CUENTO ¨LA DANZA DE LOS NEGRITOS¨

DENISE LARISA MARIN CABAL

13 AÑOS

SAN JOSE BALSA CAMARON

TELESECUNDARIA; QUETZALCOATL

CLAVE DE LA ESCUELA; 30ETV01990

GRADO;1 GRADO

GRUPO; A

NOMBRE DEL DOCENTE;

GUADALUPE GARCIA OAXAQUEÑO

¨LA DANZA DE LOS NEGRITOS¨

Érase una vez un muchacho y sus hermanitos que no tenían familia, uno se llamaba Juan, el segundo se llamaba Pablo y el tercero se llamaba Mario y también una niña llamada Libia, ellos eran pobres y no tenían para comer, Juan por ser el mayor se preocupaba mucho por lo que iban a comer sus hermanos, pues estos niños habían quedado huérfanos y no tenían a nadie que viera por ellos, entonces juan pensó en que tenía que buscar un trabajo en el cual ganar dinero y así poder alimentar a sus hermanos más pequeños, ellos vivían en un pueblito llamado cerritos, que pertenecía al municipio de Comapa, pero en ese lugar no había oportunidades de trabajo para un niño casi adolecente de la edad de juan, un día que estaba sentado bajo la sombra de un árbol pensando en que es lo que iba a hacer, de repente se dio cuenta que habían llegado al pueblo unas personas que no había visto antes, él se acercó a escuchar la conversación de estas personas con los señores y puso atención en que les decían ¨les venimos a buscar para que vayan a trabajar en el corte de la caña de azúcar¨ se les pagara muy bien y además se les dará un lugar en el cual podrán vivir mientras dure la cosecha, Juan se entusiasmó al escuchar a esos señores que les ofrecían trabajo a los señores del pueblo y rápido corrió a contarles a sus hermanos, hermanitos, hermanitos ya no tendrán que preocuparse por la comida, acabo de escuchar a unos señores que vienen de otro pueblo y dicen que ellos tienen trabajo y que además de eso darán lugar para poder vivir y además la comida, alisten sus cosas porque muy seguramente nosotros nos iremos a ese lugar.

Juan camino entonces a la casa de los señores para decirles que el también se iría con sus hermanos, pero al escucharlo le dijeron que no podrían llevarlo pues no sabían nada de cómo se cosechaba la caña y que tal vez él no podría realizar ese trabajo y que además no podía llevarse a sus hermanos para allá porque los patrones no querrían a tanto niño viviendo en sus casas, al escuchar la respuesta de los señores juan se sentía triste y decepcionado, pues él ya le había dicho a sus hermanitos que se los iba a llevar con él a ese lugar en donde ofrecían trabajo y pensaba que si los señores le decían que si podía ir con ellos pero que no podría llevar a sus hermanos, no los iba  poder dejar  tendría que terminar quedándose ahí con ellos sin poder trabajar, mientras caminaba se le iban saliendo las lágrimas de pensar como les iba a decir a sus hermanos lo que había pasado, pero en eso se cruzó con los patrones que estaban tomándose un refresco bajo la sombra de un árbol, ellos le preguntaron a juan que porque estaba llorando que si todo estaba bien y que si le podían ayudar en algo, entonces juan les comenzó a contar la historia de cómo había perdido a su mama cuando ella había muerto semanas atrás de una rara enfermedad y de cómo su papa los había abandonado desde que él era pequeño y que ahora con la muerte de su mama él había tenido que hacerse cargo de sus hermanos más pequeños pero que ahora no tenía trabajo para ganar dinero y mantenerlos.

Los fuereños quedaron tan conmovidos por las lágrimas del niño que le dijeron que no se preocupara, que fuera por sus hermanitos y que ellos lo llevarían a vivir a un lugar en donde podría trabajar cortando caña en la temporada de zafra y que cuando esta acabara podía seguir trabajando en la limpia de los cultivos y el riego de los fertilizantes y que también había una escuelita ala que podían ir sus hermanitos más pequeños.

Cuando juan llego a su casa su hermana Libia ya había echado en un costal, la ropa que se iban a llevar y en una vieja mochila los documentos que su mama les había dejado encargado que siempre llevaran a donde quiera que  ellos fueran, juan cerro muy bien la casita de madera, sin imaginar que sería la última vez que ellos estarían allí, salieron por la tarde ya con la caída del sol, con rumbo desconocido pues ellos nunca habían salido más allá de la cabecera de su municipio, en el camino quedaron maravillados con los paisajes que se encontraban, ríos muy bonitos y unos cultivos que ellos nunca antes habían visto, fue así como Juan junto a sus hermanitos llegaron a vivir a este lugar muy bonito llamado san José Balsa Camarón, llenos de ilusión por la nueva vida que ahora ellos tendrían.

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