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Ciudad Loca de Padel


Enviado por   •  3 de Febrero de 2019  •  Resúmenes  •  1.552 Palabras (7 Páginas)  •  213 Visitas

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CIUDAD LOCA de PADEL

Padel comienza afirmando que, como la mayoría de los elementos de la tragedia, la locura trágica es al mismo tiempo humana y divina. Durante toda la época clásica, las explicaciones divinas actúan junto con las humanas. El estudio aristotélico de la tragedia se concentra en lo humano y encuentra la expresión de dolor más eficaz desde el punto de vista dramático de la imagen de un hombre bueno que sufre: un hombre de buena reputación y fortuna, aunque “no sobresale en virtud y justicia”. Según el autor, este hombre sufre no por una maldad básica, sino “a causa de alguna hamartía”.

El autor explica que Hamartía significa, aproximadamente, “falta”, “error”, “equivocación”. Se entendía que sus palabras se referían al sufrimiento causado por un “defecto” de la personalidad. Sin embargo, Padel explica que nadie piensa así en la actualidad ya que, a mediados del siglo XX, los intérpretes reaccionaron en contra de las concepciones anacrónicas acerca de los defectos y la personalidad trágicos de la Atenas del siglo V. De esta manera, abandonaron la connotación moral y enfatizaron el elemento de “error” de la hamartía.

Haciendo referencia a Aristóteles, Padel explica que, en la Poética, el filósofo griego parece querer referirse con hamartía a actos de maldad no intencionada, de equivocación y error moral: actos cometidos sea por pasión, sea por ignorancia; actos malos, pero con circunstancias atenuantes.

EL “ERROR” TRÁGICO

Padel se pregunta de qué modo la tragedia misma emplea “hamartía” y otras afirmaciones. Explica que en el idioma inglés, el error es involuntario. Sin embargo, la hamartía abarca más que “cometo un error”. En la tragedia, este errar, equivocarse, fallar, puede ser al mismo tiempo voluntario y vergonzoso.

        En hamartía, según usaban la palabra los trágicos, parece estar implícita la idea de que “cometer un error” contra los propios intereses puede ser malo y loco. El “error” gradualmente se torna locura.

        El autor explica que ni la locura ni el error son bienvenidos: ambos son peligrosos. Vergonzosos. También lo es una mente vagabunda, que comete errores de juicio. La locura es “des-viacion”, des-viarse a un lado: con sentido moral y religioso, y con dimensiones geográficas e intelectuales. Es demente dejar el camino.

        La locura no atenúa la responsabilidad. “Pagamos por” lo que hacemos. Pagamos por la locura infligida en nosotros. El actuar mal y la locura son inseparables; el erro es parte de ambos y recibe castigo.

IGNORAR A LOS DIOSES, LUCHAR CONTRA LOS DIOSES

El error, según el autor, tiene una carga moral especialmente severa en un área vital de la existencia humana: la que respecta a las relaciones con los dioses. En la tragedia, así como en Homero, ignorar a los dioses es una de las peores cosas que podemos hacer: un error quizás involuntario, pero terrible. Por ejemplo, el padre de Meleagro no ofreció a Artemisa los sacrificios de la siega. Enfurecida, Artemisa trajo el “mal” a su gente, lo que terminó con la muerte del hijo de Meleagro. Sufrimos a causa de un error involuntario, del mismo modo en que involuntariamente podemos contraer una contaminación.

Además, los dioses también castigan otro error: el agravio deliberado. Castigan, por ejemplo, a Hipólito, Áyax y a Penteo. En el primer caso, Hipólito, deliberadamente, excluye a Afrodita de su culto. En el segundo, Áyax le dice a Atenea que peleará sin ella. Por último, Penteo va aún más lejos, se niega a reconocer a Dionisio como un dios.

La theomakhía, “la lucha contra un dios”, es la estructura implícita en muchos mitos y tragedias.

Intentar theomakheín (pelear contra un dios) es imposible, demente. Padel explica que este verbo aparece por primera vez en el último Eurípides. Es la palabra talismánica de Penteo en Las Bacantes. (ver ejemplo en la pág. 60 del módulo 6)

El autor sostiene que los “errores” de ignorar y poner resistencia a los dioses son castigados; pensar que podemos ignorar el poder de la divinidad en nuestras actividades y relaciones es una injuria. “No pensar correctamente”. Locura hiperbólica. Un terrible error.

“Un mortal contra un dios” es el centro de estas imágenes de conducta demente. Negarles el reconocimiento a los dioses es oponerse a ellos y combatirlos. La oposición de un mortal a la divinidad es demente, y también el peor error que se puede cometer. La locura es, al mismo tiempo, una transgresión humana a la ley divina y el castigo por ella.

ÁTE, LOCURA, HAMARTÍA

Padel sostiene que, aunque la palabra hamartía aparece en la tragedia, lo hace pocas veces. No es en este género, sostiene el autor, una pieza clave de la explicación del sufrimiento humano. Hamartía representa lo que en la tragedia aparece de otra manera; no es una idea trágica per se.

Según el autor, dos eruditos (no da los nombres) sostuvieron que onde Aristóteles escribe hamartía, la tragedia pone áte: que hamartía traduce e interpreta la áte de la tragedia. Esta fue una idea muy importante. Sin embargo, tampoco áte aparece mucho en la tragedia. La tragedia misma, como un todo, reemplazó a áte: por un lado, ofreció cuerpo propio, su estructura y su forma, como representación de áte. Por otro, reemplazó a áte con las personificaciones, o la experiencia, de la locura.

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