Casa de Heidegger

En este libro Adam Sharr narra y analiza la “relación” que existe entre la cabaña Todtnauberg y Heidegger.

Esta relación comienza en 1922, en el verano cuando Martin Heidegger se instala en esta pequeña cabaña, ubicada en las montañas de la Selva Negra al sur de Alemania.

Relata que en esta cabaña se sentía más en casa, ya que le ofrecía el medio preciso para pensar com mayor claridad.

La cabaña mide 6 x 7 m en planta y esta construida mayormente de madera.

Tiene 3 habitaciones principales y estas están subdivididas en espacios para usos particulares, estás habitaciones contienen mobiliario fijo y, al igual que gran parte de la cabaña, están hechos de madera.

Heidegger encontraba inspiración para sus trabajos y muchas veces usaba la cabaña como un escape de la vida familiar, también llegaba a compartirla con visitantes ocasionales o algunos familiares, pero seria preciso decir que el disfrutaba de su soledad y la tomaba como una oportunidad para dejar fluir la inspiración.  

Sharr menciona que la condiciones de habitabilidad, especialmente la calefacción y la luz influían fuertemente en la experiencia dentro de la cabaña, la cual estaba casi exactamente orientada a los puntos cardinales, a la fachada principal le daba directamente el sol de mediodía y la parte trasera estaba protegida al norte, de esta manera las salas interiores reciben luz natural en diferentes puntos del día.

El sol de mediodía da sobre la mesa del comedor a la hora de comer y por la tarde llega el sol por el oeste. La ventana del estudio recibe directamente la luz del sol en las mañanas, justamente en el horario al que a Heidegger le gustaba trabajar.

Ademas de la orientación que tienen las ventanas, también forman parte del aislamiento  de la cabaña, tienen dos hojas de vidrio, lo que mantiene de manera optima el calor dentro de la cabaña, ademas las dos hojas se abren para obtener los grados de ventilación deseados.

También dentro de la cabaña hay dos estufas de leña de hierro fundido, una se encuentra en la antesala como calefactor y la otra en la cocina para cocinar, estas estufas eran la principal fuente de calor hasta que se instalò la electricidad dentro de la cabaña.

La madera que se utilizaba para alimentar las dos estufas era cortada del bosque y era una tarea de la cual se encargaba Heidegger en su estadía, esta madera se almacenaba y se apilaba en la fachada para aumentar el nivel de aislamiento en invierno.

Ya que Heidegger utilizaba la cabaña como base de sus excursiones en el bosque, se adaptaron diferentes lugares para guardar y secar la “ropa de calle”, así como su equipo y ropa para esquiar, ya que él lo disfrutaba mucho.

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