EL VIEJO Y EL MAR

El viejo y el mar

Ernest Hemigway

Editorial Planeta, 136 pp

Un humilde viejo de nombre Santiago, protagonista de esta historia parece ser que pasa por una larga racha de mala suerte ya que desde hace varias semanas no consigue pescar un sólo pez del gran mar.

Todo el pueblo sabía que Santiago era un buen pescador, quizá el mejor a pesar de su avanzada edad pero no era por su fuerza ni por otros atributos que hacen a un pescador sino por sus ganas de pescar, su fortaleza, coraje y valentía puesto que a pesar de no pescar ningún pez en todas las salidas que hacía cada mañana al mar, allí estaba cada mañana al salir los primeros rayos del sol sobre su bote esperando con la misma ilusión y ganas que el primer día que cogió su primer pez.

Su fiel acompañante, Manolín un joven deseoso de aprender las grandes habilidades y hazañas del viejo pescador quería acompañarlo en cada una de sus embarcaciones pero esto no era posible, ya que por la reciente reputación del viejo en el pueblo, sus padres no le permitían ayudarle más.

El viejo sabía las dificultades físicas que tenía para atrapar a un pez como lo hizo en sus años de juventud; un día decide aventurarse al mar pero esta vez con la convicción de un rotundo éxito, así que decide ir en busca de Manolín para pedir se ayuda al momento de embarcar.

Santiago ésta vez consigue el triunfo que tuvo años atrás, sólo que ésta vez ha capturado a un pez enorme, como nunca antes lo había hecho, debido al tamaño del animal marino no puedo subirlo a su estrecho barco así que con dificultades y esfuerzo mantiene a un costado; los tiburones comienzan a llegar y poco a poco comienzan a devorar lo que era un pez tan grande hasta que queda únicamente el esqueleto de éste.

El viejo piensa que éste ha sido un fracaso más en su vida pero Manolín lo convence de que ha logrado vencer a un pez de un tamaño grandísimo; Santiago llega al puerto dónde muestra los restos de su victoria a los demás pescadores y los deja impresionados a cada uno de ellos.

En este libro podemos apreciar la perseverancia que puede tener una persona ya que el haber sabido enfrentarse a esa dura experiencia y a la desconfianza de las personas ha obtenido en rigor una gran victoria: la de templar su ánimo y el de toda la comunidad, a la que ha dado ejemplo de voluntad y de valentía poco comunes.

Los resultados finales de toda acción positiva siempre será el éxito, y aquí se demuestra con el símbolo de su voluntad, del esfuerzo y de la valentía que Santiago persiguió con fortaleza.

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