VIEJA GUARDIA AGRARISTA DE MEXICO

VIEJA GUARDIA AGRARISTA DE MEXICO

 San Juan de Letrán No.76, Desp. 401

México 1, D. F.

Julio de 1959.

Al C. Ma. Guadalupe Urzúa

Comité Ejecutivo de la C.N.C.

López Núm. 23.

CIUDAD.

Estimados compañeros

Con motivo de los alarmantes acontecimientos que desde hace tiempo vienen afectando gravemente la vida de la Confederación Nacional Campesina, amenazando con destruirla, la Vieja Guardia Agrarista de México, ha acordado dirigirse a usted y a todos los compañeros que en las distintas regiones del país han dedicado sus mejores energías y esfuerzos a la creación y desarrollo de dicha central como órgano de liberación de las masas rurales de México, para exponerles lo siguientes

l/o.- En las filas de la C.N.C. desde hace tiempo se inició una  desbandada que la ha debilitado sensiblemente y ha propiciado el nacimiento de numerosas pequeñas agrupaciones y el surgimiento de personas que  aprovechando esta circunstancia, se dedican a encabezar grupos de ejidatarios,  comisiones, etc., ante las autoridades encargadas de la resolución de sus problemas y para nadie es un secreto que cuando no se trata de lo greros que esquilman sus exiguos recursos económicos a los campesinos, se trata de militantes de agrupaciones que sustentan teorías ajenas a la esencia de nuestro movimiento agrario, así como a la idiosincrasia, modo de ser y concepción de los problemas sociales del campesino mexicano.

2/o.- La enorme fuerza que logró tener la C.N.C. en el pasado y que constituyo el poderoso instrumento para realizar los más Importantes avances en la resolución del problema agrario, se diluye rápidamente, aniquilando la conciencia revolucionarla del campesino y destruyendo su espíritu de cuerpo, ya que encuentra que en lugar de tener que realizar esfuerzos y sacrificios para fortalecer la organización que fue creada para su defensa, se echa en brazos de cualesquiera de los numerosos seudo redentores que fomentan esta lamentable dispersión para el logro de sus propósitos de exacción económica o de proselitismo sectario.

3/o.- Ante la multiplicidad de individuos o de grupos que están fomentando la disgregación de la C.N.C. y ante El cúmulo de intereses que representan, es imposible que surja, si llegan a destruir a la C.N.C. una organización que luche con eficacia y energía por la resolución del problema agrario y por la redención de las masas campesinas.

        4/o.- La C.N.C.es susceptible de perfeccionar sus procedimientos en aquello que la experiencia haya demostrado que no llenan su cometido; puede consultar la opinión de las masas que la integran y fijar, de acuerdo con esa opinión, metas precisas a alcanzar; puede señalar tareas concretas y responsabilidades a sus dirigentes y lograr, de este modo, la urgente superación que las condiciones de la lucha reclamen, pero la disolución con que se ve amenazada, sería un acto contrarrevolucionario y de funestas consecuencias para los campesinos mexicanos.

        5/o.- La imperiosa obligación de atender a la satisfacción de las necesidades de los individuos con derechos agrarios a salvo; la realización del viejo postulado del fraccionamiento de los latifundios, supervivientes a despecho del mandato del artículo XXVII Constitucional; la apremiante necesidad de una inteligente redistribución demográfica para aprovechar nuestras reservas de tierras y aliviar las angustiosas condiciones de las zonas sobrepobladas; la realización de la aspiración de poner elementos económicos, técnicos, educativos, etc. en manos del campesino para elevar su poder económico y hacer de él un factor de consumo capaz de cooperar al desarrollo de la economía general del país, son hechos irrefutables que demuestran lo poco que se ha avanzado en la dura lucha por la emancipación del campesino y la urgencia de defender la vida da la C.N.C. como el órgano más eficaz de di ha emancipación.

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