Boquitas pintadas

Introducción

El propósito de este trabajo es llevar al lector al deseo y voluntad de leer esta novela llamada “boquitas pintadas” escrita por Manuel Puig en 1969, donde se puede percibir componentes y perfectas tramas de una novela sentimental. La novela se encuentra dividida en dos partes: boquitas pintadas de rojo carmesí y boquitas azules, violáceas, negras. A su vez, cada una de ellas está compuesta por ocho entregas.

Una vez finalizada la lectura de la obra “boquitas pintadas” esta hipótesis hace referencia al rol de la mujer, a la forma en la que el autor escribe la novela, la relación que el autor logra reunir escribiendo una novela experimental y popular.

Portada

Índice

Introducción

Desarrollo

Conclusión

Referencias bibliográficas

Marco teórico

El rol de la mujer en el siglo XX con respecto a las creencias de la época, cumplía una expectativa que era, a veces, una ilusión: la mujer en la casa y no en el trabajo. Los hombres preferían esta alternativa. Para ellos era más “segura” y además correspondía al rol que creían que tenía que desempeñar la mujer. Es evidente que en esa sociedad (de esa época) domina la idea de la mujer en la casa y el hombre fuera de ella. Esa idea que convierte a la mujer en ama de casa, es un estereotipo de madre y esposa, que era compartida por casi todos, independientemente de sus convicciones ideológicas, alguna religión o estilo de vida que se escogía/practicaba. La sociedad atribuía roles y funciones, condenando a la mujer a un estereotipo. Es la sociedad la que asigna a las mujeres la responsabilidad de la tarea doméstica, la crianza de los hijos y la maternidad casi obligatoria.

En los años ‘60 la matrícula universitaria se expande, y ese ensanchamiento se expresa en su composición social. En ese masificarse (para los parámetros de la época), hay una presencia muy importante de mujeres dentro de la matrícula.

Puig descubrió en el protagonismo femenino de los “woman 's film”, del cine norteamericano, “la pasajera”, “las tres noches de Eva”, “la pícara puritana” como la mujer estaba en primer plano y ocupaba el centro de la pantalla. El trasladó ese “descubrimiento” y formó los personajes de las mujeres que están en boquitas pintadas.

Boquitas pintadas fue la segunda novela del narrador (cronista, guionista y novelista) argentino Manuel Puig. La novela cuenta con una multiplicidad de discursos para referir su universo narrativo: cartas, actas policiales, informes médicos, certificados de defunción, boleros y tangos, revistas. A través de elementos como éstos, la novela presenta la originalidad. Se presenta dividida en dieciséis entregas que se dividen en dos partes de ocho cada una. Es en estas entregas donde aparecen las distintas estrategias narrativas se entrelazan dos dramas paralelos dignos de radionovela, pero contados con una gracia lingüística muy especial y presentados en fragmentos muy efectistas.

La concepción de la novela en la que se enmarca esta obra, tiene como característica la mezcla de estilos discursivos, la instrumentalización de la oralidad, una nueva mirada frente a la sociedad y los estereotipos marcados en la época, una nueva interpretación de la tradición de la novela. Frente a la lista de libros editados en el 69, esta lógica impone la selección de las obras que sí son representativas de su tiempo y la puesta de lado de aquéllas que no lo son, como lo es “boquitas pintadas”.

En los sesenta se inscribe también la obra literaria de Puig que, con La traición de Rita Hayworth (1968), inaugura dentro de la narrativa argentina

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