Retorica Y Manipulacion Masiva
wmatosramirez15 de Febrero de 2015
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Retórica y Manipulación Masiva
Para poder comenzar cualquier narración hay que iniciar resaltando el origen o finalidad de cualquier término por eso me trasladare al génesis de la palabra (Retórica) vienen de retor que significa orador, y sabemos también que una traducción generalizada de aquella es “el arte de la oratoria” el arte de expresarse correctamente en publico.
La practica de la retórica surgió hace mas de dos mil cuatrocientos años. En Grecia las decisiones importantes eran tomadas en asambleas. El mejor orador podía inclinar esas decisiones valga la redundancia en la dirección que le interesara. Y ellas tenían que ver con la guerra, con el comercio y con la economía etc.
La retórica, en tanto acto de comunicación, consiste en una elaboración programada y por lo tanto no espontáneo, de un mensaje a fin de que remita ejecutivo para persuadir. Sin embargo no funda sus recursos en temas que son indagados juntos (Orador y Público); parte de lo que todos saben y trata de utilizar ese saber común para reforzar sus argumentos. Difícilmente aporta conocimientos nuevos sobre algo, difícilmente se interesa por la cuestión del conocimiento.
La persuasión se ejerce, sobre todo en nuestro tiempo, sobre la vida cotidiana y a partir de ella. Sabemos que la vida cotidiana esta llena de lugares comunes, Buena parte de nuestros actos y nuestras diarias decisiones se fundan en tales lugares comunes que implican cosas que todo el mundo acepta y nadie pone en cuestión. En ellos basa en gran medida su eficacia la retórica.
El orador persuade mediante lo que el público quiere o espera ser persuadido. Es muy difícil lograr que alguien adhiera a algo si se lo contradice o se lo incomoda. Es preciso, por el contrario, halagarlo, hacer que sienta que sus más fuertes convicciones resultan realizadas, puestas de manifiesto, que lo que aparece como prioridad del grupo o de la sociedad de la que forma parte, El persuadir en público implica eso: un público en el sentido plural del término. La retórica no se ejerce para persuadir a un individuo sino a un grupo, a una asamblea, a una audiencia.
Lo dicho hasta el presente nos permite retomar, nuestra definición inicial de retórica. Si por ella entendemos “ el arte de expresarnos bien para persuadir en publico”, podemos añadir ahora que esa buena expresión es algo calculado inespontaneo, que se basa directamente en lo que todos dan por sabido y que apunta mas bien a conmover mediante lo que resulta verosímil, que no a convencer según razón.
Nos referimos a la cuestión del sentido, cuando nos planteamos el tema del signo y las relaciones que existen entre significante y significado. Sabemos que la materia signifícante es lo que nos aparece del signo, aquello que captamos a través de los sentidos, en tanto que el significando es la imagen mental que nos hacemos de algo a partir de aquella materia significante.
Recordemos que al comienzo afirmaba que la retórica era entre los griegos una justa entre iguales, practicada en el seno de una clase. El sentido que en la misma se daba a la realidad era compartido por determinadas clases, pero muy a menudo es impuesto por una clase a otra. Es decir, actualmente no se ejerce directamente la violencia, pero la retórica opera para convencer, para reforzar el sentido que se quiere tengan las grandes mayorías a fin de que no incomoden a un sistema social vigente. O lo que es lo mismo: se busca programar a nivel masivo las connotaciones, de uniformarlas para que la materia significante resulte, a pesar de nuestra aclaración de que se trata de un proceso, reducida a una suerte de automatismo.
Por último, y como tema general, quiero referirme a la redundancia que
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