo entre los trabajadores urbanos, especialmente controlaba la
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19 huelgas se presentaron en 1933 y treinta y cinco en 1934. (Archila, 1989:256)34
Federación Local del Trabajo de Bogotá y la Federación Nacional de Transportes,
con sede en Cali. Las relaciones entre el PCC y la UNIR no fueron cordiales –
unos por apoyarse en la rigidez doctrinaria y los otros en una retórica
anticomunista – lo cual contribuyó a desconcertar más a la clase trabajadora y a
los sectores populares (Archila, 1989: 251). La UNIR muere en los brazos del
oficialismo liberal al salir elegido Gaitán como representante del liberalismo ante la
Cámara de Representantes en
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