ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Revolucion Industrial

vic20124 de Mayo de 2012

3.419 Palabras (14 Páginas)546 Visitas

Página 1 de 14

Contextualización y conceptualización de la Revolución Industrial.

Hacia el año de 1700 Europa disfrutaba del producto de la colonización, los imperios de Inglaterra y España hacían comercio por todo el planeta, y los estratos pudientes europeos se degustaban en el consumo de productos traídos de otras partes del globo. Este tipo de intercambios comerciales permitió a las coronas europeas y a los comerciantes acumular gran cantidad de riqueza e incentivar el proceso productivo del sector agrícola. En Inglaterra, se comenzaron a implantar políticas económicas que hoy en día conocemos como Liberalismo económico: la eliminación progresiva de barreras aduanales y de la intervención de la Corona por medio del cobro de tributos fueron algunas de las medidas implantadas; esto hizo crecer el comercio y la producción, cuestión ésta que marcó el ascenso de la burguesía artesanal a el rango de burguesía comercial y posteriormente industrial.

Stearns afirma que: “La industrialización implica la mecanización de los procesos de manufacturación y una mayor importancia de las manufacturas en la economía.” (Tomado de Microsoft Encarta 2005); este proceso lo conocemos como Revolución Industrial, y la mayoría de los historiadores concuerdan con ubicarlo a mediados del siglo XVIII en Inglaterra. La Revolución Industrial fue sólo posible debido a la liberalidad económica y al incentivo que se le dio al sector agrícola británico, hechos que no ocurrieron en España o Francia. Es así como durante la segundad mitad del siglo XVIII convergen una serie de factores que impulsan el desarrollo del proceso de manufacturas de manera mecánica.

Factores que impulsaron la Revolución Industrial.

• Factores políticos: Durante el siglo XVII Inglaterra vio mermar la estructura monárquica absolutista, este hecho le abrió paso a la Monarquía Liberal y a un nuevo concepto en las políticas económicas: El Liberalismo Económico. Ya para el siglo XVIII Inglaterra contaba con una estabilidad política y una organización del sistema financiero, que aún hoy es uno de los más organizados y poderosos del mundo.

• Factores económicos: El control de los intercambios comerciales le permitió a gran cantidad de comerciantes ingleses generar riquezas. La aplicación de medidas liberales como la disminución de los aranceles para los productos británicos en el mercado interno permitió incentivar la economía, a su vez el dominio mundial que tenía Inglaterra le permitió el control de materias primas en las colonias y la posterior venta de productos manufacturados. Finalmente, la inversión y el crecimiento constante que tuvo el sector agrícola desde mediados del siglo XVII fue de suma importancia para la Revolución Industrial.

• Factores sociales: El crecimiento progresivo de la población debido a la mejor alimentación generó gran cantidad de mano de obra en los campos, éstos terminaron por poblar los centros urbanos, la gran cantidad de innovadores que incursionaron en el sector agrícola y posibilitaron la mejora de los procesos de producción mediante la invención de la máquina sembradora, la trilladora, la segadora y muchas otras. Por último, la existencia de una Aristocracia interesada por incentivar estos avances y no por frenarlos.

Efectos que dejó la Revolución Industrial en Inglaterra.

La Revolución Industrial trajo consigo una serie de cambios a la vida de los habitantes de toda Inglaterra, posteriormente, al expandirse la industrialización por el resto de Europa y en diferentes medidas durante el siglo XIX por el resto del mundo, cambiaría la vida de la humanidad. A continuación, presentamos los efectos más resaltantes que trajo consigo la Revolución Industrial:

• En la producción: Con la introducción de las máquinas el proceso de manufacturación se hizo más rápido, eficiente y económico, la introducción de máquinas para hilar y tejer en la industria textil, las sembradoras, segadoras y otras máquinas en el sector agrícola y la máquina de vapor en el transporte revolucionó todo el proceso de producción de bienes en Inglaterra, esto trajo consigo el cierre progresivo de los talleres manuales y la apertura de fábricas, a su vez, introdujo el trabajo especializado para lo obreros y el aumento de la población en las ciudades.

Máquina sembradora.

• En la economía: El abaratamiento de los costos y la ausencia de leyes que protegieran a los trabajadores en materia sanitaria y salarial, le permitió a los dueños de las fábricas, tierras y comercios incrementar su rango de ganancias, esta acumulación de capitales terminó por impulsar el desarrollo del capitalismo moderno. Al mismo tiempo la Revolución Industrial propició la interdependencia de los distintos mercados, el crecimiento del mercado global se originó gracias a los avances en materia de transporte y comunicación.

