Asesinato en el oriente express

ASESINATO EN EL ORIENTE EXPRESS

La historia se desarrolla en Estambul en pleno invierno. Es protagonizado por el detective privado Hércules Poirot recibe un telegrama en el que se le pide que cancele todos sus planes y regrese a Inglaterra y decide tomar el Orient Express. El cual, casualmente ese día va completamente lleno. En una noche, Poirot se despierta varias veces por diversos ruidos, incluyendo un grito procedente de otro dormitorio. A la mañana siguiente se despierta, descubre que una tormenta de nieve ha obligado a detener el tren y que un señor americano llamado Ratcher, ha sido apuñalado salvajemente en unas 12 ocasiones dentro del mismo vagón en el que viajaba y del cual escucho un grito en la madrugada. Aparentemente nadie ha entrado ni ha salido del vagón. Es obvio que el asesino se encuentra dentro de ese mismo vagón. le piden a Poirot que se encargue de la investigación del caso.

A medida que va investigando el caso, descubre que dicho señor había participado en el asesinato de una niña de tres años y que durante la investigación de ese asesinato se culpó injustamente a la niñera de la niña, la cual posteriormente fue sentenciada a muerte, lo que ocasionó que la niñera se suicidara.

Durante la investigación se da cuenta que la mayoría, o mas bien todos dentro del vagón tienen relación con la familia de la niña que fue asesinada. Cuando se dirige al dormitorio del señor Ratcher, se da cuenta que la puerta de la habitación estaba cerrada y encadenada por dentro y que la ventana se encontraba abierta. Cuando ve las heridas, nota que varias de las puñaladas son profundas y que por lo menos tres son letales y las demás son muy cortas. Encuentra que la pistola de Ratchett esta debajo de su almohada, ve un reloj de bolsillo destrozado dentro de su pijama.

Después de que sigue con la investigación y de analizar los testimonios de algunos viajeros y algunas pruebas que había ido juntando, Poirot convoca a doce sospechosos y otras dos personas, monsieur Bouc y al doctor Constantine los cuales son sus compañeros de investigación, en el vagón-restaurante, estando todos reunidos ahí, da dos posibles soluciones al caso. Dentro de los sospechosos se encontraba el padre de la niña, el abuelo, el novio de la niñera que se suicido y el padre de la niñera.

La primera explicación que nos da Poirot, es que un extraño se subió al tren en la última parada y se fue directamente a la habitación de Ratchett y lo asesinó por razones desconocidas y escapó sin ser visto. Menciona que el crimen ocurrió una hora antes de lo que todo el mundo pensó, ya que no se dieron cuenta de que el tren había entrado en otro uso horario. El doctor Constantine dice que Poirot debe ser consciente de que eso no explica todas las circunstancias del caso.

La segunda explicación es más compleja e impactante y nos menciona que todos los sospechosos son culpables. Y las sospechas empiezan se deben a que en el tren hay pasajeros de diversas nacionalidades europeas, lo que, según Poirot, solo puede ocurrir en los Estados Unidos, donde pueden reunirse personas procedentes de distintas nacionalidades y clases sociales. El crimen no puede haber ocurrido de otra forma, dadas las pistas. Poirot revela que todos los pasajeros eran familiares, sirvientes o amigos de la familia Armstrong, o tuvieron relación con el caso. Todos quedaron profundamente afectados por la muerte de la niña y sus consecuencias. Decidieron ser ellos mismos los verdugos para vengar un crimen que la ley no pudo castigar.

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