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Enviado por   •  28 de Septiembre de 2012  •  2.788 Palabras (12 Páginas)  •  338 Visitas

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Thomas Hobbes (1588-1679)

Vivió en un período en Gran Bretaña en el cual transcurría una revolución muy violenta. Implicó la caída del monarca y el surgimiento del parlamentarismo.

En este escenario escribe el “leviatán”, que contiene su solución para salir de la anarquía. Buscó estudiar las razones por las cuáles se suceden las revoluciones y la violencia entre los hombres. Si todas las personas detentan el poder y nadie lo centraliza, se está en completa anarquía, que no es favorable porque la vida humana peligra.

En este contexto, Hobbes se plantea qué tipo de monarquía debía ejercerse y de dónde proviene el poder del monarca.

Hobbes plantea un hipotético estado de naturaleza. Este actúa como ficción fundadora que le permite desarrollar el pasaje del estado natural, al de vivir con arreglo a normas de un orden convencional.

El hombre para Hobbes se define por el deseo. Es por eso que podemos afirmar, que su visión antropológica es negativa. En el estado de naturaleza rige el derecho natural, que es la libertad que cada uno tiene de conservar su vida y gozarla acrecentando sus bienes y aumentado su poder. Pero puesto que este derecho lo poseen todos por igual, la única meta del hombre es sobrevivir. La incertidumbre respecto de la propia seguridad y la desconfianza mutua, hace que el estado natural de los hombres sea el de guerra de todos contra todos (“el hombre es un lobo para el hombre”). Por consiguiente, mientras siga rigiendo ese derecho natural de cada uno con respecto a todas las cosas, no puede haber seguridad para nadie. Las razones que llevan al hombre a la revolución descansan en la desconfianza, la competencia y la búsqueda de gloria.

Hobbes reconoce que existen leyes en el estado de naturaleza, pero no explicita cuál es su fuente, porque implicaría reconocer que existe una fuerza superior al leviatán.

Salir de ese estado de naturaleza y superar el derecho natural, puede ser logrado mediante la creación de un pacto o contrato al que todos consienten.

Requiere de la delegación de todos sus derechos individuales. Aunque Hobbes no lo indica explícitamente en su obra, diversos autores han entendido que en dicho contrato el único derecho al que el hombre no renuncia es el derecho a la vida.

Los derechos son cedidos a un monarca que luego serán distribuidos según él considere justo. El goce de los derechos, por ende, es totalmente subjetivo y depende de la hegemonía del monarca. Para Hobbes, la justicia implica dar a cada uno lo que se merece, y el criterio depende pura y exclusivamente del gobernante.

El monarca no puede destruir a sus súbditos, a menos que existan focos de sedición en los que las minorías intenten romper el contrato pactado. La sedición es “la enfermedad” del leviatán.

Sin embargo, el leviatán puede morir debido a su extinción. Si en el conjunto de la sociedad se decide cambiar de paradigma, es el fin del leviatán, porque su creación tiene su fuente en los individuos, y estos volverán a pactar nuevamente.

Locke

La mayor parte del Siglo XVII fue altamente inestable en Inglaterra por las luchas entre el rey y el parlamento, el advenimiento del calvinismo, y la intolerancia religiosa.

Cuando Cromwell muere, su hijo es quien toma el poder. Debido a su debilidad, se abre la restauración monárquica.

El monarca era protestante, pero toleraba otros cultos, por lo que se suscitó un período de relativa estabilidad. En esta época se permitía el parlamentarismo, se buscó anexar Escocia, se recuperan tierras de ultramar y merma la persecución católica. Fue un período muy próspero para Inglaterra.

Pero cuando el rey debe elegir su sucesor, este no tenía herederos, por lo que naturalmente correspondía el trono a su hermano que era católico. Por este motivo, el parlamento quería impedir su acceso a la corona.

El rey desconoció el anhelo del parlamento, y nombró rey a su hermano.

En este escenario se delineaban 2 corrientes parlamentarias: los “tories” (conservadores) y los “whigs” (liberales y progresistas).

Cuando el rey católico asume, debe hacerse cargo de una conspiración en su contra. Los protestantes le ofrecen al trono a María, que era católica, pero estaba casada con Guillermo de Orange (protestante).

Guillermo de Orange entra en Londres, y sin derramar una sola gota de sangre el parlamento lo nombra rey. A esta revolución se la conoce como “gloriosa”.

A partir de la llegada del nuevo monarca, comienza un período muy próspero para Inglaterra: se somete a Holanda y se anexa Escocia, hechos que trajeron poderío y tranquilidad.

Se establece el anglicanismo, pero los católicos podían seguir profesando su culto en el ámbito privado. Además, cuando Orange llega al parlamento establece el “Hábeas Corpus” en el acta de reforma, que estuvo hecho por una mayoría “Whigs”.

Locke escribe sus obras luego de la Rev. Gloriosa inglesa, por lo que sus textos se desarrollan en un período estable y pacífico. Su ideología constituye la base del pensamiento liberal.

La línea de este autor se basa en cómo el Estado impone su poder, y de qué manera se lo limita.

Locke retoma algunos temas de Hobbes, pero les da un tratamiento diferente. También parte de un hipotético estado de naturaleza en el que los hombres viven, anteriores al orden jurídico, civil y estatal.

Funda el estado de naturaleza a partir de individuos iguales y libres, portadores de derechos. Concuerda con Hobbes, en que hay en el hombre una tendencia a obtener el bienestar propio y la conservación de la vida. El principio vital que los hombres persiguen es el placer.

Pero según Locke, esta libertad no es de licencia, ya que aún dentro de ese estado natural existe una limitación: la razón (ley de naturaleza). Según Locke, ninguno puede dañarse a uno mismo y mucho menos la vida, la salud, la libertad y las posesiones del prójimo. Somos todos iguales, y por eso mismo debemos respetar al otro al igual que a uno mismo. Esta diferencia con Hobbes es fundamental.

Existe así una armonía natural entre los hombres, por la cual cada uno, impulsado por su interés particular, colabora con el bien de todos.

Puesto que la razón coincide con la ley natural,

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