EL ILUSIONISTA

La historia trata de un hombre llamado Edward, hijo de un carpintero al cual le gustaba la magia y practicaba algunos trucos, durante se enamora de una duquesa cuyo nombre es Shopie, en esa época era imposible alguna relación entre un plebeyo y un aristócrata; así que ellos empiezan a verse a escondidas, pero como es de esperar son descubiertos y separados. Entre algunas de estas vistas prohibidas, él le regala un dije que al abrirlo tiene una foto de él.

Después de su separación, el chico decide irse de la ciudad; años después el chico (ahora un hombre) regresa a la ciudad con otro nombre, el cual es Eisenheim, y es en ese momento cuando el empieza su ilusión (o lo que sería el objetivo de su empresa). El primer paso de esta empresa, era crear una fama del mejor mago que existía en esos tiempos y para hacerlo, tenía que crear espectáculos; después de lograr ello, por lógica, el príncipe, que vivía en esa ciudad, fue a presenciar su actuación llevando con él a su prometida, Sophie; es aquí donde se vuelve a encontrar y es tomada como voluntaria para que ella lo reconozca. El tiempo pasó y el “ilusionista” empezó a ganar popularidad; un día de esos él y la duquesa se volvieron a encontrar por decisión de ella, creando así sospechas acerca de su relación; al saber esto el príncipe decide presentar un espectáculo en su casa donde el invitado no será otro que Edward. Durante el espectáculo, el príncipe reta al mago a hacerle una ilusión, al cual el accede usando como base la espada, a la cual le roba dos diamantes sin ser visto y tras poner en humillación al príncipe le regresa la espada.

Poco después Sophie, va a la casa del mago para decirle que lo que había hecho era un suicidio y ella le demuestra el amor que le tiene a el

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