Revolución Mexicana. (1910-1917).

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• Materia: Latinoamérica.

• Profesor/a: María Rita Levy.

• Tema: Revolución mexicana (1910-1917).

• Institución: Instituto Dulcísimo Nombre de Jesús.

• Curso: 4º A.

• Integrantes: Cardozo, Bárbara,

                      Oliverio, Abril,

                      Rached, Constanza,

                      Romero, Sofía,

                      Sinisgalli, Ornella.

• Fecha de entrega: 26 de noviembre.

• Ciclo lectivo: 2015.

 Índice:

1. Revolución Mexicana…………………………………………………Nº3

1. Causas de orden político……………………………………………..Nº3

1. Causas de orden económico…………………………………………Nº3

1. Causas de orden social……………………………………………….Nº4

1. Desarrollo de la Revolución Mexicana………………………………Nº4

1. Consecuencia -Constitución de 1917……………………………….Nº6

                        -Relación con la crisis de 1929…………….……….Nº6

                        -Gobiernos populistas mexicanos………………….Nº7

1. Bibliografía……………………………………………………………..Nº8

 Revolución de México:

 La Revolución Mexicana es el movimiento armado anti-latifundista y anti-imperialista el cual se inició en 1910 con el fin de terminar la dictadura del oligarca Porfirio Díaz, culminando oficialmente hacia 1917 con la promulgación de la nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, siendo la primera mundialmente en reconocer las garantías sociales y los derechos laborales colectivos. Sin embargo, con el transcurso de la misma, la revolución de motivos políticos se va convirtiendo en una revolución agraria.

 Este hito estalla como consecuencia de la nueva declaración, por parte del Congreso, de Porfirio Díaz y Ramón Corral como presidente y vicepresidente, ocupando dichos cargos políticos de 1910 a 1914.

 Al inicio del mandato de Porfirio Díaz, se pueden observar las distintas sublevaciones por parte del antiguo régimen liberal, las cuales fueron el punto clave para el surgimiento del movimiento de la Revolución Mexicana. Por otro lado, las causas de este acontecimiento se pueden distinguir según tres órdenes:

• Causas de orden político: Hace referencia al envejecimiento del sistema, a causa de que, al asumir nuevamente Porfirio Díaz, este llevaría puesto 30 (treinta) años de mandato, a la vez de que el gabinete porfirista se inmovilizaba también. Se distingue la ausencia de integración o formación de nuevos dirigentes y el empuje nuevas generaciones.

                                           Este dictador llegó al poder por primera vez en 1876 apoyando la idea de la no reelección. Con el transcurrir de los años cambió de parecer buscando reiteradas veces su reelección presidencial, consiguiendo el gobierno durante siete períodos a través de la fuerza. Tuvo las intenciones (y logró concretarlas) de la prosperidad de un pequeño grupo de privilegiados (terratenientes) en nombre del significativo y engañoso lema: “Paz, orden y progreso”. El período porfirista se caracterizó por la tiranía y el centralismo de los poderes legislativo y judicial, subordinados en el ejecutivo. Los gobernantes de los estados eran nombrados por Díaz, y designaban a las autoridades municipales; el poder judicial servía para legalizar los despojos del más fuerte; y las cámaras legislativas no tenían otra voluntad que la del dictador.

                                           La oposición estuvo representada por varios sectores los cuales estaban en contra de esta prolongada dictadura, y anhelaban la renovación social. Entre ellos, resaltan el movimiento anarquista “Regeneración”, los círculos liberales, y el Partido Liberal Mexicano (PLM), cuyo  programa clandestino, lanzado en 1906, incitó al pueblo a revelarse contra la dictadura, apoyada por la libertad de sufragio y la no reelección continuada.

                                           Hacia 1904, la Constitución política de México es reformada, estableciendo el mandato presidencial por seis años e instituyendo la Vicepresidencia.

