Somos narradores vanguardistas

Somos narradores vanguardistas

Un día me fui al hipermercado porque había muchas ofertas, e ingrese a comprar algunos alimentos y accesorios para la elaboración de mi robot para la universidad.

Pude observar un celular en oferta, el cual me podría servir como mando para dirigir a mi robot, y a la vez podría ser que contaba con aplicaciones que podrían conectar a las redes sociales, con las cuales podría chatear, twittear y wasapear con mi familia y diferentes amigos y amiguitas bonitas.

Una vez de haber comprado todo lo que necesitaba me dirigí a la salida del hipermercado pero antes de ello compre una agua bien helada la que me bebí de un solo tiro, en la salida encontré un tacho de reciclaje lo que me hizo decidir, dejar ese embace de la botella en aquel tacho.

Inmediatamente me retire del gran supermercado con dirección a mi domicilio, en el trayecto me quisieron lo que había adquirido, pero gracias a diosito no lograron su objetivo y felizmente llegue bien a casa, por ello comencé a dar inicio a mi proyecto de robótica para así ser un joven distinguido, admirado por las flacas y muy aclamado.

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