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Sarmiento, De La Estirpe De Los Catón.-


Enviado por   •  16 de Noviembre de 2012  •  2.513 Palabras (11 Páginas)  •  407 Visitas

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SARMIENTO, DE LA ESTIRPE DE LOS CATÓN.-

Por Guillermo R. Gagliardi.

ü “Estirpe”, etimológicamente del latín ‘stirps-is’: raíz, tronco, linaje, ascendencia.

DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO (1811-1888), de linaje “Catoniano”. Refiérese esta prestigiosa calificación, entre los más ilustres de nuestra Historia a MARCO PORCIO CATÓN, el Censor (234-149 a. C.) o el Viejo, ‘C. Maior’ y al otro romano, posterior, CATÓN DE ÚTICA (95-46 a. C.), su bisnieto, ‘C. Minor’.

En mi estudio “Catón y D. F. Sarmiento. La Virtud Ciudadana” procedí a trazar, a intentar, un paralelo entre ellos; publicado en mi blog “sarmientisimo”, 3-8-2008, “Sarmientino’s blog”, 4-8-08 y en “Equipo Federal de Trabajo. Revista Académica”, nº 65, 4-10-2010).

El Censor.

Recordamos que Catón el Viejo fue un Político, el primer escritor importante en Latín y militar. Llamado también Cato Maior, Sapiens o Priscus Censorius. Agricultor, tribuno, Cuestor, Pretor, Cónsul, Censor.

Sarmiento, ya anciano, en 1885, funda “El Censor”, un periódico combativo contra la corrupción de los tiempos de Julio Argentino Roca y su política de apoyo a la candidatura presidencial de su concuñado Miguel Juárez Celman

No duró mucho tiempo esta publicación, en la que consta como Director su nieto Augusto Belin, y donde publicó además su “Vida de Muñiz” y “de Dominguito”, junto con notas de Aurelia Vélez...

El “Censor” estaba encabezado por un pensamiento significativo del historiador latino Tácito (ca. 55-ca.120 a. C.): “rara temporem felicitate, ubi sentire quae velis, et quae sentias dicere licet”. ‘Rara felicidad la de los tiempos en que se puede sentir lo que se quiere y decir lo que se siente”...

Catón: un conservador, defensor de las Tradiciones Romanas. Opuesto a la corriente oriental, helenística, de lujo y sensualidad.

Lo caracterizaron entre otras virtudes, el coraje, la marcialidad, la austeridad...

Un “hombre nuevo”, ponderado por su esfuerzo y aptitudes personales, nervios y brazos de acero, suma acometividad en la batalla. Ejemplo de elocuencia en el decir y frugalidad en el vivir cotidiano.

El moralista e historiador griego Plutarco (46-50 /120 c. C.), uno de los grandes escritores de la Literatura Helénica, sacerdote en Delfos, Magistrado en Queronea y varias veces Embajador, de inmenso influjo por sus escritos en todas las literaturas del Mundo, de todas las épocas, “Ploútarkhos”, en sus famosas “Vidas Paralelas”, “Bioi parálleloi”, lo retrató de manera inmortal, comparado con Arístides, el estadista ateniense del siglo V a. C., reconocido como “el Justo”. Utilizo particularmente Luz Conti Jiménez: ed. de las Vidas de Arístides y Catón, Madrid: Akal, 2003. En general, la traducción de Antonio Ruiz Romanillos con prólogo y notas de José Alsina, en Vergara, ed. 1962, en 2 tomos.

“Inexorable en lo justo y recto y severo en hacer cumplir las órdenes que daba”.

“el lenguaje de este hombre singular”, “era gracioso y vehemente... , adornado y grave, sentencioso y polémico; al modo que Platón pinta a Sócrates”.

“satírico y acre para los que por primera vez le trataban, pero por dentro lleno de solicitud y pensamientos útiles”.

El vocablo “Catón” significa el Censor severo de personas inmorales.

El ilustre Orador y Político latino Cicerón (106-43 a. C.), en su “Cato Maior. De Senectute liber”, “Diálogo sobre la Vejez”, lo presenta como un anciano de alma juvenil, jubiloso. Y entusiasta.

“Cato” también simboliza al “sabio”. Fue un Patriota inflexible. Paradigma de rectitud, forma parte del imaginario colectivo, representa la “Virtus” por antonomasia.

Cons. Juan Luis Posadas: “C. el Viejo” (en www.nationalgeografic.com.es). Jesús Caño Guiral: “C. el Censor y su proceso de canonización histórica. Una revisión del modelo moral romano”, Montevideo, cit. por Carlos Ferreira González en su “La obra de M. P. C. como modelo de desarrollo productivo rústico”, Universidad de la República, Uruguay, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación-Historia Antigua, nov. 2010, v. digital.

Catón de Útica.

Catón el Menor, desafiante defensor de la libertad y la política moral. De difícil y corajudo carácter desde muy joven, desafió al dictador Lucio Cornelio Sila (138-78 a. C., eximio político, execrado déspota, una figura histórica ambigua).

Por disentir profundamente con Julio César (100-44 a. C., militar, legislador y magno escritor) se mató mientras leía el “Fedón” de Platón, sobre la muerte de Sócrates.

El suicidio de este filósofo estoico, gran político, un gran emprendedor desde muy pequeño, es referido por Plutarco. Junto con Escipión es derrotado en la batalla de Tapso, por César. Por no querer convivir con su mandato, toma semejante decisión, principista, moral.

El juicio recto, la templanza, el “comportamiento digno”, eran desde temprano sus preferencias, la práctica de las virtudes patriarcales de sus ascendientes e instaba a sus coetáneos a rendirles culto.

De carácter entero, defensor acérrimo de la República. Terrible en la ira.

También Cornelio Nepote (100-25 a. C.) en su “Vidas de los Ilustres Capitanes” , “De viris illustribus” , introduce el género biográfico en la Literatura Latina, y retrata a M. Cato, el Joven.

Catón criollo.

Sarmiento es también un “Novus Homo” en la historia política argentina. Un Catón Criollo, un Franklin cuyano, un “self made man”, un hombre sin trascendencia de linaje, no obstante sus detalles y defensa en “Recuerdos de Provincia”, 1850.

“Hechura de sí mismo”, que con su esfuerzo y su fuerza proverbiales “labró” él solo su “tosco capullo” para construir nuestra República Americana.

Según Plutarco, estos hombres nuevos “ellos mismos empezaban a darse a conocer, era nuevo para el mando y para la gloria, pero por las obras y virtudes de sus antepasados era bien antiguo”.

Surge el sol sarmientesco en San Juan, provincia de Cuyo, pero en su “cursus honorum”,

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