• Causas de orden económico: Este tipo de causa se debe a que, durante el gobierno de Porfirio Díaz, gran parte del territorio azteca era propiedad de unos pocos terratenientes. El latifundio fue tan desmedido, que incluso una extensión de tierra con mayor superficie a la de un país europeo, se encontraba en manos de una sola persona. Se puede destacar el caso del general Terrazas, quien poseía todo el Norte Mexicano, territorialmente equivalente al área de Holanda, Bélgica, Dinamarca, Hungría y Suiza juntas. Este latifundismo provocó la decadencia de la agricultura, ya que el gran propietario se encontraba desvinculado de su propia tierra, dejándolo en manos de administradores no aptos para ejercer su cargo.

                                                La dictadura porfirista gobernó bajo el lema de “baja política y mucha administración”, pensando en que lo más importante era el progreso material basado en el capital extranjero, ignorando plenamente la existencia de la masa trabajadora local. Con tal propósito, permitió la inserción de empresas norteamericanas e inglesas, las cuales que apropiaron prácticamente de la riqueza nacional. Los capitales extranjeros llegaron a ser administradores de los ferrocarriles; controlaron las minas del Potosí, los productos del suelo, del mar, y la riqueza forestal y frutícola.

• Causas de orden social: En paralelo a que los campesinos cobraran un salario pobre (en condiciones de esclavitud) los precios de los artículos que estos consumían elevaban su precio. Como su jornal era escaso, el trabajador se iba endeudando y, de esta forma, cuidaban la tierra en condiciones similares a las que se daban en la Edad Media.

                                         No existía una legislación que protegiera los derechos obreros y campesinos, las huelgas estaban prohibidas y se sancionaba severamente a quienes pedían una mejora salarial, la reducción de su jornada inhumana laboral la cual superaba, casi en su totalidad, las doce horas de trabajo.

                                         Existía una pirámide social conformada por diversas clases, entre las cuales existía una amplia diferencia. En los rangos más altos se encontraban los grandes terratenientes, los caudillos políticos, los miembros del alto clero y los empresarios extranjeros y nacionales. A continuación encontrábamos los pequeños burgueses, y en la base a los campesinos y obreros.

                                         En 1909 surgen dos grupos que unieron fuerzas dispuestos a la lucha electoral: el Partido Nacional Democrático y el Partido Antireeleccionista. Ambos participaron en la Convención Nacional Independiente (abril de 1910), en donde se presenta como candidato a la Presidencia de la República a Francisco Madero. Este mismo, en 1911, envía un telegrama exigiendo la renuncia de los dos líderes del país.

Desarrollo:

 El 21 de mayo de 1911, durante la celebración de los Tratados de Ciudad Juárez, se acepta la renuncia de Porfirio Díaz y Ramón Corral, dando fin a la época del porfiriato el 25 del mismo mes. El mismo día, Francisco de la Ibarra sustituyó el cargo del dictador; sin embargo su mandato duraría hasta el 6 de noviembre, fecha en la cual asumen al poder Francisco Madero como presidente, y José María Pino Suárez como vicepresidente. Esta fórmula fue propuesta por el Partido Constitucional Progresista (procedente del Partido Antireeleccionista), cuyo lema era “Sufragio efectivo. No reelección”.

 El gobierno maderista ocupa el período del 6 de noviembre de 1911 al 19 de febrero de 1913, y durante el mismo va a participar en alzamientos contra Pascual Orozco, Francisco Villa y Emiliano Zapata. A pocos días de asumir el mandato, Madero estalla en un levantamiento promovido por este último. Esto se debe a que, ni bien Francisco llega a la presidencia, es Emiliano quien le exige la promulgación de la Ley Agraria, a la cual Madero pide a cambio la entrega de armas. Sin embargo, Zapata no acepta y da a conocer el Plan de Ayala: esencia del carácter democrático de la Revolución Mexicana y por el cual se exigió, entre otras cosas, la renuncia de Madero y Pino Suárez. Fue un movimiento social y político encabezado por un campesino del sur quien obligaría a las fuerzas de la burguesía a mantener como demanda la reforma agraria. Zapata consideró a este Plan como el estandarte y guía de la Revolución, por el cual planteó la expropiación de tierras por causa de utilidad pública, habiendo sido confiscadas por terratenientes, y restituyendo dichos terrenos a los individuos y comunidades pertenecientes. Con el tiempo, favoreció la burguesía agroindustrial a causa de modernizar su capitalismo.

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