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Reseña Historica De Mexico


Enviado por   •  29 de Octubre de 2012  •  4.537 Palabras (19 Páginas)  •  1.908 Visitas

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HISTORIA

Reseña Histórica

Durante parte del período clásico (200 a 600 d.C.), podemos afirmar que ya existía en nuestra zona una población sedentaria, agricultora y en contacto con Teotihuacán. Según los datos lingüísticos, los habitantes del sitio pudieron ser del grupo oto-mazahua, por lo que quizá se trate de un grupo local que recibe influencia de Teotihuacán. Su relación con este centro cultural fue la de un poblado marginal que recibe tardíamente su influencia, pero que a la vez ocupó un puesto de avanzada en la cultura del altiplano central (Teotihuacana) hacia la zona noroccidental de Mesoamérica.

La ocupación más antigua del valle ocurre entre 200 y 600 d.C. Para el período de 600 a 900 d.C., carecemos de evidencias arqueológicas y no aparecen bien caracterizados los complejos cerámicos mazapa y cayotlatelco, que son los que marcan el final del Clásico y el principio del Postclásico.

Hay diversas opiniones sobre el origen del nombre mazahua. Algunos, basados en Sahagún, creen que se llamaba así por su caudillo Mazatl Tecutli; otros explicaban la etimología de esta palabra náhuatl derivándola de maztl, “venado”,

y dice que significa: "gente de venado" o "poseedores de venado. A la región que habitó esta tribu se le llamó Mazahuacan.

Terminada la conquista militar, los españoles iniciaron lo que podríamos llamar la conquista cultural y económica. Para premiar a sus soldados, Cortés les repartió tierras e indígenas, dando así principio a las encomiendas, de este modo Xocotitlán, junto con Atlacomulco, quedó encomendado a Francisco de Villegas.

El 6 de agosto de 1540 por Real Cédula, el rey de España da por fundado el pueblo de Xocotitlán. A Diego Nájera se le asignó el curato de Xocotitlán; en 1592 fue considerado como el apóstol de los mazahuas.

El padre Nájera es el autor de La Doctrina y Enseñanza en la Lengua Mazahua de cosas muy útiles y provechosas para los ministerios de doctrinas y para los naturales que hablan la lengua Mazahua, editada en 1637.

Siglo XIX

Uno de los sucesos principales que vivió la población de Xocotitlán, durante la guerra de Independencia fue el paso por su jurisdicción de Miguel Hidalgo quién se dirigía a la ciudad de México.

En Ixtlahuaca el cura de Xocotitlán don José Ignacio Muñiz y Acosta fue el que dio el edicto de excomunión a Hidalgo. La presencia de éste motivó a varios individuos de la población que se sumaron al movimiento entre ellos destacaron: José Valentín Dávila, Isidoro Dávila, José Bernal, Manuel Alcántara, Isaías Marmolejo y José Mauricio García.

La reacción del ejército realista no se hizo esperar, pues hubo que sofocar tal rebelión; de tal forma que el 15 de abril de 1811 el pueblo de Xocotitlán fue atacado por las fuerzas realistas al mando de Juan Bautista de la Torre, sofocando la insurrección y dejando destrozada la población.

El próximo punto importante que tocó Hidalgo, fue la cabecera de la villa de Ixtlahuaca el 27 de octubre de 1810.

Los acontecimientos que se dieron en ese lugar fueron descritos por el doctor José Ignacio Muñiz cura de Xocotitlán que redactó un informe al arzobispo de México el 6 de noviembre de 1810 en el que dice:

"Entró Hidalgo a Ixtlahuaca; lo recibió el cura don José Agustín Mateos, anciano que con respeto a sus canas y a su ministerio debió darnos el ejemplo de un Eleazar; lo recibe, ilustrísimo señor, con toda pompa bajo el palio, cruz, ciriales, ministros revestidos y repique de campanas.

La primera ceremonia es presentarle los edictos de mi excelentísimo prelado, del señor obispo de Valladolid y el sabio santo, y adorable de vuestra señoría ilustrísima. Este y los otros se rompen, despedazan y se pisan contra el suelo por la miserable comitiva de clérigos y religiosos de Valladolid, y se dice públicamente en voz alta que cuarenta excomuniones que vuestra señoría ilustrísima fulmine, viene con ellos quien les absuelva. Se canto después un Te Deum."

Fue precisamente el cura de Xocotitlán quién entregó los edictos de excomunión a Hidalgo en Ixtlahuaca, de este hecho, existen testimonios de individuos que presenciaron los acontecimientos tales como el médico Mariano López natural de Querétaro, de 25 años y vecino de la ciudad de México; el testimonio de Pedro José Valverde natural de villa del Carbón, de 33 años y vecino de Xocotitlán; el teniente retirado José Coterillo natural de Jiquipilco, de 45 años y vecino de Ixtlahuaca, que confirmaron los hechos.

Posteriormente don Miguel Hidalgo junto con su ejército se dirigió a Toluca donde entró en la tarde del 28 de octubre.

Las semillas que dejó la insurgencia en el territorio del actual Estado de México rendían frutos, toda vez que se mantenía vivo el espíritu emancipador.

La represión de las fuerzas realistas hacía los pueblos simpatizantes de la insurgencia no se hizo esperar, y Juan Bautista Torre después de destruir Cacalomacán se dirigió a Xocotitlán. "Torre había regresado a Toluca después de dar concluida la Revolución del valle de Temascaltepec, cuando a principios del mes de abril de 1811 sucedió un levantamiento en Xocotitlán que a los primeros síntomas del movimiento, acudió a sosegarlo el subdelegado de Ixtlahuaca Francisco Gómez Fraile con los patriotas que lo originaron en la cabecera".

Al llegar Gómez Fraile fue recibido por los habitantes al parecer sumisos, luego que hubo entrado, aparecieron nativos que se habían ocultado en las magueyeras y apedrearon al subdelegado y a su comitiva; algunos fueron muertos, quienes escaparon junto con Gómez Fraile se refugiaron ocultándose tras los sepulcros que se encontraban en el atrio de la iglesia.

Con la intención de sosegar a los alborotados, el cura del lugar sacó en procesión por las calles al Santísimo Sacramento, pero en vez de apaciguarlos, regresó a la iglesia no sin antes recibir varias pedradas para posteriormente, ser llevado preso a casa de uno de los jefes revolucionarios.

El subdelegado se había ocultado dentro de la iglesia; al ser descubierto fue muerto a lanzadas en la plaza, corriendo la misma suerte quienes lo acompañaban. El virrey ordenó a Juan Bautista Torre que fuera a castigar a aquel pueblo; inmediatamente se puso en marcha, y ese día, el 15 de abril, después de dos horas y media de fuego, entró con lujo de fuerza a la población que heróicamente había sido defendida por los habitantes.

Fue una masacre que dejó en el campo de batalla más de cuatrocientos cadáveres. Un capitán

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