Sacrificios Aztecas

Sacrificios Humanos

En este articulo hablaremos de una de las más bellas de nuestras tradiciones de nuestra cultura, los sacrificios humanos que hacemos para nuestros dioses, para nosotros esto es como un tributo que les debemos. Las personas sacrificadas son heridos de guerra y cautivos, o los capitanes de los equipos ganadores de juego de pelota, cada uno con su manera de sacrificio.

Cuando el Marquez de Valle le pregunto a Moctezuma ¿Cómo siendo tan poderoso y habiendo conquistado tantos reinos no había sojuzgado la provincia de Tlascala?, a lo que Moctezuma respondió tengo dos razones, una es por tener en que ejercitar la juventud mexica para que no se criase el ocio y regalo; la otra y principal que había reservado esa provincia para tener de donde sacar cautivos que sacrificar a sus dioses.

La manera en que efectuamos nuestros rituales de sacrificio es haciendo hileras de las personas que serán sacrificadas, con gente alrededor cercándolos. Luego sale un sacerdote vestido con una alba corta llena de flecos por la orla y desciende del templo con un ídolo hecho de masa de bledos y maíz, amasando con miel, que tiene los ojos de unas cuentas verdes y los dientes de granos de maíz, después sube por la gran piedra que esta fija en un muy alto humilladero en medio del patio. Piedra cuyo nombre es Quauhxicalli, que quiere decir piedra del águila. Al subir por la escalerilla y llegar a la sima el sacerdote va de lado a lado mostrándole a cada uno aquel ídolo y diciendo “Este es vuestro dios”.

El modo ordinario del sacrificio es abrir el pecho del sacrificado y casarle el corazón medio vivo, al hombre lo echan a rodar por las gradas del templo. Al lugar del sacrificio salen seis sacrificadores, cuatro para cada una de las extremidades, uno para la garganta y uno para cortar el pecho y sacar el corazón del sacrificado. El nombre que le damos a estos individuos es Chachalmua (ministro de cosa sagrada). El supremo sacerdote debe traer un enorme cuchillo de pedernal. Puestos los seis ante el ídolo, hacen su humillación y poniéndose en orden junto a la piedra piramidal, es tan puntiaguda esa piedra que el que debe de ser sacrificado es echado de espaldas, este se dobla de tal manera que dejando caer un cuchillo sobre el pecho con mucha facilidad se abre un hombre por medio, cuando se practica este sacrificio el corazón del sacrificado es sacado y ofrecido al sol, el cuerpo es arrojado por las gradas y este era repartido y comido, celebrando con ellos solemnidad.

Muchas de otras naciones hacen lo mismo, imitándonos en nuetros ritos ceremoniales en servicio a nuestros dioses, pero nosotros lo hacemos con fe y culto a ellos.

De lo bizarro a lo hermoso de nuestras tradiciones…

Nuestras ofrendas no solo son de sacrificios humanos, también hacemos bellas

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