Barco a vapor.

• En la política: Con la Revolución Industrial terminó por desaparecer en Inglaterra el régimen absolutista, este dio paso a una monarquía más liberal y sustentada en las bases de una Monarquía constitucional. Gracias a la escaza injerencia que comenzó a tener la Corona en la economía, la nueva burguesía industrial comenzó a tomar papeles importantes en el aspecto político.

• En la sociedad: Con la Revolución Industrial terminaron en Inglaterra los estratos sociales a los que sólo se podía acceder por nacimiento, el proceso de industrialización enriqueció a muchos comerciantes, agricultores y emprendedores, que comenzaron a abrirse espacio en la estructura social. De esta manera, la sociedad comienza a experimentar el surgimiento de la clase burguesa, compuesta por los dueños de los medios de producción y detentores del poder económico, por otra parte los sin tierra, los artesanos manuales que no se acercaron a la maquinización e individuos que no tenían más que su fuerza para vender, representarán un sector obrero; la llamada nobleza detentora del poder político fue mermando su protagonismo en Inglaterra, a tal punto que hoy en día existe como una representación de la tradición y del pasado imperial.

La industrialización de los procesos aumentó la cantidad de alimentos, con ello el crecimiento de la población, y con la apertura de fábricas la migración del campo a la ciudad fue en aumento. Como se dijo anteriormente la ausencia de leyes protectoras de los derechos permitió a los dueños de las fábricas enriquecerse mediante el trabajo de hombres, pero también de niños y mujeres a quienes se les pagaba menos, e igual trabajaban en condiciones insalubres e inhumanas en horarios de más de 10 horas diarias.

El Absolutismo

Absolutismo significa poder soberano o de origen divino desligado de cualquier otra instancia de poder temporal, sea el papa o el emperador. En este sistema de gobierno el estado y el monarca se consideraban como una única entidad situada por encima de la ley, y el concepto de derecho divino de los reyes era la justificación que legitimaba la pretensión de soberanía indivisible.

El absolutismo, término que procede del latín

absolutus

(«acabado», «perfecto»), fue el principal modelo de gobierno en Europa durante la época moderna, caracterizado por la teórica concentración de todo el poder del Estado en manos del monarca gobernante. La implantación del absolutismo representó un cambio sustancial en la concepción sobre la dependencia de las autoridades intermedias entre el súbdito y el Estado, situación que comportó la creación de una burocracia eficaz, un ejército permanente y una hacienda centralizada. Su andadura política se inició en los siglos XIV y XV, alcanzó la plenitud entre los siglos XVI y XVII, y declinó entre formas extremas e intentos reformistas a lo largo del siglo XVIII. Ningún monarca absoluto trató de atribuirse la exclusividad o monopolio del poder, sino la soberanía del mismo. Poder absoluto, durante la época moderna, fue básicamente poder incontrolado, poder no sometido a límites jurídicos institucionalizados. Éste fue el marco y la verdadera preocupación de las monarquías europeas que se calificaron interesadamente como absolutas, que se esforzaron por serlo de un modo real, práctico y efectivo, y que lo consiguieron de forma parcial y progresiva. Por tanto, el poder absoluto debe entenderse, por una parte, como un poder soberano o superior, no exclusivo; es decir, presupuso y asumió la existencia de otros poderes: señorial, asambleas estamentales o cortes, reinos municipios, etc., respecto a los cuales se consideró preeminente y, por otra parte, como un poder desvinculado de controles o límites institucionales.

Los antecedentes del absolutismo

El siglo XIV y buena parte del siglo XV fueron escenario de innumerables conflictos: depresión económica, fractura cultural y resquebrajamiento político en un escenario de guerras marcaron el tránsito hacia el siglo XVI. De la necesidad imperiosa por conseguir la paz en los diferentes reinos europeos, se derivaron dos repercusiones principales en el terreno político. Por una parte, los dos poderes tradicionales de la cristiandad medieval, el papado y el imperio, recuperaron, si no su anterior prestigio, sí su unidad. Por otra parte, a pesar de la gran variedad de formas institucionales de poder las monarquías feudales del medio evo salieron fortalecidas de una situación de crisis en la que habían conseguido erigirse lentamente en representantes de grupos nacionales, mucho más que de clientelas o huestes.

En Inglaterra, Francia, el Sacro Imperio, Polonia, Aragón y Castilla, entre otros, el rey, soberano cristiano consagrado

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (22 Kb)
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com