ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Don Quijote de la Mancha redacción.


Enviado por   •  1 de Junio de 2016  •  Resúmenes  •  1.613 Palabras (7 Páginas)  •  608 Visitas

Página 1 de 7

                                   

Al llegar al colegio nacional vi a un hombre armado trepando las rejas del colegio (cuando al lado tenía la puerta de entrada abierta) que decía que tenía la salvación de la literatura.

- Aquí en mis manos tengo el futuro de la literatura, aquí en mis manos tengo la nueva generación - y no paraba de gritarlo.

Era un hombre flaco, alto, con un bigote muy extraño,  parecía caído de la edad media. Tenía un caballo muy imponente, con un pelaje que parecía terciopelo, una montura muy bien cuidada y una hermosa cola que caía con mucha elegancia. Los alumnos que estábamos entrando al colegio nos detuvimos a mirar a ese extraño y loco hombre que se había quedado enganchado en las rejas y no paraba de gritar. De repente las autoridades del colegio salieron a ver qué pasaba y el porqué de tanto alboroto.

Nosotros no parábamos de reírnos ni un segundo, cuando de repente el hombre armado hace un movimiento raro y cae al piso golpeándose bruscamente la cabeza.

Me dio mucha lástima ver al pobre loco tirado en el piso, malherido y los alumnos escupiéndole, tirándole piedras y gritándole cosas como “Loco volvé al manicomio de tu época” .No obstante, mientras los preceptores lo levantaban del piso me acerque y le pregunté: -¿Qué es lo que trae entre las manos?- Claramente era un libro, pero uno nunca sabe que le pueden contestar, quería saber si realmente estaba tan loco como parecía.

Él, que no podía moverse mucho ya que tenía a los preceptores arriba, giró la cabeza y me dijo un poco ronco de voz: - Agarra este libro y analízalo en secreto y luego búscame en el castillo de calle Rivadavia y dime que …-  Y ya no pudo hablar más, cuando repentinamente su caballo trotó hasta donde estaba él y pateo a los preceptores que lo acorralaban, el hombre armado pudo levantarse y montarse, sin esperar un segundo salió al galope con su fiel caballo. Me había quedado súper intrigada con la calle que me dijo, en La Plata las calles están numeradas no tienen nombre. Guardé el manuscrito en la mochila y entré al colegio. Ya se me había hecho muy tarde del horario de entrada, así que decidí faltar a las primeras horas. Fui a las computadoras del colegio y busqué calle Rivadavia en La Plata, pero no encontré nada al respecto. Di por hecho que al hombre le faltaban unos cuantos tornillos.

En el recreo me encontré con un profesor del año pasado y me comentó que se había mudado, yo que estaba medio distraída por lo que había pasado le pregunté donde se había mudado y me dijo que no era una pregunta que le corresponde contestar, pero que en otra época la calle se había llamado 9 de Julio. Yo lo miré sorprendida y sin saludar ni nada corrí a la biblioteca a buscar un libro donde tenga algún plano con las direcciones antiguas de las calles y me dieron uno que estaba muy estropeado, y todas sus hojas amarillentas, con olor a humedad y mucho polvo en la tapa. Busqué calle Rivadavia pero no la encontré, igualmente no me di por vencida y me lo llevé a mi casa.

A la mañana siguiente fui al departamento de Lengua y Literatura del colegio y le di a mi profesora el libro que me había dado este loco caballero y le pedí que me dijera su opinión acerca de lo que había leído.

Me fui sin remordimientos sabiendo que alguien que sabía analizar libros lo iba a hacer con el que me dio el hombre. La profesora no tardó nada en llamarme para que vaya al departamento; cuando llegé la profesora me dijo:

  • Este libro es una maravilla, ¿Dónde lo encontraste?
  • Me lo dio el hombre que parecía caballero ayer a la mañana, antes de entrar al colegio. ¿Qué le pareció?
  • Este libro es una revolución a todos los libros de caballeros habidos y por haber. Hay que informarle de inmediato a las autoridades.
  • ¿Pero que le va a informar si no sabe ni como es el título, ni como se llama el autor, siquiera sabe en qué época fue escrito?
  • El título del libro es claro “La revolución de un caballero y su escudero”.
  • Realmente no creo que ese sea el título, por favor dame el libro que quiero analizarlo yo, hasta entonces no haga nada con él.
  • Bueno, pero le vas a negar a el mundo un nuevo concepto de caballero en la literatura.
  • Por supuesto que no, solamente quiero estar segura y darle el crédito a quien se lo merece por haberlo escrito.

Me fui a mi casa y busque el libro con los mapas de La Plata y en uno que estaba muy arruinado leí que la calle Rivadavia era 493 bis, es decir que no había que recorrer mucho para encontrar dicho castillo. Tomé el libro y salí a buscar al caballero.

Cuando llegué a la calle no encontré ningún castillo, tampoco había casas, solo una posada. Me asomé a ver si había alguien y preguntarle por el castillo. Toqué la puerta. No respondió nadie. Toque nuevamente la puerta. Salió a atender un hombre muy gordo, le pregunté si conocía algún castillo que este por la zona.

  • Hola, buen día señor, quisiera saber si hay algún castillo por esta zona, ¿Tiene usted idea?
  • Para mi amo este es un castillo y es aquí donde vivimos desde hace años.
  • ¿Y su amo se encuentra en este momento? Me gustaría hacerle una pregunta. Porque un hombre hace unos días fue a mi colegio y me dio este libro, ¿no tiene usted idea de quién me lo pudo haber dado? Si la tiene ¿a dónde lo podría encontrar?
  • Yo no lo escribí, soy un pobre labrador que no sabe leer ni escribir. Pero mi amo es un gran lector de cuentos de caballeros tal vez haya sido él. Aguárdeme un instante.

Yo ya estaba empezando a tener miedo de lo que pudiera llegar a encontrarme, pero tenía muchas ganas de entender lo que pasaba, así que esperé, hasta que salió el mismo hombre que me había dado el libro, pero ahora sin armadura y parecía un poco más cuerdo. Solo parecía.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9 Kb)   pdf (114.2 Kb)   docx (12.5 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com