Atados a un recuerdo

Atados a un recuerdo

Los personajes son un medio para guiar el desarrollo de una historia en la literatura, ya que realizan acciones y representan las ideas que se plasman en la obra. Además de esto, los personajes tienen una identidad, siendo esto un conjunto de rasgos característicos de una persona que los distinguen de los demás, ésta puede manipularse como recurso para dar interés a la obra. Una de las maneras de crear este cambio en la identidad de un personaje es a través del concepto de tiempo; ya que las personas crecen y se desarrollan por medio de éste, y es una oportunidad ideal para modificarla. Con esto, se puede plantear, ¿De qué forma experimenta el personaje protagonista cambios en su identidad, estrechamente relacionados con el concepto de tiempo? Esto se va a llevar a cabo por medio del análisis de contenidos, estilo y estructura del texto corto Porque éramos jóvenes escrito en 1986 por la autora y pedagoga Josefa Rodríguez Álvarez popularmente conocida como Josefina Aldecoa.

El fragmento narrativo presenta a una mujer llamada Annik, quien se comunica por medio de cartas con un destinatario cuyo nombre se desconoce. A través del pasaje el lector puede percatarse de que la protagonista se dirige a esta persona para conocerse a sí misma o para poder corroborar su existencia. “Escribimos para comprobar no que está vivo el otro, sino que lo estamos nosotros mismos” (Aldecoa, 1986). Un ejemplo que transmite en el lector los sentimientos de la protagonista con un carácter melancólico. Continuando el planteamiento propuesto, la identidad de Annick al momento de escribir la carta se manifiesta apegada a sentimientos de soledad y aislamiento. Al comparar estas ideas con fragmentos como “Nadie recuerda cuando nací, cómo crecí, nadie registra mis transformaciones sucesivas.” (Aldecoa, 1986), nos encontramos con que esta actitud se ha desarrollado por acción del paso del tiempo. El párrafo denota un estado en el que la narradora está distanciada de las personas que describe como importantes en su desarrollo personal en el pasado, en esta instancia, relacionando su alejamiento de ellas, en el presente, a una especie de muerte figurativa donde éstas han cambiado irreversiblemente, dejando a Annick aislada en su camino por la vida, razón que a la vez da sentido a las cartas y al motivo de su identidad actual.

Retomando el tema, a través del texto podemos encontrar rastros sobre la transformación de identidad de la protagonista por medio de las relaciones que ésta forma en su vida. Así, narra la manera en la que nos vamos alejando de las distintas personas que nos acompañan en nuestra vida.

“Desaparecen los seres que contemplaron nuestra infancia”. “Irrumpen en escena nuevos seres que enardecen nuestras vidas”. “Se van”. “Nos arrebatan trozos de piel, fragmentos de sonrisas; se llevan adheridas partes de nuestra biografía”. (Aldecoa, 1986)

La cita anterior facilita, por medio de la sintaxis presente en las oraciones simples, el entendimiento de lo que se quiere transmitir al lector. Mientras recuerda los acontecimientos de su vida, recuerda la manera en la que se va construyendo la historia de todo ser humano: los momentos que se viven con la familia, amigos y conocidos.

“Has estado una semana en Nueva York y no nos hemos visto”. “Luché tanto hace años para que vinieras, que ahora resulta extraño saber que has estado aquí”. “No tenemos necesidad de vernos”. “No lo deseamos”. “Ni siquiera lo tememos”. (Aldecoa, 1986)

Por medio de la anáfora reitera el concepto de negación para proporcionarle énfasis, haciendo referencia al cambio que sufren tanto la protagonista como el destinatario y su desprendimiento emocional debido al paso del tiempo.

En el texto, el pasado funge un papel importante en el desarrollo de los hechos, causante de cambios en respecto a la identidad del personaje. El transcurrir cronológico cambia la persona que somos. “Hasta tus rasgos se me escapan”.”Los veo descolocados, dispersos, como las piezas de un rompecabezas que hay que ordenar”. (Aldecoa, 1986) Aquí, se presenta el impacto del tiempo pasado y lo que ocasiona en los aspectos que nos hacen ser nosotros mismos, en este caso los recuerdos olvidados. En un sentido similar, más tarde en la carta podemos apreciar una conexión entre el personaje principal y un personaje secundario, que lleva como nombre Julián. Se le recuerda como algo lejano, e inmediatamente se contrasta con los temas que previamente se habían tratado en la carta. Ella lo describe como alguien que sí está ubicado en la actualidad, ocasionando una reflexión personal, Julián una persona inocente y sin ambición peligrosa, que no cometió los mismos errores que ella y el destinatario. Así, tanto Julián como el tiempo pasado representan un personaje antagónico que la persiguen como un recuerdo melancólico, ya que motivan a que evolucione la identidad de Annick a lo que es, en el estado presente de la carta.

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